Isabel Serra (Madrid, 1989) atiende a este diario en la tarde de uno de los días más duros para el Ministerio de Igualdad y para Podemos desde el inicio de la legislatura. Hace pocas horas [la entrevista tiene lugar el jueves], el Congreso ha vivido una imagen insólita: la bancada del PP levantada para celebrar entre aplausos la aprobación de la propuesta socialista para reformar la ley del ‘solo sí es sí’. La coportavoz de Podemos y asesora de Igualdad acusa al PSOE de haberse apoyado en la derecha para volver al Código Penal de La Manada y cree que los organismos internacionales criticarán pronto este retroceso en derechos.
Serra defiende la necesidad de un Podemos más fuerte en el próximo gobierno de coalición para recuperar derechos que se empiezan a perder, según entiende, con este cambio legal. Para ello, afirma que su partido sigue tendiendo la mano a Yolanda Díaz para un acuerdo. Lamenta que en la entrevista con Jordi Évole la vicepresidenta segunda se centrara tanto en Pablo Iglesias en lugar de hablar del programa y el proyecto de Sumar. Y promete que habrá Podemos durante muchos más tiempo: “Este proyecto político va a llegar más lejos que nunca en los próximos años”.
¿Cómo ve lo que ha ocurrido este jueves en el Congreso de los Diputados?
Es un día triste para las feministas y para el conjunto de las mujeres de nuestro país. El Partido Socialista ha pactado con el Partido Popular un retroceso en los derechos de las mujeres. Durante todo este tiempo, en el Ministerio de Igualdad hemos tratado de encontrar todo tipo de acuerdos, hemos hecho todo tipo de propuestas y el Partido Socialista ha terminado cediendo ante una ofensiva política, mediática y judicial. Ha habido unos jueces que se han negado a aplicar la ley, que no la han aplicado correctamente. Y esto no lo decimos nosotras desde el Ministerio de Igualdad, lo ha dicho la Fiscalía General del Estado. Las revisiones no se adecúan a la ley del 'solo sí es sí' ni al derecho transitorio y por tanto hay que recurrirlas.
Antes de que haya un criterio del Tribunal Supremo, Sánchez y el Partido Socialista han decidido aliar sus votos a la derecha, que es contraria a los derechos de las mujeres y que tiene muchísimo interés no solamente en dañar el Ministerio de Igualdad sino fundamentalmente el feminismo. La derecha ha entendido perfectamente no solamente en nuestro país sino en el conjunto del mundo la potencia democratizadora que tiene el feminismo para los procesos populares y progresistas. Este gobierno no existiría sin ese movimiento feminista.
Hay otro factor. Esto ha sido una operación concretamente contra el Ministerio de Igualdad. El Partido Socialista nunca ha llevado bien que el Ministerio de Igualdad cayese del lado del socio minoritario del Gobierno. Durante este tiempo hemos aprobado por parte del Ministerio Igualdad enormes avances reconocidos a nivel internacional, pero el Partido Socialista siempre ha puesto palos en las ruedas a esos avances o porque no ha compartido que el Ministerio de Igualdad lo dirija el socio minoritario o porque no ha entendido las coordenadas de la última ola del movimiento feminista.
Ustedes plantean que la propuesta del PSOE vuelve a separar de facto los delitos de abuso y de violación. En su propuesta proponían que la violencia o la intimidación fuesen agravantes para subir las penas. ¿Dónde estaba la posibilidad del acuerdo? ¿Había un punto intermedio entre esas dos propuestas?
