La lucha de Rajoy contra la realidad en diez pasos

Valla de Melilla

–“No sé si (las cuchillas de la valla de Melilla) pueden producir efectos sobre las personas”. “No hemos tomado ninguna decisión sobre este asunto, pero está en estudio. Tendremos que verlo. Desde luego, lo que no quiero es ni inmigración ilegal, ni poner en peligro la vida de nadie. Todos somos seres humanos”.

Todos somos seres humanos, pero todavía hay clases. Al otro lado de la valla hay gente que de forma milagrosa puede atravesar cuchillas sin sufrir daño. Al menos, al presidente del Gobierno no le consta que eso esté confirmado.

Huelgas y servicios mínimos

–“De lo que soy partidario es de una ley de servicios mínimos, para que los servicios mínimos se cumplan. Es necesario que se cumplan dos derechos que deben ser compatibles: el derecho a la huelga, que reconoce la Constitución, y el derecho a la libertad que tienen los ciudadanos a que se les respete”.

Rajoy tiene razón cuando dice que el derecho a la huelga está reconocido de forma expresa en la Constitución. Lo del respeto no aparece por ningún lado, pero se da por supuesto en una sociedad civilizada. ¿Relativiza el primer derecho al ponerlo al mismo nivel que el respeto? En el artículo 28.2, la Constitución reconoce el derecho a la huelga. En la frase posterior, se refiere a una futura ley que regulará ese derecho (no una ley de servicios mínimos, como dice Rajoy) con la que establecer “las garantías precisas para asegurar el mantenimiento de los servicios esenciales”. Es una diferencia interesante: servicios esenciales y servicios mínimos son conceptos diferentes.

Más recortes

–“Si lo hubiera, porque fuera necesario, no sería del nivel de los que hemos tenido que tomar en estos dos años. Ahora de lo que se trata es de crecer y de mejorar los ingresos y de hacer reformas estructurales (...) En este momento, estamos en condiciones de decir que no habrá ajustes tan importantes como los adoptados en los últimos dos años”.

El Gobierno español y la Comisión Europea tienen dos mensajes diferentes en este asunto. La segunda cree que España no tiene posibilidades de alcanzar los objetivos de déficit de 2015 y 2016 sin recortes adicionales. Y no menores, porque deberían tener un montante del 1% anual del PIB. Ya no es sólo el FMI el que cree que las previsiones presupuestarias del Gobierno son demasiado optimistas. También lo opina la Comisión. La realidad tiene la mala costumbre de empeorar los cálculos. Para Montoro, eso ha sido lo normal, pero ahora todo cambiará.

Ya no es una familia

–“La economía no se arregla con una norma, un decreto, un discurso, hay que trabajar mucho, tomar muchas decisiones, tocar muchos palos a la vez, pero si no se arregla la macroeconomía, es decir, el déficit público, el déficit exterior, la inflación, el sistema financiero, es imposible que luego se vea nada”.

La economía del Estado ya no es como la de una familia, como le gustaba decir a Rajoy en el primer año de la legislatura. Era cuando insistía en que el Estado no puede gastar más de lo que ingresa (a pesar de que eso es precisamente lo que va a a ocurrir en todos los años del mandato de Rajoy). Ahora el Estado se ha convertido en una maquinaria mucho más compleja. Nunca es tarde para aprender.

Impuestos

–“No creo que ni para el 2015 hagamos modificaciones en el tema del IVA”

Le preguntaban si tenía la intención de reducir el IVA, uno de los más altos de la UE. En realidad, lo único que puede garantizar es que no se vaya a subir (por otro lado, lo mismo dijo Montoro al comienzo de la legislatura). Si el Gobierno escasamente está en condiciones de cumplir con el duro objetivo de déficit de la UE, imaginemos si podría hacerlo con menos recaudación del IVA. La rebaja del IRPF sí está contemplada para algún momento del final de la legislatura. De hecho, es imprescindible para las opciones electorales del PP.

Manifestaciones

–“Las manifestaciones deberían ser con autorizaciones previas”. “Sería un poco extraño un país en el que todo el mundo pudiera manifestarse sin avisar”.

En este caso, es difícil saber si Rajoy desconoce la Constitución o está intentando por su cuenta una reforma del derecho a manifestación. “El ejercicio de este derecho no necesitará autorización previa”, dice el artículo 21 de la Constitución. Son sólo nueve palabras. No es tan difícil de entender.

La Carta Magna también dice que las manifestaciones se comunicarán previamente a las autoridades, “que sólo podrá prohibirlas cuando existan razones fundadas de alteración del orden público, con peligro para personas o bienes”. Está claro que una cosa es ejercer un derecho y otra, situaciones excepcionales que el Gobierno debe justificar si cree que existe peligro para las personas.

Doctrina Parot

–“Lo que tampoco puede ser es que ahora se cargue contra los jueces”. “No es justo porque estos mismos jueces que están tomando estas decisiones, las toman porque vienen obligados por una sentencia europea. Pero estos mismos jueces fueron los que persiguieron a estos delincuentes, los metieron en la cárcel y los condenaron a altas penas de prisión”.

Un PP acobardado ante las críticas de la AVT (que hasta ha llegado a pedir que se ponga fin al Tribunal Supremo por haber aceptado la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos) no se había molestado hasta ahora en hacer una defensa tan clara de los tribunales españoles como la hecha ahora por Rajoy. Quizá desde este momento cambie el cariz de los mensajes del PP.

Aznar

–“Hay una leyenda que circula por ahí y todos somos conscientes de que seguirá siempre allí. Tengo una relación estupenda con Aznar desde hace muchos años y estoy absolutamente convencido de que va a seguir. A partir de ahí seguirá la leyenda, pero tengo una magnífica relación”.

No se ven casi nunca desde que Rajoy llegó a La Moncloa, las pocas veces que se han visto el lenguaje corporal ha sido de una frialdad extrema, Aznar le envía avisos estremecedores, pero no, todos son leyendas.

Cataluña

–“Espero que se imponga el seny y el sentido común y haré cuanto esté en mis manos para que así sea. No voy a generar tensiones pero a lo que no estoy dispuesto es a romper la soberanía nacional. Con eso y con los artículos 1 y 2 de la Constitución no se juega, al menos mientras yo sea el presidente de España”.

No es que sea un mensaje nuevo, pero sumado a lo que ha dicho la dirección del PSC en los últimos días (no aceptará una consulta que no sea legal, es decir, pactada con el Gobierno central) cobra un carácter nuevo. La consulta que quiere ERC para 2014 sólo podrá hacerse desde una confrontación total con Madrid, algo que CiU ya no ve con los mismos ojos que antes y que el PSC rechaza.

Eurovegas y el tabaco

–“La Comunidad de Madrid quiere hacerlo, el Gobierno no lo ve mal, son muchísimos puestos de trabajo, puede hacer de Madrid un polo de atracción para ciudadanos europeos y de otros muchos sitios. Tenemos que darle una vuelta, ver cómo se hace, cómo molesta y crea menos problemas a los ciudadanos”.

Por estas palabras, se deduce que está claro que en Eurovegas se podrá fumar, lo que pondrá fin a la prohibición del tabaco en los espacios públicos. Cómo se hará es otro asunto, de momento desconocido.

Las mañanas de RNE - Rajoy no descarta nuevos “ajustes” pero no “tan importantes” como los de los dos últimos años

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