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CRÓNICA

Irse a la cama con Inda tiene graves efectos secundarios en la salud de tu periodismo

11 de julio de 2022 23:25 h

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Ni el Congreso, ni el Consejo de Ministros ni las ruedas de prensa en las sedes de los partidos. Las miradas de políticos y periodistas estaban centradas el lunes en el arranque de un programa televisivo, 'Al rojo vivo' de La Sexta. Su responsable, Antonio Ferreras, debía responder al escándalo causado por unas grabaciones de su reunión en mayo de 2016 con el comisario José Manuel Villarejo, otro comisario que dirigió la UDEF, José Luis Olivera, y el consejero de Atresmedia y presidente de La Razón, Mauricio Casals, conocido por su influencia política en la sombra y sus relaciones con el Partido Popular.

El colegueo de los tres no era lo peor. El presentador de La Sexta admitía que no se creía una de las informaciones más notorias de Eduardo Inda contra Podemos sin que eso le hubiera impedido invitar al director de OK Diario a hablar profusamente en 'Al rojo vivo' y otros programas de la cadena sobre ese tipo de artículos.

Como suele ocurrir en la política de este país, Ferreras se presentó más como víctima que como responsable de un grave error periodístico, reiterado en el tiempo con otras invitaciones a Inda para hablar de sus artículos sobre una financiación ilegal de Podemos que nunca se ha probado. “Nos acusaban (en la derecha) de ser los creadores de Podemos. Ahora nos acusan de todo lo contrario. Es delirante”, afirmó.

Ferreras intentó defender su reputación y la de su empresa: “Nunca hemos dado una noticia sabiendo que era falsa”. Contó que fue Villarejo quien le dijo que “no daba credibilidad” a la historia de una cuenta de Pablo Iglesias en el paraíso fiscal de las Islas Granadinas para recibir dinero del Gobierno venezolano.

El relato obvia de forma intencionada que un día después de su publicación elDiario.es ya informó de que la única labor periodística hecha por OK Diario fue un trabajo chapucero de corta y pega. Por no hablar del detalle inverosímil de que Podemos hubiera abierto en secreto una cuenta en un banco de un paraíso fiscal –un lugar donde la mayoría opera con empresas pantalla o testaferros– para luego ponerla a nombre de su líder con los dos apellidos y que no hubiera dudas. Ferreras dijo también que se pusieron en contacto con Iglesias para que diera su versión, como si eso justificara la publicación.

En ningún momento aceptó un hecho obvio que debería conocer cualquier periodista. Ningún periodista puede aceptar que no pasa nada si te limitas a citar la información que da otro medio. Si la publicas en el tuyo, citando a ese medio, aún más si entrevistas al director de ese medio, te haces responsable de su contenido. Si es falso, tú eres el que has dado noticias falsas. Ferreras se fue a la cama con el artículo de OK Diario y acabó contaminado por todos los gérmenes que llevaba encima.

El presentador no tenía muchas ganas de hablar del tema. Lo hizo con esa intervención en los primeros tres minutos y 45 segundos de 'Al rojo vivo'. Mucho más tarde, dos de los periodistas invitados dieron su opinión brevemente, pero ahí se acabó todo en un programa de tres horas de duración donde los temas más polémicos se suelen analizar hasta la extenuación.

Las grabaciones conocidas eran la oportunidad que Pablo Iglesias llevaba años esperando. Había denunciado en numerosas ocasiones la existencia de una trama mediática promovida desde el poder y dedicada a difundir noticias falsas sobre Podemos. En abril de 2019, ya tuvo un duro enfrentamiento en directo con Ferreras.

“Tú sabías que Granadinas era falso”, le dice Iglesias en más de una ocasión. Ferreras rehúye la mención a esa información y no le responde. “Tú eres uno de los grandes protectores de Inda”, le acusa Iglesias. El presentador dice en primer lugar que no lo es y luego defiende al director de OK Diario por haber desvelado otros casos de corrupción política y por “la presunción de inocencia” (de Inda).