La propuesta del Partido Socialista que se ha votado hoy conjuntamente con el Partido Popular no tiene nada que ver con el problema que ha surgido a partir de las revisiones. Esto lo dice claramente la exposición de motivos que se ha votado en el Congreso. Ha habido una desconexión absoluta entre la campaña mediática y política contra la ley y lo que realmente ha pasado. Se ha aprobado una vuelta al Código Penal de la Manada, que vuelve a distinguir entre los viejos delitos de abuso y agresión. Da igual que lo llames a toda agresión. Las feministas no hemos peleado por un cambio de nombre. Es más, lo que hace es introducir la violencia o la intimidación como una condición o una definición de lo que es la agresión sexual. Cuando la ley [en vigor] lo que hace es entender que todo acto sin consentimiento es una agresión sexual. Lo que volvemos ahora es a definir la agresión sexual en función de si ha habido violencia o intimidación, que por cierto, es lo que está diciendo la defensa de Dani Alves.
Pero lo más importante es que en el tipo básico introducen un atenuante que hace que se aplique la mitad inferior, es decir, de 1 a 2 años, a la mayoría de agresiones que sufrimos las mujeres en nuestro país, que no son el paradigma de una violación en un descampado con violencia, sino agresiones sexuales en el transporte público por parte de personas conocidas. Esas agresiones sexuales que siempre han sido denominadas como abuso y quedaban impunes con el código anterior, con esta reforma van a quedar otra vez impunes. En este país se denuncian solamente el 8% de las violencias sexuales que sufren las mujeres frente al 92% que no se denuncian.
El Partido Socialista tomó la decisión hace tiempo de no acordar
Nosotros lo que hemos ofrecido durante este tiempo es, en primer lugar, un plan de implementación para que el Estado acompañe el avance que significa la ley: formar operadores jurídicos, asistencia a las víctimas, juzgados especializados, que es lo que hizo [el expresidente José Luis Rodríguez] Zapatero cuando hubo una resistencia por parte de los jueces a la Ley contra la Violencia de Género por el cambio de paradigma que significaba, igual que el que significa esta ley ahora. Y después hemos ofrecido un cambio en el Código Penal como nos solicitaba el Partido Socialista, subir algunas penas e introducir la violencia y la intimidación en forma de agravantes. Ese planteamiento era una cesión por parte del Ministerio Igualdad, porque suponía un retroceso respecto al Convenio de Estambul, pero estábamos dispuestas a llegar a un acuerdo para tener una respuesta unitaria como gobierno.
Es decir, ¿no podían ir más allá de las enmiendas que habían presentado? Hasta el miércoles hubo llamadas para el acuerdo. ¿Eran para que el PSOE se moviese o había otra alternativa?
Nosotras hemos hecho muchas propuestas. Ha habido una parte de negociación en el seno del Gobierno absolutamente silenciosa, sin que se conociese a través de los medios de comunicación, para tratar de encontrar ese acuerdo y en el que planteábamos otras cuestiones, como que hubiese un agravante por ser persona conocida, porque el 85% de las agresiones sexuales las cometen personas conocidas de las víctimas.
Durante este tiempo hemos hecho diferentes propuestas y finalmente, la que más nos acercaba al PSOE era esa, pero no estábamos dispuestas a acabar o dar nuestro voto a favor de un retroceso como el que ha significado finalmente esta reforma. Y una cuestión importante, el Partido Socialista ha introducido una disposición transitoria contraria al criterio de la Fiscalía, que dice que estaba aclarado el derecho transitorio y que no había que bajar la penas si cabían dentro de la nueva horquilla. Hemos alertado al Partido Socialista de que esto puede dar lugar a una nueva oleada de revisiones.
En los últimos meses, algunas figuras del Partido Socialista llegaron a sugerir que ustedes no tenían propuestas o que modificaban alguna coma. ¿Por qué no las enseñaron antes del trámite parlamentario?
Porque queríamos llegar a un acuerdo. No hubiese ayudado nada hacer pública una propuesta que tenía en sus manos el Partido Socialista. Otra cosa es que el Partido Socialista haya faltado a la verdad negando que tenía propuestas nuestras cuando las tenía desde hace meses. Lo han utilizado de cara al debate público.
