Miles de personas protestan en Madrid contra la “amenaza existencial” de la amnistía y Pedro Sánchez

Víctor Honorato

9 de marzo de 2024 14:37 h

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Aunque el lema afirmaba que “sobran los motivos” para reclamar la dimisión de Pedro Sánchez, ha sido la amnistía a los políticos del procés catalán la que ha centrado los discursos de la concentración celebrada este mediodía en la plaza de Cibeles de Madrid contra el presidente del Gobierno. Convocada por un centenar de asociaciones nominalmente ajenas a partidos políticos, los alrededores inmediatos del escenario estuvieron, sin embargo, copados por varios veteranos de la derecha española, en el que el papel estelar lo tuvo Alejo Vidal-Quadras. El fundador de Vox, ex del PP y superviviente de un reciente intento de asesinato sostuvo que la nación española se enfrenta a una “amenaza existencial”, en referencia a la amnistía. Asistió el líder de Vox, Santiago Abascal. El PP envió a cargos de segunda fila.

La convocatoria —que ha reunido a 15.000 personas, según Delegación del Gobierno— venía apoyada por un centenar de asociaciones, algunas de ellas de similar estructura. Pasa con el Foro Libertad y Alternativa y la Fundación Neos, que comparten entre sus valedores a históricos del PP como Jaime Mayor Oreja y María San Gil. Acudieron también la popular Esperanza Aguirre o Marcos de Quinto, ex de Ciudadanos, así como Rosa Díez, muy aclamada también por el público que se aplastaba contra la valla que protegía la zona del escenario. 

Más hacia atrás, ya lindando con el Banco de España, hacían tiempo antes del comienzo ciudadanos sin adscripción, integrantes de la sociedad civil propiamente dicha. Traían un discurso áspero, similar al oído en las manifestaciones de otoño ante la sede del PSOE en la calle Ferraz. A saber, “Puigdemont a prisión”, “Marlaska, jódete” o “Pedro Sánchez, hijo de puta”, mezclados con alusiones muy peyorativas a la Agenda 2030.

Los discursos en el escenario no llegaron, pese a la megafonía, a ese nivel de decibelios. Empezó el estudiante Diego Yáñez, figura detrás de la asociación Libertad sin Ira en la Universidad Complutense de Madrid. Originario de Venezuela, Yáñez quedó horrorizado tras pasar por el campus de Somosaguas, granero de la izquierda y germen de Podemos. Hoy es guerrero contra el “adoctrinamiento” y trata de evitar que España derive en antiutopía bolivariana.

Jucil habla de la Guardia Civil como parapeto ante el “chavismo”

Le siguió el fiscal retirado Ignacio Gordillo, que afirmó que “amnistía es corrupción” y sostuvo que el Gobierno pretende “eliminar el delito de terrorismo” con la aprobación de la ley de la amnistía, un atropello ante el que “Europa nos tiene que ayudar”. Estaba previsto, en ese sentido, que hablase la eurodiputada francesa Laurence Sailliet, de la familia política del PP, pero al final no pudo asistir, por lo que se dio paso en seguida al portavoz de la asociación de guardias civiles Jucil, Agustín Leal. “Sin la Guardia Civil seríamos la Venezuela de Chávez”, arguyó, tras cargar contra “la mentira y la traición de los que pretenden romper el estado de derecho”. La Guardia Civil abrirá expediente a quienes han participado en la protesta.

Vidal-Quadras cerró las intervenciones, preocupado por el “periodo oscuro de su historia milenaria” por el que transita España y por un gobierno que arrastra al pueblo “a la ruina material y la degradación ética”. Moncloa está habitada por “una pesadilla” ante la cual “no basta una alternancia”, sino una “verdadera alternativa”, que no detalló. A continuación, sonó el himno de España y se rompieron filas.