Visiblemente nervioso, ante decenas de medios de comunicación y junto al busto de Ramón Rubial que hay en los pasillos del Senado, Eduardo Madina oficializó este viernes su candidatura a la Secretaría General del PSOE.
Madina dijo que ha tomado la decisión consciente de la mala situación por la que atraviesa el partido y de las dificultades económicas en las que están millones de ciudadanos, pero indicó que se ha sentido apoyado por “miles de compañeros” para dar este paso.
Sin papeles, Madina se limitó a esbozar muy sintéticamente su proyecto y luego contestó más de una docena de preguntas, mientras no dejaba de sudar intensamente.
El diputado vasco planteó la necesidad de un “shock de modernidad” tanto en el partido como en el país. Busca reformas profundas que no puedan modificarse por los cambios de las mayorías parlamentarias cada cuatro años.
En este sentido, habló de que “es necesario abrir los partidos y las instituciones”, se mostró partidario del modelo federal aprobado por el PSOE, y de abrir y reformar la Constitución. También habló de la necesidad de grandes reformas en lo económico, en los derechos y obligaciones de la ciudadanía y en libertades públicas. Pero no concretó más.
Asimismo, se mostró partidario de mantener el actual consenso constitucional y no entró en el debate de la Monarquía. “El PSOE es un partido productor de convivencia y de consensos sociales, y así debe seguir siendo”, dijo.
En cuanto a la campaña que se avecina, aceptó el reto de Pedro Sánchez de celebrar todos los debates posibles y anunció que asumirá el actual calendario de la Ejecutiva Federal para convocar primarias abiertas en noviembre de cara a la elección del candidato a la Presidencia del Gobierno.
Este sábado empezará la carrera de recogida de avales hasta el día 27 de junio. Madina empezará en Bilbao.