Hay una decisión por parte del Partido Socialista desde hace tiempo de no acordar y por eso se levantan de la mesa del Gobierno cuando estamos negociando e intercambiando propuestas. La propuesta del Partido Socialista siempre ha sido la misma. Nosotros nos hemos movido, pero desde noviembre ellos solamente han hecho la misma propuesta, que es la vuelta al esquema del Código Penal de La Manada y que es exactamente lo mismo que ha propuesto el PP. Y cuando estamos negociando, el PSOE se levanta de la mesa y hace una propuesta en el Parlamento. Eso es la demostración de que no quieren acuerdo, de que quieren llevar el debate a otro lugar y de que tienen decidido que van a pactar con el PP porque les han prometido esos votos.
El Partido Socialista ha modificado sin el acuerdo de su partido y su espacio político en el Gobierno una ley insignia de Igualdad. ¿No se han planteado en ningún momento salir del Gobierno por este asunto? ¿O han temido que Sánchez cesase a la ministra? ¿Irene Montero pensó en dimitir?
La derecha siempre ha querido romper el Gobierno por esto. La cesión que ha hecho el Partido Socialista a la derecha es grave para los derechos de las mujeres, pero también es un mal precedente porque le regala una victoria a la derecha, que puede volver a utilizar las mismas armas contra otro avance del gobierno. Lo que me preocupa más son los derechos de las mujeres, que salen debilitados, pero el conjunto del gobierno de coalición también sale debilitado de esto.
Lo que vale ahora es quién se ha mantenido firme en la defensa de los derechos de las mujeres, respondiendo a lo que establecen los convenios internacionales, al acuerdo de gobierno y a los avances feministas. Ha habido un interés del Partido Socialista en poner palos en la rueda al Ministerio de Igualdad desde siempre. Las feministas sabemos que cuando hay retrocesos es más importante que nunca estar en todos los espacios. El feminismo en la última ola tiene muy claro que hay que ocupar los espacios de decisión para poder transformar la realidad y avanzar hacia una sociedad más feminista y más justa. Cuando hay retrocesos es más importante que nunca tener claro que hay que seguir ahí.
¿Creen que este tema les desgasta más a ellos en las urnas?
Yo no creo que esto vaya de electoralismo. Creo que el Partido Socialista ha podido tener un interés en ese sentido, pero no nos preocupa esto; nos preocupa recuperar los derechos que hoy hemos perdido por ese pacto entre el Partido Socialista y el Partido Popular. Creo que puede tardar, por desgracia, y hay que tener claro lo que pasó con el derecho al aborto cuando [el exministro del PP Alberto Ruiz ] Gallardón cometió un retroceso en el derecho al aborto para las mujeres de 16 y 17 años. Tardamos casi diez años en recuperar ese derecho gracias a la ley del aborto del Ministerio de Igualdad.
¿Cómo pretenden recuperar los derechos que dicen que se han perdido con esta reforma?
Hay una parte importante que tiene que ver con que la ley tiene toda una parte integral que hay que implementar. Tenemos que dedicar esfuerzos ahora a que el Estado acompañe esos avances y garantice todo lo que tiene que ver con prevención, detección y reparación frente a las violencias sexuales. La especialización de los juzgados es clave para garantizar los derechos de las mujeres víctimas de violencia sexuales y el Partido Socialista tiene que asumir que tiene que ponerse en marcha porque lo establece la ley. Es muy importante porque si las revisiones de penas las hubiesen estudiado juzgados especializados en violencia contra las mujeres y una Fiscalía especializada, estoy segura de que se hubiesen producido muchas menos revisiones. El Partido Socialista ha rechazado nuestras enmiendas para poner en marcha algo que establece la ley. [Unidas Podemos planteó una serie de enmiendas a la reforma de los socialistas para acelerar los plazos de implementación de esas medidas].
