La portada de mañana
Acceder
16 grandes ciudades no están en el sistema VioGén
El Gobierno estudia excluir a los ultraderechistas de la acusación popular
OPINIÓN | 'Este año tampoco', por Antón Losada

La dimisión de Marina Albiol destapa la ruptura del grupo de IU en el Parlamento Europeo

La dimisión de la portavoz de IU en el Parlamento Europeo, Marina Albiol, ha destapado los graves problemas que arrastra la delegación de la coalición en Bruselas, que han llevado a la ruptura entre los cuatro eurodiputados que actualmente la componen. La dirección de Alberto Garzón niega las graves acusaciones esgrimidas por Albiol en su carta de dimisión, que adelantó en exclusiva eldiario.es. Pero sí reconocen un agotamiento del proyecto en Europa que estalla en la recta final de la legislatura.

Fuentes de la dirección de IU consultadas por eldiario.es rebajan las denuncias realizadas por Marina Albiol en la misiva de dimisión. “Ha habido dos casos. Uno se resolvió con un proceso de mediación. El otro se notifica el [lunes] 1 de octubre y la dirección lo conoce el martes. Nuestra intención es tratarlo en la Colegiada [la ejecutiva] del próximo lunes”, apuntan las mismas fuentes.

Pero Albiol decidió romper la baraja y envió su carta el miércoles. En ella, acusa al secretario de Organización, Ismael González, y a la de Política institucional, Amanda Meyer, de “falta de respuesta” ante “las dos comunicaciones firmadas por varios trabajadores” en las que se ponía en conocimiento de ambos dirigentes “el acoso laboral, moral y físico que estaban sufriendo por parte de eurodiputados/as”.

“No ha habido ningún tipo de sanción y se ha instado a los trabajadores a continuar trabajando con esas personas”, apunta Albiol.

Desde la dirección de IU sostienen que los dos casos se han abordado. Y que la organización no puede determinar “si hay acoso o no”. “Sí reconocemos que hay un conflicto en la Delegación”, apuntan las mismas fuentes, que aseguran que conminaron a los trabajadores a que denunciaran los hechos formalmente ante una oficina que, para tal efecto, existe en el propio Parlamento Europeo. “Tienen el apoyo de la dirección para ir. Mientras, nuestra solución tiene que ser política”, sostienen.

2014: un arranque complicado de legislatura

La legislatura en Bruselas comenzó muy complicada para IU. Logró seis eurodiputados en las elecciones de mayo de 2014. Cuatro propios, una en representación del partido gallego Anova, Lidia Senra, y otro por ICV, Ernest Urtasun. Este último integró las filas del Partido Verde en el Parlamento.

En aquellas elecciones se constató además la irrupción de Podemos que quedó por detrás de IU por poco más de 300.000 votos. El crecimiento del nuevo partido había cogido desprevenida a la antigua dirección de IU comandada por Cayo Lara, que contaba con un resultado mucho menor para los de Pablo Iglesias. Y mucho mejor para ellos.

Los nervios en aquella dirección de IU se confirmaron poco después. Una información sobre un plan de pensiones del Parlamento Europeo que había sido gestionado por un fondo privado radicado en Luxemburgo del que disfrutaba el que había sido número uno de la candidatura, Willy Meyer, acabó con su dimisión.

IU no podía permitirse en aquel momento un titular que le relacionara con una práctica política que podía asociarse al nuevo significante que dominaba el relato político: “la casta”.

La salida de Meyer apenas un mes después de las elecciones llevó a Albiol al liderazgo de la Delegación y a la entrada de Javier Couso al Europarlamento.

La ruptura del grupo

Los cambios introducidos por Cayo Lara en la dirección de IU, con la entrada de Alberto Garzón, vaticinaban un nuevo ciclo político para la coalición. Su posterior ascenso a la Coordinadora Federal de IU seguían esa senda.

Pero la composición del grupo en Europa respondía a unos equilibrios previos. Allí está, por ejemplo, la que fuera rival de Garzón en las primarias para liderar IU: Paloma López. O la asturiana Ángela Vallina, también contraria a las tesis de Garzón. O la gallega Lidia Senra, de Anova, que es considerada “tránsfuga” después de romper la disciplina de voto.

Fuentes de la dirección de IU recuerdan que con su llegada se revisaron los protocolos económicos en los grupos. También en Europa. Se endureció la carta financiera de los cargos públicos y se puso coto al disfrute de las dietas, por ejemplo. Además, los gastos de oficina parlamentaria se facturan al eurodiputado.

Estas medidas, según las fuentes consultadas, rompieron el equilibrio del grupo. Albiol se quedó en minoría. La ya exportavoz, además, rompió con Garzón y abandonó su cargo en la dirección de IU. “Marina se ha abrasado”, apuntan desde Madrid.

El enquistamiento de la situación a su regreso de la baja de maternidad ha terminado por empujar a Albiol a tirar la toalla. Ahora, la dirección de IU deberá elegir a una nueva persona para dirigir la delegación.

Fuentes de IU señalan que se propondrá una portavocía rotatoria, como se hizo durante la baja de Albiol, entre López y Couso, lo que deja fuera a Ángela Vallina.