La relación Ferreras-Inda se remonta a muchos años atrás. En unas conversaciones de Florentino Pérez difundidas por El Confidencial, aparece el presidente del Real Madrid comentando que Ferreras y él convencieron a Pedro J. Ramírez para que nombrara a Inda director de Marca: “Si está de director por Antonio y por mí, que presionamos a Pedro J”.

Iglesias intentó implicar el lunes a Pedro Sánchez en la polémica y le retó para que se una a los cuatro presidentes latinoamericanos que se han solidarizado con él. “Pedro Sánchez tiene miedo a Ferreras”, denunció el exvicepresidente, “igual que muchos dirigentes de la izquierda que dicen: si este tipo no pone su televisión a ayudarme un poquito, no tengo nada que hacer en las próximas elecciones”.

Quien sí se posicionó fue la vicepresidenta Yolanda Díaz: “Me parece de una gravedad extrema. Hay que depurar responsabilidades jurídicas, pero sobre todo políticas, que son las más importantes”. Díaz también se refirió a las que tienen los medios de comunicación. “Ha llegado el momento de dar un paso adelante”, dijo en relación a la responsabilidad de los periodistas.

Las grabaciones conocidas ahora son muy graves, como dice Díaz. No se puede obviar el hecho de que en origen esa corrupción procedía de la cúpula policial del Ministerio de Interior. Varios comisarios de la total confianza del ministro Jorge Fernández Díaz falsificaron pruebas para implicar a la UDEF en la destrucción de Podemos y viajaron al extranjero para convencer a algunas personas de que denunciaran delitos relacionados con una supuesta financiación ilegal de Podemos. El premio gordo hubiera sido que el Tribunal Supremo investigara a los dirigentes del partido que eran aforados, pero recibieron un portazo del tribunal porque no tenían pruebas.

No fue un problema definitivo para ellos. Los policías corruptos contaban con los apoyos mediáticos suficientes y servían de fábrica de titulares, portadas y minutos de televisión para mantener viva la sospecha sobre el origen de Podemos. Es lo que ha permitido que políticos del Partido Popular como Isabel Díaz Ayuso afirmen en público que Podemos “nació de las narcodictaduras”.

Cuando Iglesias presentó una querella contra Inda por la información sobre la cuenta falsa de las Granadinas, una jueza la desestimó por considerarla una “información veraz”, que, contra lo que ha afirmado Inda, no es sinónimo de real o cierta. Contar con un informe policial en que se base un artículo –por muy manipulado que sea– casi exonera por completo a un periodista en caso de demanda.

No conviene olvidar que el razonamiento de la jueza incluía un argumento delirante: “La difusión de una investigación policial sobre la existencia de una cuenta a nombre del demandante en un banco offshore, con sede en un paraíso fiscal, y su relación con la orden de pago y autorización del mismo realizados por autoridades venezolanas no suponen sin más un ataque al honor del demandante”. Sólo en el universo mental de esa jueza puede existir el hecho de que la existencia de una cuenta en un paraíso fiscal no comprometa la reputación de un político.

Por muy corrompida que estuviera esa cúpula policial, la responsabilidad periodística existe. El llamado informe PISA –una fabricación de esa brigada política para implicar a Podemos en delitos– llevaba tiempo circulando por varias redacciones. Finalmente, OK Diario dio una información basada en ese informe e inmediatamente después les siguieron El Confidencial y la Cadena SER. A partir de ahí, se extendió en los medios que más influencia tienen y que más preocupan a los políticos, las televisiones. ABC y El Mundo dedicaron varias portadas a noticias que daban por hecho que Podemos había recibido millones de euros de Irán o Venezuela.

El director de La Vanguardia ha recordado el silencio estruendoso de asociaciones de periodistas o de los medios que dieron estas informaciones como ciertas. “Ante esta situación no se debería estar callado, porque Villarejo no hubiera logrado sus objetivos sin contar con sus cómplices periodistas”, escribe Jordi Juan. Eso que dice es completamente cierto.

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