El extesorero del PP Luis Bárcenas ha dicho al juez Pablo Ruz, que no va a volver a declarar nunca más, ni se va a someter a una nueva prueba caligráfica. Las razones que ha esgrimido es que ya ha declarado en siete ocasiones precedentes, y que fechas atrás ya hizo un cuerpo de escritura durante hora y media. Su comparecencia se ha prolongado por espacio de menos de una hora, en la que el magistrado ha abordado en primer lugar un trámite preliminar para preguntar al imputado si prefería suspender su declaración a la espera que se dirima la competencia de la investigación de los 'papeles de Bárcenas'. El letrado de la defensa ha dicho que no tenía inconveniente y Bárcenas ha anunciado entonces su negativa a declarar.
En la Sala estaba solo su abogado defensor y el del también extesorero Álvaro Lapuerta, ya que las acusaciones no han tenido tiempo de personarse en la pieza separada que Ruz ha abierto con 'los papeles de Bárcenas' para investigar la presunta financiación ilegal del PP.
Para enredar aún más la situación, de manera simultánea a la comparecencia del extesorero, El juez Gómez Bermúdez ha dejado claro que no está dispuesto a dejar la investigación de los 'papeles de Bárcenas', y en un auto ha inadmitido el recurso de apelación del fiscal para dejar sin efecto las citaciones a los extesoreros del PP Luis Bárcenas y Álvaro Lapuerta. La inadmisión no tiene efectos prácticos porque la Sala suspendió cautelarmente el citado interrogatorio al coincidir con la citación de Ruz para esta misma mañana. Sin embargo, siguen en pie las citaciones a los empresarios que supuestamente pagaron comisiones a cambio de obra pública para los próximos 4 y 5 de abril.
El auto de Gómez Bermúdez sostiene que la resolución recurrida (las citaciones a Bárcenas y Lapuerta) no son susceptibles de recurso de apelación y, además, ni éstos ni los de reforma suspenden el curso del procedimiento. De hecho, el auto de hoy significa que la solicitud de suspensión cautelar no debería haber llegado a la Sala, que tiene que decidir también si suspende o no la citación a los empresarios. Un complicado galimatías jurídico tras el que se esconde una batalla soterrada por la competencia de la investigación.