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Un juez para designar a treinta fiscales

Maza asume con responsabilidad el cargo y exhibe prudencia ante el reto soberanista

Pedro Águeda

El cambio al frente de la Fiscalía General del Estado es el giro más radical de guión de cuantos ha supuesto la última formación de Gobierno. Las declaraciones elogiosas del ministro de Justicia, Rafael Catalá, adelantaban la renovación de Consuelo Madrigal al frente del Ministerio Público. Sin embargo, la sorpresa recorrió las fiscalías de España con el nombre del nuevo jefe, el magistrado de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo José Manuel Maza. Todo eran especulaciones habida cuenta de que la principal afectada, Consuelo Madrigal, aguardaba su renovación la víspera, según fuentes fiscales.

El nuevo fiscal general tiene pendiente más de treinta nombramientos, acumulados por la situación de interinidad del anterior Ejecutivo. Junto a los de mayor relumbrón, como la Fiscalía de la Audiencia Nacional y la Fiscalía Anticorrupción, Maza deberá avalar nombramientos en esas tres decenas de fiscalías provinciales, superiores y de Sala, que constituyen el músculo del Ministerio Público en España. Como alguien ajeno a la carrera fiscal, el juez Maza tendrá libres las manos de ataduras personales en las designaciones que deba acometer.

De ninguno de los análisis que siguieron al anuncio escapa la cuestión catalana, una agenda que Mariano Rajoy ha encomendado a Soraya Sáenz de Santamaría otorgándole el nuevo Ministerio para las Administraciones Territoriales. Pero ahí surge el interrogante sobre lo que espera de José Manuel Maza el Gobierno. Precisamente las discrepancias de Eduardo Torres-Dulce con los fiscales del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) provocaron la renuncia del primero y la llegada de Madrigal hace dos años.

Madrigal ha impulsado la actuación de la Fiscalía contra el desafío soberanista sin queja del Gobierno. Catalá, considerado próximo a la vicepresidenta, sustituyó a Alberto Ruiz-Gallardón presentando un perfil técnico y se ha revelado como un halcón en las cuestiones políticas. Y el ministro de Justicia avalaba el trabajo de la exfiscal general.

Maza es un juez que, por su marcado carácter conservador, parece alejado de opciones posibilistas con la cuestión de Cataluña. En el caso de la investigación de los crímenes franquistas por Baltasar Garzón se quedó solo en su pronunciamiento de condenar al ya exjuez por prevaricación. El juez Maza también se posicionó a favor de investigar penalmente al expresidente del CGPJ Carlos Dívar por sus 'semanas caribeñas'.

Por otra parte, su historial deja muestras de independencia. Su firma consta en sendos escritos de queja por las injerencias del Gobierno en el trabajo de los jueces. Del Gobierno de Zapatero y también del de Rajoy. En 2008 ante la “intolerable presión” por el expediente al juez Vicente Tirado. Hace dos años por las declaraciones de Jorge Fernández Díaz y otros miembros del Gobierno en relación a la excarcelación de etarras.

Precisamente, el nombramiento de Maza obligará a buscar otro ponente para el auto que debe decidir sobre la admisión a trámite de la querella de Convergència y Xavier Trias contra el ministro del Interior por las grabaciones en su despacho. Fuentes judiciales apuntan a la elección que haga Maza del nuevo fiscal jefe Anticorrupción como pista de lo independiente que será su mandato.

Vinculado a la polémica Schola Iuris

Otras fuentes recuerdan que Maza es uno de los magistrados que ha impartido clases en Schola Iuris, un exclusivo instituto jurídico creado en Madrid en 2004. En sus máster han coincidido jueces con abogados que luego tenían que defender a sus clientes ante ellos, según denunció el exfiscal general del Estado Carlos Jiménez Villarejo.

Al frente de Schola Iuris está el psicólogo forense Ángel Benseny Pellicer, socio en una empresa del conglomerado empresarial vinculado al polémico comisario José Manuel Villarejo. Otros jueces que han pasado por Schola Iuris son el influyente presidente de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, Manuel Marchena, gran amigo de Maza; o el antiguo fiscal jefe de Madrid Manuel Moix.

Asociaciones de fiscales

Desde la Asociación de Fiscales, su portavoz Emilio Frías ha felicitado a Maza por su nombramiento y ha desvinculado el éxito de su gestión de su condición de juez. Frías ha recordado que otros jueces como Carlos Granados o Cándido Conde-Pumpido ejercieron de fiscales generales con “buen resultado”. Como retos le ha marcado la “modernización” del ministerio fiscal, el impulso de la reforma del Estatuto Fiscal y adaptar la carrera a la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.

Por su parte, el presidente de la Unión Progresista de Fiscales, Álvaro García Ortiz, se ha interesado por conocer “qué proyectos tiene” un miembro ajeno a la carrera fiscal y “por qué quiere ser fiscal general del Estado”. “Al no conocernos, esperamos que no tarde mucho en responder”, ha dicho a eldiario.es. “Hay que empezar ya con proyectos importantes en la Fiscalía que le devuelvan el peso institucional que tenía hace cuatro años”, ha añadido.

La Unión Progresista de Fiscales contra el ministro

La Unión Progresista de Fiscales ha deseado éxito al nuevo fiscal José Manuel Maza Martín en un comunicado en el que han cargado contra Rafael Catalá. El motivo, las declaraciones del ministro de Justicia en las que aseguraba que “la Fiscalía puede recibir instrucciones por escrito del Gobierno”, que denotan “un profundo desconocimiento” del funcionamiento de la institución y de la concepción de su avance hacia “una escrupulosa autonomía”.

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