México y Uruguay proponen un mecanismo de cuatro etapas para la paz en Venezuela

México y Uruguay propusieron hoy en la capital del país austral el “Mecanismo de Montevideo”, a desarrollarse en cuatro etapas: diálogo inmediato, negociación, compromisos e implementación, para lograr la paz en Venezuela.

“Proponemos el Mecanismo de Montevideo a partir de nuestro legítimo interés y disposición de coadyuvar a que el pueblo venezolano y los actores involucrados puedan encontrar una solución a sus diferencias”, señala un comunicado conjunto de ambos países, respaldado también por la Comunidad del Caribe (Caricom).

Si el oficialismo, representado por el mandatario Nicolás Maduro, y la oposición, unificada bajo la figura del autoproclamado presidente encargado, Juan Guaidó, aceptan dialogar con este plan, se invitarían a la titular de la Secretaría General Iberoamericana (Segib), Rebeca Grynspan; al ex canciller uruguayo Enrique Iglesias y al exsecretario de Relaciones Exteriores mexicano Bernardo Sepúlveda a acompañar el proceso.

Asimismo, un alto representante de Caricom y “personalidades de reconocida experiencia internacional y calidad moral” también serían llamadas a participar.

En ese sentido, esta iniciativa tripartita se erige como una “alternativa pacífica y democrática que privilegia el diálogo y la paz para la fomentar las condiciones necesarias para una solución integral, comprehensiva y duradera”.

Según la propuesta, la primera fase del “Mecanismo de Montevideo”, llamada Diálogo inmediato, corresponde a la generación de condiciones para el contacto directo entre los actores involucrados “al amparo de un ambiente de seguridad”.

Enseguida se pasaría a la etapa de Negociación, “presentación estratégica de los resultados de la fase de diálogo a las contrapartes”, en la que se buscarían puntos en común y áreas de oportunidad para la “flexibilización de posiciones e identificación de acuerdos potenciales”.

La tercera fase, de Compromiso, consistiría en la construcción y suscripción de ese acuerdo a partir de los resultados de la fase de negociación, con características y temporalidad previamente establecidas.

Por último, se procedería a la “materialización de los compromisos asumidos” con el acompañamiento internacional.

“Este mecanismo, testimonio de una diplomacia activa, propositiva y conciliadora para acercar a las partes en disputa, evitar el conflicto y la violencia, se guía por los principios de no intervención en asuntos internos de los países, la igualdad jurídica de los Estados, la solución pacífica de controversias, el respeto a los derechos humanos y la autodeterminación de los pueblos”, añade el texto.

Pese a que los Gobiernos de México y Uruguay y de los países del Caricom reconocieron “el grado de complejidad de las circunstancias” en Venezuela, consideraron que esta “no es razón para desestimar las vías diplomáticas de solución de controversias”.

Asimismo, reiteraron su preocupación por la grave situación humanitaria en Venezuela y exhortaron “respetuosamente a las partes” a garantizar la vigencia de los derechos humanos.

El presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, y su canciller, Rodolfo Nin Novoa, se reunieron en Montevideo este miércoles con el secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, para abordar la crisis en el país caribeño.

Después de la reunión, los cancilleres de ambas naciones anunciaron ante la prensa el “Mecanismo de Montevideo”, que será presentado a los demás países en el primer encuentro del Grupo Internacional de Contacto sobre Venezuela, este jueves, copresidido por Vázquez y por la alta representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Federica Mogherini.

En esta cita participarán, además, representantes de las cancillerías de Bolivia, Costa Rica, Ecuador, México, Uruguay, Alemania, España, Francia, Holanda, Italia, Portugal, Reino Unido y Suecia.

Los intervinientes discutirán sobre las condiciones mínimas que deben darse en Venezuela para un proceso de transición política, tras los últimos acontecimientos, sobre los resultados esperados del proceso que se vive en el país y sobre las medidas a adoptar.