Vamos a estar vigilantes para que todos esos avances que establece la ley se pongan en marcha. Eso pasa, conjuntamente con las comunidades autónomas, por crear centros de crisis en todas las provincias. Es un cambio de paradigma. Cuando una mujer sufre una agresión sexual no tiene como antes que denunciar inmediatamente para que el Estado recoja muestras de ADN, sino que el Estado la recoge. Y posteriormente, cuando la mujer está preparada y ha decidido denunciar, denuncia. Y eso es muy importante porque el Estado se hace responsable de acompañar a las mujeres víctimas frente a las violencias sexuales y acompañarlas en todo ese proceso para alcanzar la justicia y la reparación.
Todo esto no ha sido enmendado con esta reforma.
La parte integral de la ley no ha sido enmendada, pero tampoco ha sido puesta en marcha cuando ya debería de estar poniéndose en marcha.
Pero además, por parte de los organismos internacionales se va a ver claramente que esto es un retroceso respecto al Convenio de Estambul. Estamos en una Europa que está asediando el Convenio de Estambul. Finalmente se tiene que ratificar, pero hay países antifeministas, gobiernos antifeministas que están haciendo lo posible para que Europa no ratifique el convenio de Estambul. Nosotros lo ratificamos hace años y ahora hemos dado un paso hacia atrás y creo que eso va a ser criticado y mal visto a nivel internacional. Especialmente cuando somos a día de hoy un país vanguardia en derechos feministas en Europa y en el mundo.
Creo que la fuerza del movimiento feminista nos va a potenciar para conseguir esos avances o recuperar esos derechos perdidos. Y es fundamental también que la parte de Podemos en el Gobierno tenga más fuerza a partir de las próximas elecciones estatales. Yo creo que hay que revalidar el Gobierno de coalición, pero es necesario que Podemos tenga fuerza suficiente para que el programa de gobierno y los avances que acordamos en este gobierno, y espero que en el que venga, se lleven a cabo.
El grupo parlamentario ha votado unido, pero ¿han echado de menos un apoyo más explícito de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, a Irene Montero durante toda la crisis por la reforma de la ley?
No, no lo hemos echado de menos.
¿Pero lo han tenido?
Sí.
En algunos sectores del partido la han acusado de ponerse de perfil.
Yo no lo creo. Creo que ha estado apoyando al Ministerio de Igualdad en las negociaciones y en las conversaciones que se han dado y lo agradecemos.
¿Se han sentido respaldados?
Sí.
¿Vio la entrevista del domingo con Jordi Évole?
Bueno, si te soy sincera, he visto partes.
Parece que nadie la ha visto entera. Pablo Iglesias dijo que había causado tristeza entre la militancia del partido. ¿Lo comparte?
Yo creo que se centró mucho en Pablo Iglesias. Eso depende del entrevistador y de la entrevistada. No tendría por qué ser así. Se podría haber dedicado mucho más tiempo a hablar de cuál es el proyecto político que plantea Sumar y cuál es el proyecto político que necesita nuestro país para seguir avanzando en derechos. Más allá de eso, no quiero entrar en reproches. Creo que lo importante es que alcancemos un acuerdo. Eso es lo fundamental. Lo que nos piden nuestros votantes es que haya un acuerdo entre Podemos y Sumar. Es la condición para revalidar el gobierno de coalición.
Vamos a trabajar para eso, hemos hecho más acuerdos que nunca en estas elecciones municipales y autonómicas. Queríamos un acuerdo con Yolanda, con Sumar, antes de las elecciones municipales y autonómicas. Para nosotros era muy importante y llevábamos trabajando en ese sentido desde hace mucho, porque sabemos que era importante también de cara a estas elecciones municipales y autonómicas. No ha querido firmar ese acuerdo de primarias, pero esperemos que después de las elecciones municipales y autonómicas sí podamos alcanzarlo.
En la entrevista, Yolanda Díaz decía que estaban pidiendo la unidad a torta limpia. En el vídeo previo a la Fiesta de la Primavera, la acusaban veladamente de ponerse de perfil en cuestiones como la guerra de Ucrania.
