El ministro de Exteriores en funciones, José Manuel García Margallo, ha apuntado este viernes que él si estaría dispuesto a comparecer en el Congreso para informar de asuntos de su Departamento, pero ha admitido que si la Cámara le cita habrá que preguntarle a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, de quien depende la secretaría de Estado de Relaciones con las Cortes.
“Si la Secretaría de Estado dice que debo ir, mi voluntad es jugar siempre, pero saldré cuando el entrenador me saque”, ha dicho. Y ha seguido con la metáfora añadiendo que es la vicepresidenta “quien decide cuándo salen los jugadores al terreno y cuando se quedan en el banquillo”. “Yo soy bastante impulsivo y hay que frenarme de vez en cuando”, ha ironizado entre risas, en una entrevista en 'Los Desayunos de TVE', recogida por Europa Press.
El Gobierno avanzó este jueves que no se someterá al control parlamentario de las Cortes porque está en funciones y no es la actual Cámara la que le dio su confianza, esgrimiendo para ello un informe de la Secretaría de Estado de Relaciones con las Cortes. Ello llevará, entre otras cosas, a que el presidente en funciones, Mariano Rajoy, no informe del Consejo Europeo en el que se alcanzó el acuerdo para gestionar la crisis de refugiados.
En este punto, el ministro ha evitado valorar esa decisión, alegando que no quería hablar de lo que no sabe. “Yo entiendo que los informes estarán bien fundamentados y la decisión será correcta, y yo soy muy disciplinado, en contra de quienes dicen que soy un verso suelto”, ha resumido.
Sobre el fondo del principio de acuerdo --que incluye devolver a Turquía a solicitantes de asilo a cambio de acoger una cifra similar de refugiados sirios--, ha reconocido que ha sido como elegir “entre Guatemala y guatepeor”, porque el verdadero problema “es lo que plantea España desde el primer momento”, que hay que atender los problemas en sus países de origen.
Preguntado por el hecho de que este principio de acuerdo ha sido cuestionado por la ONU, Margallo ha afirmado que será el servicio jurídico europeo quien se pronuncie sobre su legalidad. Eso sí, ha admitido que la gestión de la crisis de los refugiados “afecta a los principios morales del proyecto europeo”. Europa, ha reconocido, “no está haciendo lo que puede y no sólo por las cifras”.
Según ha dicho, hasta la fecha España sólo ha acogido a 18 refugiados porque el punto de partida para ubicarlos es que reciban “calificación jurídica” en los centros de acogida en los países europeos a los que llegan, Italia y Grecia, y este mecanismo no está funcionando. “Estamos dispuestos a admitir el cupo al que nos hemos comprometido pero hay que remontarse al principio”, ha dicho.
La cifra que más le llama la atención, ha dicho, es que Líbano, con una renta per cápita que es un quinto de la media europea, acoge a una cifra de sirios que supone un 25 por ciento de su población.
“AYUDAR A LOS PAÍSES TERCEROS”
Por eso, ha apostado por “ayudar a los países terceros” que acogen refugiados, como Turquía o Jordania, donde puede crearse “en los centros de acogida actividades económicas que les permitan vivir”, porque cree que “es mejor que estén en países más cerca del área a que vengan de forma descontrolada a la UE”.
Y, aunque ha reconocido que es un asunto que “toca sentimientos”, ha hecho hincapié en que las mafias que trasladan a los refugiados entre Turquía y Grecia “manejan 3.000 millones de euros sacándole el dinero a esta pobre gente que se juega la vida”. El año pasado llegaron a las islas griegas 1,2 millones de refugiados. “Si no hay control, no hay Schengen”, ha subrayado, en alusión a la libre circulación de personas en el interior de la UE.
Margallo ha distinguido entre los inmigrantes por motivos económicos y los refugiados. En el primer caso, ha destacado que la política de cooperación y la colaboración con las fuerzas de seguridad con los países de origen y tránsito ha frenado el aumento de la inmigración hacia España.
LA GUERRA EN SIRIA “SE HA DEJADO PUDRIR”
En el segundo ha incidido en que la causa es que la guerra en Siria e Irak “se ha dejado pudrir” y ha recordado que él lleva desde 2011 apostando por un acuerdo con el régimen sirio para atacar la crisis humanitaria.
A su modo de ver, esas tesis han prevalecido ahora en la comunidad internacional, y así lo demuestra el hecho de que Rusia haya invitado a España, con el “beneplácito” de Estados Unidos, a participar en el “pequeño grupo de apoyo” que busca la paz en Siria.