El PSOE y el PP capitalizan la gestión de la pandemia y mejoran sus resultados del 10N

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El PSOE y el PP están capitalizando la gestión de la crisis sanitaria, económica y social producida por la pandemia del coronavirus. El barómetro de Celeste-Tel realizado a finales de julio para elDiario.es sitúa a los de Pedro Sánchez por encima del resultado de las elecciones del 10 de noviembre, con un 28,7% del voto y 121 diputados. Los socialistas habrían sumado 1,7 puntos y ocho escaños en casi dos meses, si se compara con la encuesta realizada a principios de junio. El PP, por su parte, también suma apoyos. Pablo Casado mantiene la tendencia al alza que comenzó en abril y alcanzaría el 24,4% de los votos y 101 diputados, según la encuesta. Los otros grandes partidos estatales, Vox, Unidas Podemos y Ciudadanos, sería la cruz del estudio y perderían voto y representación. El resto de formaciones con presencia parlamentaria se mantienen estables.

Estas son las principales conclusiones del barómetro de Celeste-Tel realizado entre el 27 y el 31 de julio que refleja que, de celebrarse elecciones ahora, las fuerzas entre los bloques se mantendrían similares a como están ahora mismo. Los 12 escaños más que lograría el PP se compensarían en parte con una caída de Vox, que encadena cuatro meses a la baja. El partido que lidera Santiago Abascal obtendría un 14,6% de voto y 47 diputados. Son seis décimas menos que hace un mes, lo que les supone perder cinco diputados también con respecto a noviembre. El anuncio de que el partido de extrema derecha presentará una moción de censura coincidió con el trabajo de campo de la encuesta. Ciudadanos sufre un batacazo al caer al 5,3% y obtener siete escaños. Hace un mes, recuperaba los números de noviembre e incluso apuntaba a los 11 diputados, uno más de los logrados el 10N.

Tampoco pintan bien las cosas para Unidas Podemos, que encadena tres barómetros de Celeste-Tel en descenso. La suma de las candidaturas estatal, catalana y gallega dan un 11,9% de estimación de voto y 29 diputados, frente a los 35 de noviembre. Los de Pablo Iglesias se dejan cinco décimas y cuatro diputados bajo la marca Unidas Podemos, mientras En Comú Podem pierde dos décimas (un diputado) y Galicia en Común cae al 0,4% y obtendría solo un representante.

El diputado que se deja Unidas Podemos en Galicia lo ganaría el BNG, que pasa del 0,5% del 10N al 0,9%, pasando de uno a dos escaños. Es el único cambio que se produce en el vagón de los partidos nacionalistas, regionalistas y estatales de menor tamaño. El resto, con leves variaciones en la proyección de voto, obtendrían el mismo número de escaños que en noviembre.

Así las cosas, los partido situados a la izquierda sufrirían un ligero retroceso de 0,8 puntos, y las derechas, un avance global de 1,2 puntos. Ninguno de los dos bloques lograría los números para una investidura por sí solos y necesitarían apoyo externo. En este sentido, el bloque de la investidura lo tendría más fácil pues, aunque la abstención de ERC y EH Bildu no sería esta vez suficiente, con el apoyo expreso de los republicanos catalanes Sánchez volvería a ser presidente. Casado, sin embargo, no obtendría más síes que noes en ningún caso, salvo que ocurriera un hecho excepcional como la abstención de octubre de 2016, que partió al PSOE en dos.

El ajuste electoral se produce en el seno del bloque derechista, en donde el PP crece debilitando a Vox y Ciudadanos. El partido que lidera Inés Arrimadas tras la debacle de Albert Rivera el 10N no consigue retener a su electorado. Según el barómetro de julio de Celeste-Tel, solo el 58,9% de los votantes optaría por repetir su voto si se celebraran ahora unos comicios. El 27% de sus votantes de noviembre se iría al PP, el 5,8% a la abstención, un 4,3% a Vox y otro 4% al PSOE. Casado, con una fidelidad del 94,4%, también recuperaría un 9,8% del voto de Vox el 10N.

En el otro lado del tablero, es el PSOE quien logra mejores datos de fidelidad, con un 92,6%. Unidas Podemos lo rebaja al 85,1%. Los de Pablo Iglesias mandarían un 6% de su voto en noviembre al PSOE, un 4,8% a otros partidos menores y un 4% a la abstención.

Esa fidelidad de voto en los partidos tradicionales empujan al bipartidismo a sus mejores resultado desde noviembre, con un 53,1% del voto.

También cae la abstención. La participación prevista por la encuesta es del 64,1% del censo, aún dos puntos por debajo de la que efectivamente se produjo en las elecciones del 10 de noviembre.

Ficha técnica: Trabajo de campo: 1.100 entrevistas realizadas entre el 27 y el 31 de julio de 2020. Metodología: Telefónica asistida por ordenador CATI. 75% fijos + 25% móviles. Nivel de confianza y error muestral: Para un nivel de confianza del 95,45% (dos sigmas), y para P=Q, el error real para el conjunto de la muestra es: +/- 3,02%.