Lo fundamental de ese vídeo es transmitir una verdad. Podemos es una fuerza política que no se calla y que tiene la manía de decir la verdad y decir las cosas claras. Creo que eso es una explicación de una forma de hacer política, una forma de hacer política que nos ha permitido llegar hasta aquí desde el 15M: formar Podemos y conseguir no solamente dejar atrás el bipartidismo, sino formar el Gobierno de coalición. En ese tiempo se ha hecho de todo contra Podemos, con el lawfare, pero también con mucha presión a las decisiones que ha tomado nuestra organización política para que cambiásemos de dirección, para que no hiciésemos eso. El Partido Socialista no quería ese gobierno de coalición.
Hay un intento de utilizar el feminismo para que Pablo Iglesias hable menos
Si de alguien es la victoria de haber podido formar ese gobierno es en primer lugar de las mayorías sociales que se han movilizado desde el 15M, de las feministas, de los pensionistas, de los activistas por el derecho a la vivienda, pero también de los votantes de Podemos. Y creo que esa es una forma de hacer política sin la cual no habríamos llegado hasta aquí. Y eso es lo que reivindica el vídeo, que llama a una Fiesta de la Primavera, que por cierto tuvo mucha gente y fue muy bien.
Yolanda Díaz también acusó a Iglesias de no dejar volar a las dirigentes de Podemos. ¿Cree que es así?
No era necesario centrarse tanto en Iglesias, se podía hablar más de política y de proyecto. Hay una utilización del feminismo que es poco feminista, porque vivimos en una sociedad en la que el patriarcado siempre ha quitado la agencia a las mujeres y cuando finalmente la tenemos, se traslada que no la tenemos. Las mujeres nunca hemos podido decidir, pero cuando decidimos se dice que no hemos decidido nosotras, sino que han decidido otros por nosotras. Ione Belarra es una secretaria general que ha dirigido nuestro proyecto en los últimos años gracias a su inteligencia y su capacidad política. Con un equipo de mujeres, la mayoría jóvenes. No hay otra experiencia igual en Europa y posiblemente en el mundo de una organización política transformadora que esté dirigida por mujeres. Es importante reconocerlo y dejar de insistir en que las mujeres no tienen agencia cuando no es así. Me parece poco feminista.
También es un intento, no digo concretamente por parte de Yolanda, de utilizar el feminismo para que Pablo Iglesias hable menos. Yo creo que si los medios de comunicación están llenos de amigos de [el excomisario José Manuel] Villarejo, Pablo Iglesias no solamente puede hablar en los medios que le dejan, que no son muchos, sino que es bueno que lo haga. Por eso repito lo de la agencia. Ione Belarra le ha pedido que sea un activo mediático. Eso hay que respetarlo y hay que respetar la decisión de la secretaria general, que es una mujer.
Han llegado a más acuerdos que nunca para estas elecciones con Izquierda Unida, pero también con otras fuerzas como Alianza Verde o Equo. Los únicos lugares en los que no habrá una unidad amplia son al mismo tiempo los más importantes, Madrid y Valencia, porque Más Madrid y Compromís no han querido unidad. Da la sensación de que hay algo irreconciliable ahí.
Somos fuerzas políticas diferentes. En el Ayuntamiento de Madrid en estos años se ha visto que la ausencia de Podemos ha facilitado que no haya oposición real a [José Luis Martínez] Almeida. En los momentos más duros de la pandemia, cuando la señora [Isabel Díaz] Ayuso estaba dando contratos de emergencia a amigos y familiares y recortando en sanidad, el señor Almeida también estaba recortando en escuelas infantiles y en ese momento Más Madrid ofreció unos pactos de la villa que revalorizaron su imagen y construyeron la idea de que Almeida era el alcalde de todos los madrileños, cuando es posiblemente el peor alcalde que haya tenido la ciudad de Madrid. Se ha demostrado en estos años, sin Podemos en el Ayuntamiento, que no ha habido oposición y que necesitamos que entre Podemos. Sabiendo la responsabilidad que tenemos de echar Ayuso y Almeida, tanto en el Ayuntamiento de Madrid como en la Comunidad, les hemos ofrecido un acuerdo. Se lo ha ofrecido [la candidata de Unidas Podemos] Alejandra Jacinto y en Madrid ni siquiera se han sentado en la mesa. Es un error y los madrileños lo pueden pagar caro.
