Irene Montero abrirá el debate de la moción de censura contra Mariano Rajoy
El próximo 13 de junio, por primera vez una mujer subirá a la tribuna del Congreso para defender una moción de censura. La portavoz de Unidos Podemos-En Comú-En Marea, Irene Motero, será la encargada de abrir el debate sobre la iniciativa, según ha podido confirmar eldiario.es de fuentes de la dirección del grupo confederal.
Montero defenderá, sin límite de tiempo, los motivos que han llevado a Unidos Podemos a presentar la moción de censura. Será la parte “destituyente” del debate, aquella que intenta desmontar al Gobierno y a su presidente. Su principal función es la de exponer los motivos que ha llevado al grupo confederal a recurrir a una de las iniciativas parlamentarias menos habituales y que más relevancia pueden tener. Si prospera, algo más que improbable en este caso, supone un relevo inmediato al frente del Poder Ejecutivo.
Tras Montero llegará el turno del candidato a la Presidencia del Gobierno. Pablo Iglesias, también sin límite de tiempo, deberá presentar un programa alternativo que poner en marcha y con el que intentar convencer al resto de los grupos. La parte constructiva de la moción de censura correrá así a cargo del candidato.
No serán los únicos miembros de Unidos Podemos-En Comú-En Marea que participen en el debate. Los 30 minutos que el Reglamento del Congreso da a los grupos se los repartirán Alberto Garzón (IU), Xavier Domènech (En Comú) y Antón Gómez-Reino (En Marea).
Primera mujer en una moción de censura
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, anticipó en una entrevista en eldiario.es su apuesta por “buscar una representación de género lo más equitativa posible” en el debate de la moción de censura. Sin entrar en más detalles. Un mensaje que volvió a repetir, también sin precisar más, en su discurso en la Puerta del Sol de Madrid el pasado 20 de mayo, durante la concentración a favor de la iniciativa parlamentaria.
Aquel sábado Irene Montero también precedió en el escenario a Pablo Iglesias. Ante miles de personas, la portavoz de Unidos Podemos dejaba otra pista sobre el esquema que el grupo confederal estaba diseñando para el debate que arranca el próximo 13 de junio. “Ni una sola mujer ha subido a defender una moción de censura hasta ahora”, recordaba Montero. Y añadía: “Eso también va a cambiar en esta moción, que es ciudadana y también feminista”.
Irene Montero arrancó su discurso señalando que la moción “es ciudadana”. “Pero esta moción también es feminista”, aseguraba. “Porque hay una cara invisible de la corrupción y el saqueo del PP: millones de mujeres de este país que levantan cada día la Sanidad, la Educación, la Dependencia y la judicatura. A todas, millones de gracias”.
Montero recordó en Sol que cuando el sistema del bienestar falla, los trabajos asistenciales no se dejan de lado: “Los hacemos las mujeres. Sin reconocimiento, sin derechos. Con eso sacamos adelante este país”. La portavoz de Unidos Podemos recordó además a las mujeres inmigrantes “que vienen a hacer los trabajos que nadie más quiere hacer” y a las víctimas de la violencia de género: “Cuando un Gobierno negligente no dota presupuestariamente las partidas contra las violencias machistas, a quien matan compañeras es a nosotras. Y eso es una violación de los Derechos Humanos de la mitad de la población de este país”.
La dirigente de Podemos recordó también su pasado como activista de la PAH en Madrid. “No hace falta que os lo cuente porque todas lo sabéis. Siempre las mujeres ponen el cuerpo, siempre hay una mujer con la que se puede contar. Yo no os pido que os pongáis al frente pero sí que nos hagamos oír. Esta moción, este nuevo país, es con nosotras, es feminista y es en igualdad”.
Montero tomará el relevo de Alfonso Guerra y del menos conocido Juan Ramón Calero en este debate. Guerra defendió en 1980 los motivos de la moción registrada por el PSOE de Felipe González contra el presidente Adolfo Suárez. El mismo papel que le tocó a Calero en 1987, cuando el presidente de Alianza Popular (antecesor del PP), Antonio Hernández-Mancha, hizo lo propio, esta vez contra el Ejecutivo que lideraba González.