Garzón impulsa la “campaña de radicalidad democrática” de IU

“Radicalidad democrática”. Es decir, nuevas reglas para hacer política. ¿Cuáles? Cuánto cobran los políticos, transparencia si deben existir referendos revocatorios o si las redacciones de los medios de comunicación tienen derecho a participar en la línea editorial... Todas estas propuestas, y otras más, conforman un documento titulado Rebelión democrática y social y proceso constituyente que ha aprobado como borrador este lunes la dirección de Izquierda Unida y que supone el primer paso de la campaña política de radicalidad democrática que lanza la coalición.

“El objetivo es introducir en la agenda política el debate sobre las reglas democráticas”. Así lo explica Alberto Garzón, diputado en las Cortes y la cara visible de esta campaña política, que ha coordinado José Luis Centella, portavoz de Izquierda Plural (IU-ICV-EUiA-CHA) en el Congreso y secretario general del PCE.

Garzón, quien lleva desde noviembre preparando el documento, afirma: “Todas estas propuestas son para cambiar la forma de hacer política. Una vez hayan sido debatidas por toda la militancia, los movimientos sociales, organizaciones y colectivos, se incorporará al funcionamiento de IU, y finalmente se modificarán los estatutos federales en la próxima Asamblea [2016]. Es todo un proceso”. Los miembros de la ejecutiva de la coalición tienen una semana para estudiarlo y presentar modificaciones hasta su aprobación definitiva el 4 de febrero.

Los dos pilares de la propuesta son “la revolución política (de radicalidad democrática en las reglas del juego democrático, y la revolución social, de alternativas economómicas a la estrategia neoliberal de ajuste económico”, reva el texto.

En cuanto a la “revolución social y económica”, se recalama la auditoría ciudadana de la deuda, la prioridad del gasto social en la Constitución, el salario mínimo de 1.000 euros, la defensa de políticas de igualdad, la lucha contra el fraude, la banca pública, el derecho efectivo a la vivienda, el control ciudadano del gasto público y “políticas de justicia social para quienes están sufriendo directamente las consecuencias de la crisis”, entre otras.

En el apartado de “revolución política”, IU se propone la creación de la figura del revocatorio para los cargos públicos con tareas de gobierno para poder retirar la confianza en un cargo antes de la cita electoral, la rendición permanente de cuentas, la remuneración pública austera, la incompatibilidad entre “poder privado y poder público”, una ley anticorrupción, rebajar los requisitos para las ILP (Iniciativa Legislativa Popular), una ley electoral proporcional y la financiación pública de las campañas electorales, entre otros puntos.

Entre ellas, no se percibe como prioritario las primarias abiertas. “Para mí”, reflexiona Garzón, “no son una solución en sí mismas y se quedan cortas porque tienen que ver fundamentalmente con la elección de candidatos. En todo caso, las primarias se incorporarán al texto en el proceso de aportaciones durante los próximos días”.

El arranque de la campaña se produce 10 días después de la presentación de Podemos, movimiento cuya cabeza visible es Pablo Iglesias, y en medio del proceso para elegir el candidato de IU a las elecciones europeas: de momento, los dos principales nombres son Willy Meyer, actual eurodiputado –con apoyos en Madrid y Andalucía–, y Marina Albiol, propuesta por la Comunidad Valenciana y defendida por diversos sectores de la organización que han mantenido posiciones críticas con la dirección.

“La iniciativa”, prosigue Garzón, “consiste en un documento base que será puesto a disposición de los movimientos sociales, organizaciones y de cualquiera que quiera participar presencialmente o en internet. Las propuestas se convertirán en iniciativas parlamentarias. También habrá una jornada con expertos y movimientos sociales en Madrid, pero que tendrá su réplica en todas las federaciones de IU”.

La organización quiere dar prioridad a esta campaña y la agenda del propio Garzón se ha supstendido para estar a disposición de los actos que se vayan celebrando. “Se trata de construir mayorías sociales y no de conformarnos con el 15%”, afirma Garzón. “Se trata de ocupar, en definitiva, un espacio que ahora está huérfano políticamente. Ilusionar y hacer a la gente partícipe de lo que hace IU”.