Ocho años después de que Javier López Madrid denunciara a la doctora Elisa Pinto, en respuesta al acoso que ella había denunciado antes, una jueza de Madrid ha archivado la causa contra la mujer, quien había permanecido imputada hasta ahora. En un auto del Juzgado de Instrucción número 26 de Madrid, al que ha tenido acceso elDiario.es, la magistrada Concepción Jerez concluye que “no se desprenden indicios de la participación de Elisa Pinto Romero y no aparece debidamente justificada la perpetración del delito que ha dado lugar a la formación de la causa”.
El auto es otro escrito judicial donde quedan negro sobre blanco las maniobras de la Policía Nacional en la época del Partido Popular y de la brigada política, aunque en este caso su protagonista principal en este caso es el actual comisario del distrito Centro de Madrid, Alberto Carba. A este mando, Eugenio Pino, jefe de aquella brigada política en su cargo de director operativo de la Policía, le ordenó revisar toda la investigación para que José Manuel Villarejo quedara fuera y se culpara del acoso a la doctora, según viene denunciando la defensa de ésta.
Ahora, y como ya hiciera la Audiencia Provincial de Madrid, la jueza Jerez cuestiona la labor policial. Concluye la magistrada que los contactos entre López Madrid y Villarejo –el cual está acusado de atacar a la doctora por orden del empresario–“ponen en duda los informes realizados por la Unidad Central de Delincuencia Especializada y Violenta, de la Dirección General de la Policía, que asumió la investigación de los hechos por resolución de este juzgado de 2015, precisamente por existir sospechas de actuaciones irregulares al haber mantenido el denunciante numerosas conversaciones con miembros del CNP”.
“Dicha unidad no realizó ningún informe sobre dichos contactos, ni sobre las relaciones con el comisario Villarejo, pese a que su nombre aparecía en varios de los mensajes que recibió Javier López Madrid y que eran objeto de investigación en el presente procedimiento, así como en la declaración de Elisa Pinto Romero, resultando por tanto incompleta su investigación”, añade el auto de archivo de la jueza.
Aquella investigación llegó a afirmar que una carta amenazante recibida por la doctora había sido escrita en realidad por su hijo, un niño en ese momento, actuando a las órdenes de la doctora. El resultado de esos informes manipulados apareció adelantado en El Confidencial. “Existen muchos indicios para excluir a la investigada de la participación en el envío de los mensajes a Javier López Madrid y consecuentemente en el envío de esa carta a su mujer, porque la persona que la remitió sea probablemente la misma que envía los mensajes”, resuelve la jueza.
Mientras el citado comisario Carba investigaba los hechos escribió al principal imputado: “Buenos días Javier. Solo quería transmitirte que el informe que queríamos es muy bueno para nuestra investigación. Paciencia en este último cuarto que este partido lo vamos a ganar”. El mensaje apareció en el teléfono que la Guardia Civil requisó a López Madrid en el marco de la investigación del caso de corrupción Lezo, tal y como desveló elDiario.es en diciembre de 2019. Pese a ello, el comisario Carba ha seguido al frente de la comisaría más importante de Madrid y no se ha abierto contra él ningún proceso disciplinario.
Otro juzgado de Madrid, el número 39, dictó el pasado octubre apertura de juicio oral contra López Madrid y Villarejo por haber amenazado presuntamente, acosado y causar lesiones con un instrumento peligroso a la doctora Elisa Pinto, que denunció los hechos por primera vez hace nueve años. El empresario y el policía jubilado también deben responder en el marco del caso Villarejo, en la Audiencia Nacional, por el hecho de que el empresario contratara al policía cuando éste aún estaba en activo, un presunto delito de cohecho. El juez Manuel García Castellón propuso juzgar a ambos en el verano de 2021.