La próxima semana Pablo Iglesias y Cayo Lara coincidirán en el cierre de campaña de Syriza. El posible triunfo de la formación de Alexis Tsipras supondría la llegada de un proyecto rupturista a un Gobierno europeo en un año en el que en España se disputarán comicios locales, autonómicos y generales. Dos de los partidos que encarnan ese rupturismo, Podemos e Izquierda Unida, comparten espacio en el Parlamento Europeo con Syriza y se disputan soterradamente un apoyo que, en función de lo que pase en Grecia, puede ayudarles electoralmente.
Syriza no se ha decantado por ninguno de sus socios. Sus dirigentes intentan que sus declaraciones en público no puedan ser interpretadas como un apoyo o un agravio. Un ejemplo se produjo el pasado mes de noviembre. Tsipras visitó España y dividió su tiempo entre IU y Podemos. El viernes 14, el líder del partido griego ofreció una rueda de prensa junto a Cayo Lara, José Luis Centella y Alberto Garzón. Al ser preguntado por la convergencia política en España, el líder de Syriza rechazó entrar a un asunto que levanta espinas. Ese mismo día, Tsipras invitó a Lara a participar en la campaña electoral griega, según fuentes de IU; aún no había fecha, pero ya se aventuraba que no se agotaría la legislatura.
En la rueda de prensa, se anunció un gran encuentro para finales de enero que reuniría en Barcelona a los partidos de izquierda de Europa con el problema de la deuda de fondo.
Al día siguiente, sábado, Tsipras participaba en el encumbramiento de Pablo Iglesias como secretario general de Podemos. El líder de Syriza dedicó buena parte de su discurso a alabar el ímpetu del nuevo partido y a señalar las coincidencias programáticas que unen a ambas formaciones, pese a que ideológicamente la cercanía parece menor. Esa distancia no parece importarle a Tsipras, quien ya el pasado mes de junio decía de Podemos que había logrado “reunir el descontento, pero también la esperanza, de los indignados españoles”.
Podemos está adscrito al GUE, el grupo que aúna a la mayoría de los partidos de izquierdas del Parlamento Europeo. Allí también coincide con los eurodiputados de IU. La coalición española es, además, miembro del Partido de la Izquierda Europea (PIE), donde también está Syriza aunque no Podemos. Y sus parlamentarios también hacen piña con los de Syriza.
La secuencia se repite de forma similar con otros partidos o coaliciones de izquierdas europeos de nuevo cuño. En el último mes, el diputado y previsible candidato de IU a las elecciones generales, Alberto Garzón, ha visitado París y Berlín. En ambas ciudades ha participado en actos con representantes tanto del Front de Gauche (Frente de Izquierdas) francés como de Die Linke (La Izquierda). Con ambos comparte militancia internacional en el PIE y las relaciones son muy fluidas: Cayo Lara asistió el pasado domingo a la manifestación en repulsa por el atentado contra Charlie Hebdo invitado por Jean-Luc Mélenchon, líder del Front de Gauche, donde se inscribe el Partido Comunista Francés.
Franceses y alemanes, no obstante, observan los movimientos de Podemos. Y mantienen relaciones con el partido de Iglesias. El pasado mes de septiembre, Podemos se presentaba en Londres. Junto a Owen Jones y Ken Loach y con presencia de representantes de la coalición francesa. Fuentes de Podemos confirman a eldiario.es que se está cerrando la presencia de líderes europeos de diversos partidos en la manifestación convocada por el partido el 31 de enero bajo el lema 'Marcha por el Cambio'.
Entre ellos se intentará que esté también algún representante del portugués Bloco de Esquerda. En noviembre la eurodiputada Marisa Matias participó en el acto de proclamación de Iglesias como líder de Podemos. Entonces, Matias aseguró que “en la voz de Pablo [Iglesias] están todas las voces de la Europa que no se resignan al poder de los tiburones”. Una semana después, el secretario general de Podemos participaba en un acto del Bloco en Lisboa.
Todos estos partidos aspiran a crear un gran frente antitroika cuyo impulso dependerá mucho de lo que suceda en Grecia el 25 de enero. Las siguientes en la lista son las municipales y autonómicas en España. De su resultado, y de quien se erija en representante de la línea rupturista, dependerá que la balanza de los partidos europeos se incline hacia IU o hacia Podemos.