La Mesa del Congreso planteará reducir la duración de las intervenciones de los grupos para acortar los plenos

El arranque de la legislatura ha confirmado que la actividad parlamentaria es incompatible con las medidas de conciliación que firmaron PSOE y Unidas Podemos en su acuerdo de gobierno. La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, estaba pendiente de cómo funcionaran los primeros plenos para hacer una propuesta de cambios que favorezcan la racionalización de horarios. La Mesa del Congreso se plantea una reducción de la duración de las intervenciones de los distintos grupos para acortar los plenos, visto que el último acabó al filo de las diez de la noche.

El aumento de la pluralidad en el Parlamento –existen diez grupos distintos y algunos de ellos compuestos por varios partidos que se reparten las intervenciones con la consiguiente mano abierta de la presidencia del Congreso para que se alarguen sobre el tiempo establecido– ha estirado notablemente los debates parlamentarios.

El principal problema se produce los martes, que es el día en que se debaten las iniciativas legislativas. Los plenos comienzan a las 15 horas –en la pasada legislatura Ana Pastor lo adelantó una hora en la única medida que en los últimos años se ha tomado en el Congreso para mejorar la conciliación junto con la anunciada por Batet en enero de cerrar el registro a las 18 horas en vez de a las 20 horas– y terminan pasadas las ocho de la tarde. El primero –que tenía menos carga legislativa– finalizó a las 20:10; el siguiente, a las 21:05; y el último, este martes, a las 21:50 horas.

Al acabar, la mayoría de los parlamentarios se van, pero la Cámara permanece abierta para los empleados públicos –como los letrados que tienen que cerrar las actas– o los periodistas. Todos los grupos coinciden en que hay que tomar medidas para evitar esas jornadas maratonianas y será Batet quien en los próximos días haga una propuesta a los portavoces.

La presidenta del Congreso planteará una reducción de los tiempos en los debates de algunas iniciativas para acortar la duración de los plenos, según fuentes de la Mesa. Su pretensión es rebajar los tiempos en las proposiciones no de ley y las mociones (que no tienen componente legislativo sino que sirven para fijar la posición sobre asuntos o instar al Gobierno a tomar medidas). La intención de Batet es contar con el mayor consenso dentro de la Cámara en un asunto delicado porque de lo que se trata es de hacer compatible la conciliación con los márgenes de expresión de los partidos en la sede de la soberanía popular.

Actualmente, cada grupo dispone de cinco minutos para defender su posición a excepción del portavoz que propone la iniciativa, que tiene siete. Los grupos integrados por varias formaciones –en ocasiones Unidas Podemos, y también el Grupo Plural y el Grupo Mixto– se reparten en la mayoría de ocasiones ese tiempo entre varios oradores. En el caso de las proposiciones de ley, en las que la duración es de doce minutos, en principio no está previsto que se modifique, aunque fuentes parlamentarias aseguran que Batet tiene previsto contactar con los grupos antes de tomar una decisión definitiva.

Fuentes socialistas también apuntan la posibilidad de pasar la discusión de algunas iniciativas a los miércoles o los jueves en los que el orden del día suele ser más corto. Esta semana, por ejemplo, la sesión de control al Gobierno –que incluye preguntas cortas e interpelaciones a los ministros– acabó a las 12:55 horas y el jueves, cuando solo se debatió un decreto ley, finalizó a las 10:55 horas, aunque el Parlamento siguió funcionando en ambos casos por la tarde con la celebración de comparecencias de miembros del Ejecutivo en las correspondientes comisiones sectoriales.

Batet comenzará próximamente a hablar con los grupos. En principio, los aliados parlamentarios del PSOE son partidarios de tomar medidas, aunque Unidas Podemos evita “valorar de momento” la proposición. En ERC ven a priori con buenos ojos la iniciativa. “Estaremos dispuestos a debatir y consensuar cualquier propuesta en pos de la conciliación laboral y familiar. No se entiende que estemos debatiendo sobre conciliación a las nueve de la noche”, expresa Gabriel Rufián. También el PNV aplaude: “Nos parece bien esa medida de acortar tiempos de intervención”. Desde JxCat, integrado en el Grupo Mixto, aseguran que se pronunciarán cuando haya una propuesta en firme.

En Más País, formación integrada en el Grupo Plural, rechazan esa fórmula: “No se nos ocurre ningún buen motivo para reducir el tiempo que pasamos debatiendo asuntos importantes para nuestro país. Siempre resta bajarle el volumen al parlamento. Las voces que escuchamos allí son voces que representan a nuestra ciudadanía”. “Cuando la gente te elige implica que tienes dedicarle las horas que haga falta. Existen otras maneras de mejorar la conciliación, como adelantar la hora de los plenos, pero reducir el debate siempre será perjudicial”, dicen los de Íñigo Errejón.

En esa línea se pronuncian también en Bildu. Aunque ven bien la intención de “aligerar las sesiones” y califican la propuesta –que aún no se les ha trasladado– de “razonable”, advierten de que la su aceptación dependerá de que a los “partidos pequeños que están integrados en el Mixto o Plural no se les recorte demasiado sus posibilidades de intervención”.

En el PP no han recibido por ahora ninguna propuesta para reducir los plenos. Los de Pablo Casado sí llevaron a la Junta de Portavoces una nueva fórmula de organización de las sesiones parlamentarias. No obstante, fue en respuesta al cambio de los Consejos de Ministros a los martes, una decisión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez que, a juicio de la oposición, busca silenciar a las Cortes puesto que coincide con las sesiones de control en el Senado (martes por la tarde) y el Pleno del Congreso.

Los conservadores propusieron que la Mesa del Congreso y la Junta de Portavoces se reunieran los lunes y que tanto ese día como los martes se dedicaran a las comisiones parlamentarias. Los miércoles por la mañana quedarían libres para debatir las iniciativas del Gobierno. Esa misma tarde se celebraría la sesión de control, como sucedía hace unos años y el jueves por la mañana se debatirían las iniciativas de la oposición (proposiciones no de ley, mociones...). Sin embargo, ese planteamiento fue desoído por el PSOE y sus aliados. Vox y Ciudadanos no han respondido a las preguntas de eldiario.es sobre los posibles cambios para favorecer la conciliación.