La Agencia Tributaria investiga al comisario de Policía Nicolás Meca Rodríguez de Rivera por introducir bolsos y carteras en España sin declarar, confeccionados en parte con piel de una serpiente considerada especie protegida. El policía introducía por Barajas la mercancía procedente de Senegal, el país donde está destinado como máximo responsable del Ministerio del Interior en la Embajada española, revelaron a eldiario.es fuentes próximas a la investigación.
El 10 de diciembre, la Aduana del Aeropuerto de Barajas levantó un acta por “infracción de contrabando” que puede derivar en un delito de la misma naturaleza y en otro de falsedad documental del comisario de Policía. Ocurrió después de que Meca intentara abandonar la sala de llegadas de la Terminal 4 por el denominado “circuito verde”, opción para los viajeros que no tienen “nada que declarar”. Fue entonces cuando agentes de la Guardia Civil le requirieron para que pasara sus maletas por el escáner.
El comisario Meca ha ofrecido su versión a eldiario.es, según la cual un sargento de la Guardia Civil obligó a “una gran parte” del pasaje a pasar su equipaje por el escáner. En una diligencia de constancia de hechos de la Agencia Tributaria, que lleva su propia firma, se precisa que Meca utilizó el circuito de “nada que declarar”.
El comisario no sabía que le estaban esperando. La Guardia Civil ya había interceptado el 24 de noviembre a uno de los “correos” que Meca Rodríguez de Rivera había enviado a España con anterioridad, policías a sus órdenes que regresaban de permiso, según apunta la investigación.
En el interior de las maletas del comisario, los agentes contabilizaron la madrugada del 10 de diciembre 35 efectos, entre bolsos, carteras y fundas. El consejero de Interior viajaba a España, procedente de Dakar, para pasar las vacaciones de Navidad y argumentó que se trataba de regalos para su familia. “Tengo la suerte de tener cinco hermanos y cinco hermanas”, ha dicho a eldiario.es.
El funcionario de la Agencia Tributaria consideró que se trataba de una “expedición comercial” y todos los productos quedaron requisados. El comisario Meca asegura que ya ha presentado documentación y facturas que le han permitido recuperar todos los “regalos”, a excepción de ocho bolsos de piel de serpiente que espera volver a tener en su poder en breve.
Una funcionaria de la Secretaría de Estado de Comercio levantó allí mismo un acta en el que asegura que diez de los bolsos están manufacturados con piel de Pyton Sebae o pitón de Seba, una especie protegida por el convenio CITES, al que se adhirió España en 1986. Este acuerdo internacional sobre especies amenazadas de fauna y flora silvestre prohíbe el comercio de especies en peligro de extinción y regula el comercio de especies amenazadas o en riesgo de estarlo, caso de esta pitón, que también está regulado por el Reglamento 338/97 del Consejo de Europa.
Los investigadores tienen informaciones que apuntan a que el comisario ha introducido bolsos de este tipo una vez al mes desde hace tiempo. Para ello aprovechaba los relevos de policías en la Embajada española en Dakar. Nicolás Meca les entregaba una maleta, les recomendaba tranquilidad en la aduana y, si no era suficiente la placa para evitar ser registrado, debían telefonear a su mujer, quien esperaría en el aeropuerto con una supuesta documentación acreditativa de la legalidad del negocio, según testimonios recabados por los agentes.
Confesión de un policía
El 24 de noviembre, un inspector del Cuerpo Nacional de Policía fue interceptado por la Guardia Civil de Barajas con 14 bolsos, dos de ellos de piel de serpiente, y dos carteras del mismo material. Ante los agentes, el policía explicó que los bolsos se los había entregado el consejero de Interior de la Embajada en Dakar y que la mujer de éste le esperaba fuera. Los agentes le dejaron marchar con la mercancía, a la espera de poder interceptar al comisario, lo que ocurrió finalmente el 10 de diciembre.
El comisario Nicolás Meca niega haber entregado mercancía de ningún tipo a algún funcionario y añade que desconoce si su mujer ha pedido a alguno de ellos que le lleven productos para regalar. Meca admite que su esposa y la hermana de ésta se han dado de alta en la Seguridad Social hace “unos tres meses” para vender complementos y que ya lo han hecho en lugares como el rastrillo Nuevo Futuro de Majadahonda con toda la documentación en regla.
El comisario Nicolás Meca presentó también una documentación sobre los bolsos de piel de serpiente que ha sido rechazada. Según su versión, las autoridades de Senegal cometieron un error con las fechas que será subsanado. Las fuentes consultadas aseguran que la documentación que aportó Meca se presentó de forma extemporánea y no recoge los requisitos previstos en el CITES.
Si se confirma que el comisario ha estado introduciendo los fondos con asiduidad, la infracción de contrabando se puede convertir en una acusación por un delito recogido en el Código Penal en su modalidad de continuidad. Los investigadores también estudian la documentación que intentó aportar con posterioridad el policía, por si éste hubiera incurrido igualmente en un presunto delito de falsedad documental.
De otro lado, la Convención de Relaciones Diplomáticas de Viena prohíbe en su artículo 42 que alguien que goce de la condición de “agente diplomático” pueda realizar cualquier actividad que implique la obtención de lucro. Aunque personal diplomático, Nicolás Meca depende orgánicamente del Ministerio del Interior, donde un hermano suyo, Carlos, ostenta el cargo de jefe del Área de Seguridad Ciudadana y Operaciones.