El Gobierno italiano y otras autoridades políticas y organizaciones humanitarias reclamaron hoy conocer la verdad sobre el joven Giulio Regeni, secuestrado hace un año en El Cairo y cuyo posterior asesinato sigue envuelto en interrogantes.
“Un año desde el horrible asesinato de Giulio Regeni. Cercanía a la familia. Compromiso con la magistratura para obtener la #veritapergiulioregeni (verdad para Giulio Regeni)”, señaló el primer ministro Paolo Gentiloni en Twitter.
El país lo recordó hoy con diversas iniciativas dirigidas a reclamar una vez más la verdad sobre este caso.
El acto principal ha sido convocado por Amnistía Internacional (AI), una concentración en el campus de la Universidad La Sapienza de Roma en la que los manifestantes mostraron carteles con números hasta el 365, en alusión al año que ha pasado desde el crimen.
Por otro lado AI y otras organizaciones han convocado una concentración con velas en diferentes ciudades italianas a las 19.41 local (18.41 GMT), la hora en la Regeni salió por primera vez de su apartamento de El Cairo antes de desaparecer y ser asesinado.
Regeni fue secuestrado el 25 de enero de 2016 en El Cairo, donde realizaba una tesis como estudiante de la Universidad de Cambridge y su cadáver fue encontrado el 3 de febrero a las afueras de la ciudad con evidentes marcas de violencia.
La autopsia reveló las torturas a las que fue sometido, con golpes, quemaduras de cigarrillos y descargas eléctricas.
El caso provocó una crisis diplomática entre Italia y Egipto y suscitó la indignación de la política y de la opinión pública italiana, que en este año han reclamado constantemente conocer lo ocurrido, respaldados sobre todo por AI.
En un primer momento las autoridades egipcias consideraron que Regeni había sido asesinado por una banda de ladrones y llegaron ha anunciar el hallazgo de documentos del joven entre las pertenencias requisadas a una pandilla que fue abatida por la policía.
No obstante las autoridades italianas creen que el joven fue víctima del aparato represivo de Egipto, que sospechaban al parecer que era un espía y no un doctorando que realizaba una tesis sobre la Primavera Árabe.
El jefe del sindicato de los vendedores ambulantes de la capital egipcia, Mohamed Abdallah, ha confesado a varios medios de su país que denunció a Regeni ante el Ministerio del Interior porque “hacía preguntas extrañas” relativas a la seguridad nacional.
La denuncia al parecer fue tomada en serio por la inteligencia egipcia que, para comprobar la veracidad de la acusación de Abdallah, le instaló una microcámara para que pudiera grabar de incógnito una conversación con Regeni.
Diversos medios egipcios han publicado parte de esta conversación en la que se escucha al sindicalista pedir dinero a Regeni y este le explica en árabe que no podía utilizar con fines privados los fondos que recibía como investigador universitario.
Pero el material difundido tiene solo algunos minutos de las dos horas de material que han recibido los investigadores italianos, tras varias reuniones mantenidas en los últimos meses con sus colegas egipcios y que se zanjaron con desencuentros.
El sindicalista considera que Regeni fue asesinado por países extranjeros en El Cairo después de que su supuesta misión como espía fuera descubierta y con la intención de “endosar la culpa a Egipto”.