32 escaños que están inclinando la balanza. O no. Son con los que cuenta Albert Rivera, que ha concedido una “abstención técnica” a Mariano Rajoy. Y de ahí no quiere pasar. Al menos, de momento.
Y a ese de momento es a lo que se aferra Mariano Rajoy como esperanza para lograr la reelección, con el recuerdo reciente del acuerdo alcanzado para la Mesa del Congreso: a Pedro Sánchez sólo podría temblarle el pulso a la hora de votar contra Rajoy si el candidato del PP llega a la sesión con 170 apoyos: PP, Ciudadanos y CC.
Un pacto para la Mesa que ha permitido a Ciudadanos transitar del no a Mariano Rajoy a reforzar el núcleo duro marianista con la elección de Ana Pastor. El propio portavoz parlamentario de Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, reconoció que el PP “ofreció a su secretaria general [María Dolores de Cospedal] y al actual ministro del Interior en funciones [Jorge Fernández Díaz], y les dijimos que no hasta que salió el nombre de Ana Pastor”.
Giro de Ciudadanos
Esta decisión de Ciudadanos ha supuesto un nuevo giro en sus posiciones políticas, que en los últimos meses y en la anterior legislatura, se mostró siempre favorable a que la presidencia del Congreso recayera en un grupo de la oposición: Rivera ha pasado en seis meses de apoyar a los socialistas Patxi López y Pedro Sánchez, a votar a Ana Pastor y anunciar una abstención a Mariano Rajoy.
En el PP están convencidos de que Albert Rivera terminará cediendo y decidirá votar a favor de la investidura de Mariano Rajoy, si no puede ser en un primer intento, sí en el siguiente, posiblemente ya después del verano.
En Génova creen que si finalmente logran sumar los 32 escaños del partido de Rivera a los 137 del PP –más el de Coalición Canaria–, “el PSOE tendría muy difícil justificar el bloqueo a una mayoría de 170 escaños”.
La tarea saben que no va a ser fácil. “Esto es muy parecido a las negociaciones entre sindicatos, Gobierno y patronal. Se alargan hasta el último día y solo a las tantas de la madrugada, cuando el plazo está a punto de finalizar, se cierra el acuerdo”, afirma un experimentado dirigente del PP a eldiario.es.
A cambio del hipotético apoyo de Ciudadanos, los populares les garantizarían cesiones en algunas de sus propuestas estrella, como un pacto por la Educación, la posibilidad de abrir la reforma laboral al contrato único y mejoras para el colectivo de autónomos.
De momento, sin embargo, y a la espera de la reunión entre Rajoy y Rivera el próximo miércoles, el presidente de Ciudadanos expresó tras reunirse con el rey Felipe VI que su principal opción, o plan A, es que haya un Gobierno en el que se impliquen tanto el PP como el PSOE y Ciudadanos, los tres partidos constitucionalistas. “Un Gobierno fuerte” que sumaría más de 250 escaños para afrontar los retos que necesita España“ y ”que luche con las manos limpias contra la corrupción“.
El presidente en funciones ha asumido el encargo del rey de intentar formar Gobierno en medio de noticias judiciales sobre los casos de corrupción del PP: este viernes se ha conocido que la plana mayor del PP de Aznar declarará como testigo en el primer gran juicio de Gürtel y la jueza ha decidido esta semana que el PP y su actual tesorera sean procesados por la “destrucción a conciencia” de los ordenadores de Bárcenas.
Por todo ello, Rivera ha vuelto a decir que ese Gobierno no puede estar encabezado por Mariano Rajoy. “Ya se lo dije a Rajoy durante nuestro encuentro pero me contestó que la única opción posible es que él encabece ese Gobierno”, ha recordado Rivera.
Como el líder de Ciudadanos ve imposible ese plan A, defiende un Gobierno en minoría de Rajoy con apoyos concretos de los partidos de la oposición, y mantiene su “abstención técnica” en la posible segunda votación de la investidura, posición que ha invitado al PSOE también a asumir.
Alivio en el PSOE
Pero el secretario general del PSOE se mantiene firme en su no a Rajoy. En Ferraz respiraron con alivio cuando Rivera anunció la abstención y no el voto positivo de sus 32 diputados. “Nos da aire”, admitía una portavoz autorizada del PSOE. En la dirección dan por hecho que esa situación variará si Rivera decide replantearse su postura. “Veremos cómo resiste Rivera la presión –reflexiona un diputado–. Si Rajoy se presenta con 170, el PSOE lo tiene muy complicado”.
No obstante, el secretario general aseguró que, entre los 137 escaños de los que dispone actualmente el presidente en funciones y los 176 de la mayoría absoluta, le queda por recorrer “un trecho” en el que no puede contar con ninguno de sus 85 diputados.
170. Es el número que mantiene en vilo al PSOE. Es el número al que sólo puede llegar el PP con los 32 escaños de Ciudadanos. Es el límite en el que algunos socialistas consideran que Pedro Sánchez debería replantearse su “no” rotundo a facilitar que el PP siga en el poder.