Izquierda Unida pregunta al Gobierno por las torturas del Ejército español en Irak

  • El Gobierno también es preguntado por el vídeo divulgado por el diario El País, en el que militares españoles torturan a dos presos iraquíes.

Izquierda Unida ha presentado hoy en el Parlamento un conjunto de preguntas al Gobierno en relación con el comportamiento del Ejército español con presos iraquíes en los años 2003 y 2004.

En ellas, el diputado de Izquierda Unida, Alberto Garzón, solicita al Gobierno que responda sobre el vídeo divulgado por el diario El País, en el que aparecen militares españoles torturando a dos presos iraquíes.

También expone preguntas sobre lo ocurrido con el ciudadano iraquí Flayeh al Mayali, detenido en mayo de 2004 por militares españoles y entregado cuatro días más tarde al Ejército estadounidense. Al Mayali fue acusado de haber facilitado información a los insurgentes iraquíes sobre los desplazamientos de los siete agentes del CNI asesinados en Irak.

Flayeh al Mayali, entonces traductor habitual de periodistas españoles y del Centro Nacional de Inteligencia español, pasó once meses en las prisiones de Abu Ghraib y Camp Bucca. Finalmente fue puesto en libertad sin cargos.

Cuando salió de la cárcel denunció haber recibido torturas por parte de los militares españoles en la Base España de Diwaniya. Su caso nunca fue investigado, a pesar de que se publicó en varios medios de comunicación, tras una entrevista que le realizó el periodista Gervasio Sánchez donde relataba lo ocurrido.

También Amaiur ha presentado preguntas sobre el caso de Flayeh Al Mayali y sobre el vídeo en el que aparecen militares españoles golpeando a dos presos. El Gobierno tiene ahora veinte días de plazo para contestar.

En el documento registrado en la Mesa del Congreso de los Diputados, Izquierda Unida indica que, “como se publicó en un diario digital (eldiario.es), un mes antes de la detención de Flayeh Al Mayali por parte del Ejército español el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu declaró el sobreseimiento provisional del caso sobre el asesinato de los siete agentes del CNI, pero sujeto siempre a la aparición de nuevos datos”.

Ante estos hechos, Izquierda Unida formula:

-¿Por qué nunca fue investigado lo ocurrido con el ciudadano iraquí arrestado en mayo de 2004 por el Ejército español que denunció haber sido torturado?

-¿Por qué no fue informado el juez de la Audiencia Nacional de la detención de dicho ciudadano, cuyo arresto estaba relacionado con el caso del asesinato de los 7 agentes del CNI?

-¿Por qué no se investigó el paradero del ciudadano iraquí una vez que fue entregado al Ejército estadounidense?

-¿Por qué no se investigaron aquellos otros testimonios que apuntaban a la práctica de malos tratos o tortura por parte del Ejército español en Iraq?

-Considerando que en abril de 2004 salió a la luz el escándalo de Abu Ghraib y tras ello hubo más detenciones por parte del Ejército español y más entregas de prisioneros al Ejército estadounidense, ¿exigieron el Ejército español y el CNI algún tipo de garantías en el trato para los presos detenidos por tropas españolas en Iraq y entregados a EEUU?

-¿Por qué no se investigó el papel de los militares españoles de la unidad sanitaria desplegada en Camp Bucca cuando salieron a la luz las torturas en esa cárcel? ¿Desconocían esos militares que podían estar tratando a personas torturadas por el Ejército estadounidense y por tanto realizando prácticas contrarias al Tercer Convenio de Ginebra?

-¿Se tenía conocimiento del vídeo divulgado ahora por el diario El País en el que militares españoles torturan a dos presos iraquíes? En su caso, ¿cómo es posible desconocer ese vídeo y sin embargo éste sí haya llegado a manos de un periódico?

Con respecto a esos otros testimonios que apuntan a la práctica de maltratos o torturas por parte del Ejército español en Irak, IU señala lo siguiente:

“Por ejemplo, en diciembre de 2005 un oficial de inteligencia destinado en Base España declaró a la revista Interviú: ”Los españoles no torturamos ni humillamos, pero sí metemos presión. Se seguían algunos manuales norteamericanos: les colocábamos sacos terreros en la cabeza a los que no colaboraban para que perdieran el sentido de la orientación. A los más rebeldes les poníamos un CD de heavy metal de Metallica [...]. Se les inyectaba por la nariz una jeringa con líquido, no hace ningún daño permanente, no deja huella, pero pasas diez minutos chillando como un gorrino“.

Sobre la presencia de médicos militares en Camp Bucca, información apuntada ayer por eldiario.es, IU indica que:

“Desde el 11 de abril hasta el 6 de junio de 2003 se desplegó en la cárcel de Camp Bucca, controlada por el Ejército estadounidese, una unidad sanitaria del Escalón Médico Avanzado del Ejército español. Un médico militar español declaró al diario El Mundo el 13 de mayo de 2004: ”Vimos muchas contusiones, fracturas y algunas entradas de bala, pero nunca supimos su origen, nos decían que los iraquíes se peleaban mucho entre ellos, tratamos a los prisioneros lo mejor que pudimos“. El propio Informe Taguba, realizado por el General estadounidense Antonio Taguba, jefe de la investigación realizada por el Ejército estadounidense a raíz de que salieran los primeros escándalos de torturas, indicaba terribles prácticas de tortura en Camp Bucca.”