Interior abre un concurso hasta el 20-D para ubicar en la cúpula policial a comisarios afines

El Ministerio del Interior ha culminado este mismo lunes una maniobra in extremis para poder ubicar en la cúpula de la Policía Nacional a nueve comisarios afines, con independencia de quién gane las elecciones generales. Precisamente, el día que se celebran los comicios, el 20 de diciembre, acaba el plazo para presentarse a esta convocatoria, posible gracias al Real Decreto que aprobó el Consejo de Ministros 72 horas antes, el pasado viernes.

eldiario.es adelantó el 15 de octubre pasado los planes del Ministerio del Interior que acaban de materializarse. La modificación el viernes de los procesos selectivos en la Policía introduce la posibilidad de alcanzar la categoría de comisario principal por concurso-oposición, eliminando el requisito de antiguedad selectiva . De este modo, queda a juicio de un tribunal compuesto por la cúpula policial del PP el acceso a la máxima categoría, entre cuyos miembros se reparten los puestos de responsabilidad en el Cuerpo.

En la convocatoria publicada este lunes por la Dirección General de la Policía se abre la convocatoria para 27 plazas, 18 por antiguedad y otras 9 por concurso-oposición. Son éstas últimas por las que los sindicatos del Cuerpo denuncian que accederán aquellos comisarios que decida la actual cúpula policial. El próximo Gobierno tendrá que incluirlos en la terna para asignar puestos como los de jefe superior en una comunidad autónoma o máximo responsable de la lucha contra el terrorismo o la corrupción, entre otros.

La nueva Ley Orgánica de Régimen de Personal de la Policía entró en vigor el pasado 18 de agosto e incluía en su Disposición Final Novena la necesidad de reformar el Reglamento de Procesos Selectivos y de Formación de la Policía que está en vigor desde 1995. La maniobra del Ministerio del Interior, sin embargo, es una rápida modificación parcial de ese Reglamento que sólo incluye el sistema de acceso a oficial de Policía y a comisario principal.

El supuesto motivo de tal premura está en el preámbulo del Real Decreto aprobado el viernes pasado: “Cuestiones de urgencia relacionadas tanto con necesidades de la operativa policial, singularmente la elevada tasa de jubilaciones de los miembros integrados en la categoría de comisario principal; así como otras relativas a la implantación real y efectiva de los principios de igualdad, mérito, capacidad y antigüedad en los procesos selectivos, hacen necesario el abordaje parcial en este momento”.

Los sindicatos policiales califican directamente de “mentira” tal urgencia: en la actualidad hay 138 comisarios principales para las 68 plazas que requieren esa categoría. Hay otro hecho que desmonta el argumento del Ejecutivo: en Murcia, Baleares o La Rioja ocupa en la actualidad la plaza de jefe superior de Policía un comisario, y no un comisario principal, como marca la ley.

Los representantes sindicales añaden que, con este tipo de convocatorias, se aplican criterios contrarios a los de “igualdad, mérito, capacidad y antigüedad” que esgrime el Gobierno. El Sindicato Unificado de Policía (SUP) calificó los planes de Interior como una “argucia” para aplicar directamente el “nepotismo” y tiene previsto recurrir la convocatoria ante los tribunales.

Con criterio subjetivo

Según las bases de la convocatoria publicada este lunes, los aspirantes a las nueve plazas por concurso-oposición se enfrentarán a dos ejercicios absolutamente discrecionales. El primero consta de dos partes: test psicotécnico y entrevista personal. El segundo consiste en la resolución de un “análisis situacional”, esto es, una prueba práctica que deberán leer ante el tribunal, pudiendo éste solicitar las aclaraciones que considere.

Como describe la misma convocatoria, el tribunal estará presidido por el director adjunto operativo de la Policía, Eugenio Pino, el hombre que ha dirigido de facto el Cuerpo en esta legislatura. Entre los vocales, varios de los comisarios que le han acompañado en la dirección de la Policía por decisión del PP.

Esta no es la primera maniobra de Interior para dejar situados en la cúspide policial a agentes afines. La Confederación Española de Policía (CEP) ya denunció en 2014 que el concurso de ascenso a comisario se retrasó unos meses, de tal forma que otra vez inspectores jefes de la máxima confianza de la cúpula política tuvieron tiempo de cumplir los cinco años que se requerían para acceder a la prueba.