El magistrado de mayor antigüedad en la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, Andrés Martínez Arrieta, será el presidente del tribunal en el juicio contra el exvicepresidente de la Generalitat de Cataluña Oriol Junqueras y otros 17 líderes del procés, según han informado fuentes jurídicas a Europa Press. Esto ocurre después de que el PP y el PSOE hayan pactado que el presidente de dicha Sala, Manuel Marchena, sea el mayor responsable del Poder Judicial.
Hasta ahora, el magistrado Manuel Marchena era el encargado de presidir el tribunal de siete magistrados que enjuiciarán en los próximos meses a los procesados por los delitos de rebelión, malversación de caudales públicos y desobediencia. No obstante, si éste finalmente es nombrado como presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) no podrá continuar con las atribuciones que tenía ya encomendadas.
Según las fuentes consultadas, es el magistrado que más años lleva ejerciendo en la Sala el que se encargará de presidir el tribunal, que en este caso es Martínez Arrieta, muy experimentado y miembros de la asociación judicial Francisco de Vitoria. Previsiblemente también se le atribuirá la ponencia de la sentencia contra los líderes independentistas.
El Supremo rechazó hace unas semanas apartarle del proceso por el 1-O. Algunos de los acusados habían planteado su recusación y la de otros magistrados porque fueron los encargados de juzgar –y condenar– al exconseller de Presidencia Francesc Homs por desobediencia grave al Tribunal Constitucional en la consulta del 9N, dada “la similitud de aquellos hechos con los aquí sometidos a enjuiciamiento”.
Un argumento “muy endeble”, a juicio de la Sala del 61, que en su respuesta dijo que los hechos que se van a enjuiciar ahora son “distintos” a los que dieron lugar a la condena de Homs aunque “ciertamente, la búsqueda de la secesión de Cataluña es el telón de fondo de ambos asunto”.
Martínez Arrieta fue nombrad magistrado de la Sala Segunda del Supremo en 1998, con 43 años, convirtiéndose en el juez más joven en acceder al alto tribunal. Ha formado parte del tribunal que condenó a Baltasar Garzón por las escuchas de Gürtel y del que le absolvió por investigar las fosas del franquismo. El pasado mes de diciembre fue nombrado como magistrado competente para conocer las actividades del Centro Nacional de Inteligencia (CNI).