La crisis de Podemos echa el freno a las conversaciones para cerrar la alianza con Izquierda Unida con vistas a concurrir juntos a las elecciones de mayo en la Comunidad de Madrid. La última campanada del conflicto, la salida de Ramón Espinar, ha abierto una grieta aún mayor en la formación. Se ha marchado del partido uno de los oficialistas que, hasta ahora, defendió las tesis de Iglesias.
El acuerdo marco estatal sigue vigente. Pero las circunstancias dejan a Podemos con pocas posibilidades de promocionar una renegociación del pacto autonómico con IU y Equo. Un acuerdo que quedó colgado hace justo una semana, después de que Iñigo Errejón decidiera unilateralmente presentarse a las elecciones con la marca Más Madrid de la mano de Manuela Carmena.
Los pasos dados hasta entonces, en esencia el ofrecimiento de Podemos a ceder el número dos de la lista a Sol Sánchez, saltaron por los aires.
IU dio por “incumplido” el acuerdo y ahora hay escasos visos de rearticularlo mientras la situación no se recomponga. Se impone, por tanto, la espera hasta que la formación morada resuelva su intrincada crisis. Después, dicen fuentes de IU, la organización liderada por Alberto Garzón tratará de impulsar la reconstitución con Podemos.
Es, en realidad, el argumentario repetido por el partido desde que Errejón decidió presentarse a las elecciones bajo la marca Más Madrid: reivindicarse, ante las crisis ajenas, como “pegamento” de los rotos de la izquierda pero sin dejarse salpicar por conflictos por fuera de su organización.
“No tenemos una voluntad expresa de alejarnos de Podemos porque no hay nada que salpicar. No estamos juntos. El preacuerdo ahora mismo está roto, pero tenemos que confluir”, dicen fuentes de IU Madrid. “Aquí no hay ninguna mesa de negociación de la que levantarnos porque no hay mesa”, añaden. La formación niega que la dimisión de Espinar deje congelados los puentes con el partido de Pablo Iglesias, tras la información publicada por La Sexta.
La formación que pasó por sus peores momentos en 2015 se reivindica ahora como una organización cuya unidad le da entidad suficiente para “liderar” el proceso de la confluencia. Esta es la base de su discurso ante la descomposición progresiva de Podemos.
Pero también antes de la crisis. El acuerdo marco firmado con Podemos y Equo ha relanzado la implantación del partido en los territorios y ha multiplicado su visibilidad sobre la base de un proyecto común de izquierda pero que no pierda de vista el liderazgo de Alberto Garzón si vienen mal dadas por las cuitas internas de los socios naturales.
Así que, mientras Podemos trata de atravesar su peor crisis, IU Madrid intenta que el conflicto en Podemos no toque su calendario trazado hasta las elecciones, que en una medida importante depende de la formación morada. Sobre todo en lo relativo a las alianzas municipales, los territorios más pequeños pero también los de más relevancia para IU.
En la última semana se han desatascado algunos acuerdos aunque aún hay muchos por cerrar y otros que ya directamente se descartan. Está por confirmar cuánto afectará en estos avances la situación de shock que atraviesa a la cúpula del partido de Pablo Iglesias desde este viernes. Tras la salida de Espinar, el círculo más próximo al secretario general se ha reunido durante horas con los teléfonos inoperativos.