Y con respecto a la Comunidad Valenciana, es evidente que Compromís desde que se fue Mónica Oltra no es lo mismo. Hay un giro hacia la derecha. El señor [portavoz, Joan] Baldoví en los momentos que han sido determinantes para conformar un gobierno de coalición, se posicionó con un manifiesto a favor de que hubiese un gobierno con Ciudadanos y el Partido Socialista y después en contra de que pidiésemos entrar en el gobierno para tener competencias y poder llevar a cabo avances en nuestro país. Pero más allá de eso, sabemos de la responsabilidad que tenemos en nuestro país y por eso hemos querido esos acuerdos en todos los sitios, no con exclusiones, como en la Comunidad de Madrid o en la Comunidad Valenciana.
Se lo pregunto también pensando en la negociación que va a haber para una candidatura para las elecciones generales.
Creo que es una pregunta que hacerles a ellos. Si quieren. Lo que nosotros sabemos es de la responsabilidad que tenemos para llegar a un acuerdo y por eso hemos pedido a Yolanda Díaz y a Sumar que firmemos ese acuerdo y les hemos tendido la mano, independientemente de los acuerdos que tiene o tenga Yolanda Díaz con otras fuerzas políticas. Hacemos lo que podemos en las comunidades y municipios de cara a estas elecciones y por eso hemos firmado más acuerdos que nunca.
¿Dónde les gustaría que hiciese campaña Yolanda Díaz?
A Yolanda le hemos ofrecido que apoye a los candidatos y a las candidaturas de Unidas Podemos en todo el territorio, pero también evidentemente en la Comunidad Valenciana y en la Comunidad de Madrid y en el municipio de Madrid, por nuestro candidato Roberto Sotomayor, donde nos jugamos tanto. Pero no por una cuestión de que seamos nosotros y queremos que nos apoye a nosotros, sino por lo que nos jugamos políticamente. Y creo que solamente si hay un Podemos fuerte en esos territorios vamos a conseguir no solamente echar a la derecha o revalidar el Gobierno de la Comunidad Valenciana, sino impulsar políticas de avance, como la protección del derecho a la vivienda, como ha hecho [el vicepresident de la Generalitat Valenciana] Héctor Illueca, o con con la protección de los servicios públicos. Y por eso creemos que es importante que apoye a los candidatos de Unidas Podemos para que saquemos el mejor resultado posible, que nos dé una correlación de fuerzas que nos permita los avances.
¿Les sentaría mal que hiciese campaña por candidatos de Más Madrid o de Compromís?
Eso es una decisión que tiene que tomar Yolanda Díaz. Yo insisto en que creo que es importante que apoye a los candidatos de Unidas Podemos.
El CIS publicado este jueves les otorga un 6,7% y a Sumar un 10,6%. Hace escasas semanas criticaron a esta institución por manipular los datos. ¿Le siguen dando credibilidad? ¿Creen que con unos datos así tiene más sentido ir juntos que ayer?
Esta encuesta dice claramente la necesidad de ir juntos, de la unidad. Pero lo pensamos independientemente de esta encuesta. Las encuestas del CIS cada vez tienen menos credibilidad, no solo para nosotros, para el conjunto del país. Hemos pedido explicaciones respecto al anterior barómetro al señor [José Luis] Tezanos para que comparezca y explique esa manipulación de los datos. Las encuestas son encuestas hasta que realmente es el día en el que se vota. Tenemos que trabajar ahora para sacar el mayor resultado posible y el mejor resultado en las elecciones municipales y autonómicas y finalmente conseguir ese acuerdo para las elecciones generales y revalidar el Gobierno de coalición.
