La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Baleares ha recusado al que era el juez instructor del caso Cursach, Manuel Penalva, por falta de “apariencia de imparcialidad” por lo que el titular del Juzgado de Instrucción número 12 queda apartado del caso. El juez intercambió unos mensajes con una testigo protegida en los que llamaba “hijos de puta” a los acusados.
Aunque la Audiencia ha desestimado la petición de recusación por enemistad manifiesta, con esta resolución el juez queda fuera de la causa principal y de las piezas separadas por pérdida de la apariencia de imparcialidad. La Sala esgrime que la estimación de la causa de recusación es “procedente” desde el momento en que el contenido de los mensajes de Whatsapp remitidos por el instructor a la testigo 31 “comprometen esa apariencia”.
Según detallan, este hecho debilita la capacidad del instructor de “generar la confianza de las partes y de la sociedad respecto a su posición como tercero”. Así, se aparta definitivamente a Penalva de la investigación, que será asumida por su sustituto ordinario, el juez Florit.
La recusación fue solicitada por la defensa del directivo de Grupo Cursach, Bartolomé Sbert, en diciembre de 2017 y a ella se adhirieron las defensas de muchos de los presentes en el caso.
En el escrito se reflejan conversaciones mantenidas entre Penalva y la testigo 31 y se establece que “la expresión proferida por el instructor (hijos de puta)” en referencia a unos investigados “compromete su apariencia de imparcialidad por cuanto perturba la imagen de exquisita imparcialidad y ausencia de valoraciones previas que debe presidir”.
A pesar de esto, la Sala explica en la resolución que “no se trata de analizar” si el juez “ha perdido la imparcialidad ni tampoco se cuestiona la profesionalidad del recusado, ni su capacidad para la independencia y la imparcialidad”, sino “su posición institucional en el proceso como tercero ajeno e indiferente” que es la que consideran “comprometida”.
Penalva que llevaba en la instrucción cerca de cuatro años será sustituido por el titular del Juzgado de Instrucción número 6, Miquel Florit, que ya se había hecho cargo del caso mientras se resolvía este incidente.
El caso Cursach, que toma el nombre del todopoderoso empresario nocturno, Bartolomé Cursach, encarcelado por 16 delitos, dentro de un sumario que lo retrata como a un mafioso capaz de meter en nómina a policías para que hiciesen la vida imposible a la competencia, de manejar a políticos y cargos públicos e incluso de estar relacionado con la muerte de un trabajador que le chantajeó con unas fotos comprometidas.