Israel busca desarrollar unas relaciones más cercanas con la Unión Europea (UE) más allá de las aportaciones que los socios europeos puedan hacer a la solución del conflicto israelo-palestino, dijeron fuentes oficiales israelíes.
“El reto es acercarnos más a Europa, tener un diálogo más íntimo y cualitativo del que tenemos hoy en día”, dijo la directora general para Europa del ministerio de Exteriores de Israel, Rodica Rodian, que insistió “en los muchos valores e intereses comunes” que comparten israelíes y europeos.
Para la diplomática israelí “el problema con la UE es quizás que como Unión no tiene el recuerdo histórico que cada país tiene individualmente” con respecto a Israel.
“Hay que entender que cuando Israel habla de Europa, hay sentimientos. Las relaciones con Europa tienen una dimensión emocional por la vasta y larga historia reciente y no reciente del pueblo judío”, añadió Rodian durante una reunión con un grupo de periodistas españoles en Jerusalén.
Asimismo consideró que “hay una parte de Europa que no tiene en cuenta esa dimensión. Espero que podamos desarrollar mas el diálogo con la UE”.
Las relaciones entre la Unión e Israel se enmarcan en varios de los programas europeos de política de vecindad y en la Unión para el Mediterráneo (Euromed).
La base jurídica de la cooperación entre ambos socios está en el acuerdo de asociación que ambas partes firmaron en Bruselas en 1995 y que entró en vigor en junio de 2000, tras su ratificación por parte de los parlamentos de los entonces quince Estados miembros, así como del Parlamento Europeo (PE) y de la Knesset (parlamento) israelí.
En el plan de acción de ese pacto se incluyen las discusiones sobre el conflicto entre Israel y los palestinos, considerado como el punto más controvertido de las relaciones entre ambos socios.
La UE, junto a la ONU, Rusia y Estados Unidos, forma parte del Cuarteto de paz de Oriente Medio, y considera que la creación de un Estado palestino independiente, viable y democrático va en interés del mismo Israel.
“Las relaciones con la UE son muy desarrolladas y amplias en muchos sentidos. Creo que Israel es el país que tiene la relación máxima con la UE fuera de la Unión y en comparación con otros países no candidatos”, señaló Rodian, que apuntó a los intereses y la cooperación que ambos comparten en asuntos como investigación y desarrollo o en energía, entre otros.
La diplomática israelí se refirió también a otras áreas de interés común como “la seguridad o inseguridad de la región y la lucha contra Dáesh” (acrónimo en árabe del Ejército Islámico).
Para el parlamentario laborista Yehiel Hilik Bar, las posiciones de “los europeos deberían de ser más equilibradas” respecto a Israel y el conflicto con los palestinos.
“Cuando veo las resoluciones que pasan en el Parlamento Europeo y también en los parlamentos nacionales (de la UE) en contra de Israel, creo que no entienden nada de Israel”, señaló Hilik Bar, quien subrayó que la UE “tiene que entender que siempre tendremos interés en nuestra seguridad”.
La aprobación en noviembre pasado por la Comisión Europea (CE) de las directrices para el etiquetado en la Unión de productos procedentes de los asentamientos judíos en territorios ocupados ha sido la última divergencia política entre Bruselas y Tel Aviv.
Aunque la CE defendió que esa decisión “no era una medida política” y que tampoco afectaba negativamente al comercio entre ambos, Israel anunció de inmediato la suspensión de los encuentros bilaterales programados con la UE.
La Unión importa de Israel productos por 13.000 millones de euros y exporta por 17.000 millones, mientras que el valor total de los productos de los asentamientos se calculan en menos del 1 %.
En febrero pasado tras una conversación telefónica entre el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y la alta representante de Política Exterior de la UE, Federica Mogherini, Israel decidió incluir de nuevo a la Unión Europea en iniciativas y debates sobre el proceso de paz con los palestinos.
El papel de la UE como mediador en ese conflicto se considera menor por parte de otros parlamentarios como Meirav Ben Ari, del partido de centroderecha Kulanu, presente en el gobierno de coalición de Netanyahu.
“No veo a los europeos como mediadores. Estados Unidos conoce la situación más en profundidad”, consideró la diputada, para quien “la UE podría ayudar a reconstruir la confianza” perdida entre israelíes y palestinos mediante sus aportaciones económicas a programas de desarrollo.
Para el laborista Hilik Bar, sin embargo, “los mediadores no pueden conseguir la paz: Hemos tenido a (Tony) Blair (el exprimer ministro británico y enviado especial del Cuarteto), y a todos los presidentes de Estados Unidos, pero si no hay voluntad política entre las partes, no habrá paz”.