En la Fiesta de la Primavera del pasado fin de semana, la mayoría de los discursos estuvieron centrados en reivindicar la fuerza de Podemos, que además es el lema de la precampaña. ¿Quién quiere matar a Podemos o hacerlo más pequeño?
A Podemos lo llevan intentando matar desde desde antes de que naciese, con todo tipo de prácticas antidemocráticas, con lawfare y campañas mediáticas conectadas. Todos esos procesos judiciales que nos han abierto y que han archivado, de los cuales se hablaba mucho en las portadas y durante horas y horas en las tertulias cuando se abren, pero cuando se archivan, nada. A pesar de todos esos intentos que ha habido, hemos conseguido éxitos inéditos en muy pocos años. Si miras el conjunto de Europa, no hay resultados como los que hemos logrado en nuestro país, por mucho que insistentemente haya habido este discurso, no solamente por parte de la derecha, sino por parte de la izquierda o la progresía mediática en contra de Podemos. No hay resultados así.
La encuesta del CIS muestra la necesidad de que vayamos juntos Podemos y Sumar
Es muy importante porque el Gobierno de coalición ha dado una respuesta a la crisis neoliberal en clave de protección de derechos y una salida más democrática y de justicia social frente a la alternativa de la derecha y la extrema derecha, de más individualismo, de más recortes. Estamos rompiendo esos mantras neoliberales de que no se podía intervenir el mercado del alquiler, los precios, de que no se podía tocar el gas. insistirán en que estamos muertos y esa es la evidencia de que los más privilegiados tienen mucha voluntad y necesidad de que una fuerza política como la nuestra no exista. Pero Ione también lo decía en ese mitin: no nos temen por lo que hemos hecho, sino por lo que vamos a hacer, por lo que nos queda. Y creo que este proyecto político, a pesar de todo eso, va a llegar más lejos que nunca en los próximos años.
Acaba de recibir hace unos días, la confirmación por parte de la Justicia de que ya no está inhabilitada. ¿Cómo ha vivido este tiempo la política?
He sufrido una campaña evidente de lawfare que tiene como objetivo que no hagamos política quienes estamos en fuerzas transformadoras. Con un proceso a partir de unas denuncias falsas y a partir de un juicio que se ha construido sobre falsedades y sin ningún tipo de sentido. Es una vulneración de mi derecho a la participación política. Pero siempre he llevado con orgullo el hecho de haberme manifestado frente a un desahucio y eso nunca me ha hecho dudar de nada, sino tener más claro que hay un proceso de atrincheramiento en la derecha del Poder Judicial, en el poder mediático y en este caso también en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado contra esos avances. Es más importante que nunca estar ahí y hacer política.
He tratado de que no se haga más grande de lo que es. Creo que la política en mayúsculas no es la que se hace desde un cargo institucional, sino lo que hacemos como militantes. Hay momentos en los que estamos en cargos institucionales y también son igual de importantes todos los militantes que están día a día trabajando desde sus barrios, desde sus círculos, desde sus territorios o en los movimientos sociales. Y en ese sentido se ha entendido que era tiempo de hacer otra actividad que no tenía por qué llevar esa esa responsabilidad en un cargo institucional.
La losa no es desde que me condenaron sino antes porque es evidente que todo formó parte de una campaña desde que me hice portavoz de Podemos y que hubo por parte de la derecha también una campaña utilizando esa condena judicial. El objetivo prioritario de esa condena y de ese proceso judicial es tratar de dañar a la fuerza política, no a mí, sino a la fuerza política que representaba. Cualquier organización política que quiera transformar las cosas tiene que hacer frente al lawfare y tener claro que van a hacer todo con las formas más antidemocráticas para que no avancemos.