El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, admitió hoy que en Siria puede haber rusos que no son miembros de la Fuerzas Armadas de Rusia, al comentar las informaciones sobre la muerte de nacionales del país en un ataque de la coalición liderada por EEUU contra fuerzas progubernamentales sirias.
“En el Kremlin no tenemos información detallada que permita sacar conclusiones. No se puede descartar que en el territorio de Siria puedan encontrarse ciudadanos de la Federación de Rusia. Ellos no tienen relación con las Fuerzas Armadas de Rusia”, dijo Peskov a un grupo de periodistas.
Recalcó que, “independientemente de ello, siguen siendo ciudadanos rusos”.
Este lunes medios rusos informaron de que al menos cinco rusos que no pertenecían al contingente militar que Rusia mantiene en Siria habían muerto en un ataque en la provincia de Deir al Zur, en el noreste de Siria.
El periódico “Kommersant” elevó hoy el número de rusos muertos en esa acción, que se habría cobrado al menos 45 bajas mortales entre los efectivos de las fuerzas que respaldan al presidente sirio, Bachar al Asad.
Según Conflict Intelligence Team (CIT), un grupo que investiga desde 2014 el lado oculto de las campañas militares rusas, primero en Ucrania y ahora en Siria, al menos 250 mercenarios rusos han muerto en combate en Siria desde 2015.
Esa cifra es cinco veces superior al número de bajas oficiales entre las fuerzas regulares rusas en Siria desde que Moscú puso en marcha su operación militar en el país árabe.
“Todos los mercenarios rusos que combaten del lado de Rusia pertenecen al Grupo Wagner. Aunque lo llaman compañía militar privada, en realidad se trata de una unidad creada y financiada por el Gobierno ruso”, dijo a Efe el director de CIT, Ruslán Levíyev.