La avenida de Madrid, número, piso y apartamento. El empresario Javier López Madrid envió el 27 de noviembre de 2013 un mensaje con estas coordenadas a Alejandro de Pedro, conocido como el conseguidor de la trama Púnica y experto informático. Se trata del domicilio de la doctora Elisa Pinto, la mujer que presentaría días después la primera denuncia por acoso contra el yerno de Juan Miguel Villar Mir, en un conflicto que a día de hoy está pendiente del recurso contra el archivo dictado por una jueza a favor de López Madrid y que mantiene a la dermatóloga imputada en otro juzgado.
La conversación entre De Pedro y López Madrid figura en el sumario de la Operación Púnica, en el que Alejandro de Pedro está imputado por siete delitos, entre ellos integración en organización criminal.
En la mañana del 27 de noviembre, De Pedro y López Madrid están manteniendo una conversación a través del sistema de mensajería whatsapp. A las 11:58 cambian de tema. “Ya tengo la dirección”, escribe el hoy presidente ejecutivo de Ferroglobe. De Pedro contesta: “Estoy hablando con los hackers que llevan temas de la policía. Destruir el móvil completo es lo más seguro”.
A continuación, López Madrid envía a su interlocutor la dirección, correspondiente al domicilio que Elisa Pinto comparte con su marido y sus dos hijos menores de edad, en el distrito de Chamartín, según ha confirmado a eldiario.es la defensa de la doctora. En el momento de la conversación restaba un año para que estallara la Operación Púnica, con las detenciones de De Pedro y Francisco Granados, entre otros.
El 27 de octubre de 2014, López Madrid recibió en su teléfono el aviso de que el antiguo hombre fuerte del PP de Madrid había sido arrestado. Ese mensaje, procedente de un contacto borrado del teléfono del empresario, aparece en el sumario abierto en el Juzgado de Instrucción número 26 de Madrid, fruto de la denuncia que Javier López Madrid puso contra la doctora después de que ésta le denunciara.
Es el mismo sumario que recoge los mensajes de afecto de los reyes de España al empresario en pleno escándalo por las tarjetas black de Caja Madrid, el caso en el que López Madrid ha sido condenado a seis meses de cárcel por la Audiencia Nacional. El empresario pasó en febrero de 2016 a integrar la larga lista de imputados en Púnica, concretamente en la pieza secreta que investiga la financiación irregular del PP de Madrid.
Granados como nexo
Los pinchazos telefónicos de uno y otro caso permiten reconstruir los vínculos de Javier López Madrid y Alejandro de Pedro con mandos policiales. El conseguidor de la Púnica utiliza al Partido Popular, en este caso a Granados, para buscar clientes dentro y fuera de la formación. Así, el político presenta a López Madrid al experto en redes sociales. A su vez, Francisco Granados tenía vínculos con comisarios vinculados a varios casos polémicos, entre ellos el de la doctora Pinto. Y De Pedro presume de sus relaciones con la Policía en varios puntos del sumario de Púnica.
A la referencia anterior a los hackers de la Policía y su consejo de destruir el terminal de López Madrid hay otra posterior de Alejandro de Pedro, también en el sumario de la Operación Púnica. “Hoy he estado donde los pinchadiscos de los pincha teléfonos de la policía…”, escribe De Pedro a Granados el 27 de septiembre de 2014, un mes antes de que ambos fueran detenidos por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil. En las acusaciones cruzadas entre López Madrid y la doctora resultan clave los terminales telefónicos desde los que se realizan las amenazas, así como el posicionamiento de éstos mientras se realizan.
Fue precisamente la UCO de Guardia Civil la unidad que denunció en un informe incorporado al caso de acoso que López Madrid mantenía “estrechas relaciones” con un grupo de comisarios de Policía. La jueza Concepción Jerez, que investiga la denuncia del empresario contra la doctora, entregó un teléfono de López Madrid a la UCO y le pidió que recuperara la información contenida en él. Del terminal habían sido borrados 1.603 contactos, según la Guardia Civil, y resulta imposible determinar cuántas conversaciones.
Con todo, la UCO encontró hasta seis números de destacados miembros de la Policía Nacional que hablaban con López Madrid en momentos clave del caso. Uno de esos comisarios es Enrique García Castaño, el entonces jefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO), los policías encargados de interceptar comunicaciones y practicar escuchas, entre otros cometidos. Otro de los teléfonos que aparecía en el terminal de de López Madrid es el del hoy jubilado comisario José Manuel Villarejo Pérez.
López Madrid y el comisario Villarejo
López Madrid dijo en el juzgado que fue Granados quien le presentó a Villarejo. La doctora denunció que entre los supuestos servicios prestados por el policía al empresario estaba que el comisario la pinchase como advertencia de parte de López Madrid. Villarejo niega tal extremo y no ha llegado a estar imputado en la causa.
La defensa de la doctora Pinto ha denunciado “un montaje” detrás de los informes policiales que la señalan como la verdadera acosadora a López Madrid, urdido con la ayuda de policías contratados por el amigo del rey. La jueza ignoró esa denuncia y archivó la causa contra López Madrid.
El yerno de Villar Mir, por su parte, dijo primero en el juzgado que no conocía al comisario Villarejo, pero posteriormente cambió de versión. El sumario recoge decenas de llamadas entre ambos. El comisario Villarejo asegura que se limitó a recomendar al empresario que denunciara el supuesto acoso de la mujer.