El secretario de Relación con la Sociedad Civil y los Movimientos Sociales y diputado de Podemos atiende a eldiario.es en su despacho del Congreso tras un intenso día en el que se ha mezclado la actividad parlamentaria habitual, un encontronazo con la Policía por identificar a un grupo de activistas que previamente se había reunido con él mismo y la tormenta política y mediática creada por la destitución a última hora de la noche del martes del secretario de Organización del partido, Sergio Pascual.
Rafael Mayoral (Madrid, 1974) defiende a su secretario general, Pablo Iglesias, y la decisión que tomó en solitario el pasado martes. Mayoral, una de las personas más próximas a Iglesias, cree que el líder del partido ha tomado una decisión “difícil en un momento difícil”, lo cual demuestra que es la persona adecuada para ejercer el cargo. Y cree además que es lo que esperaba la mayoría de la gente tras lo ocurrido a nivel interno en las últimas semanas.
“Hay mucha menos historia de lo que parece”, asegura Mayoral antes de comenzar la entrevista. Aunque reconoce rápidamente: “Somos conscientes de que hay cosas que son sustancialmente mejorables”. Recuerda que Pablo Iglesias escribió una carta abierta a todos los inscritos. “Ahí explica claramente qué opina. Luego se han tomado las medidas”.
Mayoral habla bien de Sergio Pascual, al que se refiere continuamente por su nombre de pila. Como hace con Pablo Iglesias. “Hay que reconocer, y no lo pone nadie en duda, que Sergio ha hecho un gran trabajo y se ha dedicado en cuerpo y alma a este proyecto. Lo que hay es un cambio en la alineación y en la tarea asignada. Él sigue siendo diputado, presidente de una Comisión en el Congreso, miembro del Consejo Ciudadano”.
Pero el comunicado es muy duro, no parece el de un jefe que simplemente está reasignando tareas.
Hay un reconocimiento del trabajo también en el comunicado. Es evidente que hemos tenido problemas organizativos y se proponen soluciones en el campo de lo organizativo. Y es razonable. Y eso no pone en cuestión el trabajo y el compromiso del compañero que pasa a cumplir otras tareas en el marco de Podemos.
¿La decisión de Iglesias fue consultada con el Consejo de Coordinación (ejecutiva del partido) o con el grupo de colaboradores más cercano del secretario general?
La primera comunicación fue con Sergio. No hemos tenido un debate explícito sobre qué hacer y sí uno sobre la situación. Desde la semana pasada todos estábamos bastante preocupados. Pasaron varias y había una preocupación que trascendía al Consejo de Coordinación y la gente entiende que ante una situación como esta hay que tomar medidas para reconducir la actividad y que las cosas vayan bien. Y ese es el objetivo.
¿Iglesias le comunicó a Pascual la dimisión durante esa reunión o se produjo un debate previo con él sobre cómo abordar los problemas detectados?
No puedo hablar de una conversación en la que no he estado. Los dimes y diretes no me gustan. Sí creo que Pablo tiene una cabeza muy buena para conformar equipos con gente muy diversa y el problema es que cuando eliges un equipo tienes que tomar decisiones difíciles. Y Pablo ha tomado una decisión difícil en un marco difícil. Él ha asumido su responsabilidad como secretario general y eso no es muy habitual en la vida política.
Íñigo Errejón ha defendido en público tanto a Emilio Delgado como al propio Sergio Pascual. ¿No es eso una muestra de que hay divergencias con Pablo Iglesias?Emilio Delgado
Sobre lo que nosotros tenemos en la cabeza como tarea fundamental, de la que tenemos que rendir cuentas ante la gente que nos ha traído aquí, evidentemente no. Sobre qué hacemos ante una oportunidad que se abrió con la oferta de Gobierno de coalición que quitó de en medio a Rajoy y abrió la posibilidad de un Gobierno de coalición por primera vez, tampoco. Sobre que el PSOE tuviera que aceptar que hay una nueva fuerza política con 5 millones de votos, otro millón con la incorporación de Izquierda Unidad-Unidad Popular y que con los 5 millones de votos del PSOE teníamos una mayoría social nueva de 11 millones de votos para hacer políticas para las mayorías sociales, tenemos amplísimas coincidencias. Y la interpretación que hacemos del cerrojazo del PSOE para echarse en manos de un partido que representa a las élites también es coincidente. La entrada de la parada de los muertos vivientes, con Felipe González y José María Aznar a la cabeza, para decir que hay que evitar el cambio es asegurarse que no se va a tocar nada y que todo está atado y bien atado. Y nosotros creemos que ese no es el camino con una amplísima coincidencia. ¿Estamos todos de acuerdo en pelear por un Gobierno a la valenciana? También.
Los problemas territoriales no se han generado todos la semana pasada. Vienen desde más atrás. ¿Qué hace que la decisión de destituir a Sergio Pascual se tome pese a todo el ruido que va a generarse en un marco político negociador complicado?
Los procesos son acumulativos y hay momentos en los que tienes que tomar decisiones. Es un proceso en el que se ven diferentes vías de agua y que llega un momento en el que hay que reorientar la política organizativa. Y creo que Pablo es muy valiente al tomar decisiones complicadas en momentos complicados. La fuerza más reaccionaria que hay es la inercia.
Es cierto que es un momento difícil pero había que lanzar el mensaje de que aquí hay organización y dirección política. Y mucha gente lo estaba esperando. Pero teniendo en cuenta que no es una cuestión de cargos sino de tareas. Ninguno deberíamos tener apego al cargo.
¿Con el cese de Pascual se concluyen las responsabilidades que Iglesias dijo en su carta que había que asumir?
La situación política es muy compleja. No lo sé, no quiero hacer de adivinador. Creo que de momento vamos avanzando en esas reorientaciones que se puedan hacer. Anticipar otras cosas sería hacer política ficción.
¿Afecta de algún modo al proceso negociador la salida de Pascual?
No debería, son dos cuestiones distintas. Pascual es una persona comprometida por el proyecto y es la primera persona que opinará parecido.
No tienen ustedes diferencias en lo político y en como relacionarse con el PSOE. Sí las hay en lo organizativo. Pero hay una tercera pata, qué es Podemos. ¿Hay ahí alguna diferencia?
Miles. Miles. Tantas como militantes que tiene Podemos en este momento. Los agrupamientos entre sensibilidades son mucho más diversos de lo que se pueda decir. Podemos está vivo, tiene mucha potencia y se manifiesta en una visión poliédrica del proyecto. Pero eso nos permite avanzar desde la diversidad. Todos estamos pensando en cómo avanzar y somos conscientes de que hay cosas que mejorar.
¿Y cuándo se pondrá eso en común?
Nosotros estamos construyendo un movimiento popular y democrático para todos que permita ampliar los espacios de participación y de decisióin de la gente.
¿Y eso lo puede hacer el actual Podemos?
Siempre hay que mejorar. Nosotros tenemos que estar siempre insatisfechos y pensar en la mejora. Una visión crítica pero optimista fundamentalmente por la confianza que tenemos en nuestro pueblo. Pero nosotros hemos nacido para ser mayoría y, como dijo Pablo Iglesias tras las europeas, no hemos venido a ser una fuerza testimonial.