Izquierda Unida se ha instalado en una especia de día de la marmota en su relación con su federación madrileña. Desde el pasado mes de noviembre, los órganos federales de la coalición que dirige Cayo Lara han exigido, de una u otra manera y en múltiples ocasiones, que IUCM asuma responsabilidades políticas por su papel en Caja Madrid. Y desde noviembre, cada exigencia ha sido rechazada, ante la impotencia de quienes en toda España ven cómo el vodevil lastra las opciones de la coalición en un año en el que se celebrarán cuatro procesos electorales.
El último episodio se vivió el sábado en la sede de IU federal en Madrid. El coordinador general se reunió con los coordinadores de cada federación en una reunión a la que asistieron tres representantes del órgano colegiado que dirige IUCM desde hace apenas una semana.
El libreto fue el mismo de las últimas semanas: la mayoría de los coordinadores quiere que los portavoces municipal y autonómico, Ángel Pérez y Gregorio Gordo, sean expulsados si no presentan su dimisión inmediata. El único apoyo que recibieron Pérez y Gordo, además del de los enviados de Madrid, fue el del líder de IU en Extremadura, Pedro Escobar, según la agencia Efe.
Los representantes de Madrid aseguraron que la organización ha cumplido el mandato que recibieron al trasladar a los grupos la decisión sobre sus portavoces, según fuentes de IUCM. Es decir, rechazan que Pérez y Gordo deban dimitir. La dirección madrileña aduce que la resolución que aprobó la Presidencia federal en diciembre pide que los portavoces pongan su cargo a disposición de los respectivos grupos. Eso es lo que se hizo, explican. Los grupos les ratificaron en su puesto.
Este lunes, el debate ha continuado, en vez de en una reunión interna, en sendas ruedas de prensa ofrecidas por el coordinador federal, Cayo Lara, y por el portavoz municipal, Ángel Pérez. Lara ha explicado este lunes que la federación está intentando resolver “de la mejor manera posible” el conflicto con la organización en Madrid y ha reiterado que está “pendiente de cumplimiento” la resolución que pedía la dimisión de Gordo y Pérez. “Cuando tengamos las conclusiones las haremos públicas porque para eso somos una organización seria”, aseguró ante los medios.
El mensaje es el mismo que suscribió el coordinador de la Presidencia y secretario general del PCE, José Luis Centella, en dos cartas remitidas con apenas cuatro días de diferencia a la dirección de IUCM.
En el otro bando, Ángel Pérez respondía desde la sede del Ayuntamiento de Madrid. El concejal advertía de que “la dirección federal no es competente para actuar en una competencia exclusiva de la federación de Madrid” por lo que un cese supondría “un abuso del acuerdo de federalidad” y “de manera injusta”.
El asunto volverá a debatirse en una próxima reunión orgánica, una Presidencia federal que en principio estaba prevista para la semana pasada pero que se aplazó por la presencia de Cayo Lara y de Alberto Garzón en Grecia.