El asesor y yerno del presidente de EEUU, Donald Trump, Jared Kushner, y el enviado de la Casa Blanca para Oriente Medio, Jason Greenblatt, llegaron hoy a Israel para impulsar el plan de paz entre israelíes y palestinos pero sin contar con estos últimos, con quienes no tienen previstas reuniones.
Durante el viernes y el sábado el equipo estadounidense se reunirá con autoridades israelíes para abordar las posibilidades de reactivar las negociaciones con los palestinos, en la última parada de su gira por Oriente Medio tras visitar esta semana Catar, Egipto, Arabia Saudí y Jordania.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, viajó el lunes a la capital jordana preparar con el rey Abdalá II las conversaciones.
En los últimos días la delegación de la Casa Blanca ha escuchado las aportaciones de los países árabes a su propuesta de paz, de la que a penas han trascendido detalles y para la que aún no hay una fecha de presentación.
El diario Maariv apunta hoy que la propuesta podría incluir el reconocimiento de la soberanía israelí sobre cuatro asentamientos judíos más allá de la Línea Verde, en el territorio palestino ocupado de Cisjordania y varias concesiones a los palestinos.
Entre ellas, la apertura de un consulado de EE.UU. en Jerusalén Este “como compensación” por el reconocimiento de la ciudad santa como capital israelí y el traslado en mayo de su embajada de Tel Aviv a la urbe, entre intensas protestas palestinas en Gaza que se saldaron con la muerte de más de 60 palestinos por fuego israelí.
El traslado de la legación supuso para los palestinos el fin de Washington como mediador para la paz y que estos pidan la creación de un mecanismo multilateral como marco a la negociaciones para la creación de un estado palestino independiente.
Nabil Abu Rudeina, portavoz del presidente palestino, Mahmud Abás, dijo recientemente que la actual visita del equipo negociador Trump “no tiene sentido”, ya que ignora a los líderes palestinos, y remarcó que cualquier plan de paz que no incluya una capital palestina en Jerusalén Oriental y no presente una solución para el problema de los refugiados palestinos, no tendrá éxito.
La visita de Kushner y Greenblatt a la región también trata de buscar vías para aliviar la situación en Gaza, que sufre una continuada crisis humanitaria y bloqueo desde hace 11 años y donde la violencia ha sufrido un repunte desde que se inició la Gran Marcha del Retorno el pasado 30 de marzo, un periodo en el que han muerto 130 palestinos por fuego del Ejército israelí.