Ni una pregunta para introducirlo en el debate. Ni una referencia por parte de los cuatro candidatos. El cambio climático ha sigo ignorado en el último encuentro televisivo previo a las elecciones generales del 28A. El CIS de diciembre de 2018 decía que, alrededor, del 80% de los españoles considera que los partidos políticos deberían dar mucha o bastante importancia al calentamiento climático en sus programas electorales. No ha tenido influencia a la hora de colocar los temas sobre la mesa ni tampoco han sido aportados por los aspirantes (solo Pablo Iglesias ha hecho una referencia mínima en su cierre al nombrar a los jóvenes que dicen “no hay otro planeta”). Las emisiones de gases de efecto invernadero, las energías renovables, la escasez de agua, el avance de la desertificación, los fenómenos meteorológicos extremos como lluvias, temporales o inundaciones. Nada de eso ha aparecido en el debate electoral. Lo cuenta Raúl Rejón.
El candidato del PSOE, Pedro Sánchez, ha admitido tras cerrarse el debate que ha echado de menos que se hablara, al menos, “con más intensidad” de transición ecológica. Preguntado justo a la salida de la contienda televisiva, Sánchez ha reconocido que el tema ha sido un gran ausente. Cómo afrontar el cambio climático y la transición hacia una economía descarbonizada para frenar el calentamiento global no ha ocupado ni un minuto del debate. Ninguna propuesta o intercambio de visiones. Los moderadores tampoco han puesto el asunto en la palestra.
Acabaron los debates y los partidos ya piensan en los tres días que quedan de campaña, analizando si estos enfrentamientos en RTVE y Atresmedia les han perjudicado o beneficiado. Nosotros ponemos punto y final por hoy en el relato del debate. Pero antes de cerrar, recapitulamos todo lo que ha dado de sí este segundo acto:
– Pablo Casado y Albert Rivera embarran el segundo debate. Este segundo encuentro deja a los dos candidatos de la derecha enfrascados en una guerra total entre ellos por el paro y el aborto.
– Sánchez se distancia de Ciudadanos y explota su mensaje de miedo a Vox. Mientras, Casado cambia su estrategia y sale al contraataque frente a Ciudadanos. Iglesias logra sus objetivos para estos debates y Rivera pierde en el segundo lo que ganó en el primero.
– Las frases del debate: “el consentimiento de 1822”, “las primarias de la derecha”, “la muñeca rusa” o “los inmigrantes que nos convienen”.
–Pensiones, el precio de la luz o la creación de empleo protagonizan las declaraciones falsas de los candidatos.
Seguimos dentro de unas horas con el relato del resto de la actualidad.
El candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, ha logrado los objetivos que se había marcado para los dos debates televisivos que marcarán la recta final de la campaña de las elecciones generales del 28 de abril: postularse ante la enorme bolsa de votantes indecisos como el único garante de un futuro gobierno progresista y plantear un programa electoral de marcado carácter social sin necesidad de salirse del actual marco constitucional.
Es el análisis que ha hecho Aitor Riveiro tras los dos debates.
En Ciudadanos ya lo había anunciado: los dos debates electorales en RTVE y Atresmedia iban a a marcar “un antes y un después” en esta reñida campaña del 28A que está tocando a su fin. Y posiblemente acertaron de pleno.
Si el primer duelo a cuatro en la cadena pública supuso para Rivera recuperar el oxígeno que empezaba a faltarle en una campaña de bajo perfil, en este segundo debate el candidato de Ciudadanos se las ha visto y se las ha deseado para erigirse como la mejor opción del centro derecha de cara al 28A. Con ese fin Rivera se ha dedicado a atacar tanto a Sánchez y a Iglesias, a su izquierda, como al propio Casado, a su derecha, para marcar su perfil propio en unas elecciones que se presentas inciertas.
Este es el análisis de Carmen Moraga, lo puedes leer aquí.
El PSOE ha habilitado una página web en la que recopila todas las encuestas sobre los debates que han lanzado los medios de comunicación y ha enviado SMS a los militantes para que participen en las mismas en favor de Pedro Sánchez. “Compañeros, compañeras, os invitamos a participar en las encuestas post debate. Es muy importante tu opinión. ¡Vota y comparte! ¡Gracias!”, dice el mensaje enviado pasada la una de la madrugada. Informa Irene Castro.
El PSOE respira aliviado tras la celebración de los dos debates electorales consecutivos en los que Pedro Sánchez era el candidato que más se exponía. El presidente ha salido vivo de los embates de la derecha y sin grandes rasguños de su competidor por la izquierda. El enfrentamiento en Atresmedia ha servido, eso sí, para que el candidato socialista haya respondido a la incógnita que ha dejado durante toda la campaña y, sobre todo, a las preguntas de Pablo Iglesias en RTVE sobre su posible intención de llegar a un acuerdo con Ciudadanos tras el 28A: “No está en mis planes pactar con un partido que ha puesto un cordón sanitario al PSOE”.
Irene Castro analiza cómo han sido los debates para el líder del PSOE.
“No somos adversarios. Usted no es mi adversario”, le espetaba el lunes, durante el primer debate electoral celebrado en RTVE, el presidente del Partido Popular, Pablo Casado, al máximo jefe de Ciudadanos, Albert Rivera. Al líder del PP le pillaron por sorpresa los ataques directos –Rivera llegó a decir que “el milagro económico del PP está en la cárcel, en alusión a Rodrigo Rato– del dirigente político al que considera un aliado imprescindible para poder llegar a la Moncloa a la andaluza, al menos si sus respectivas formaciones políticas suman, incluyendo a Vox, para echar a Pedro Sánchez tras el 28A.
Rivera superó a Casado en ese primer encuentro y los populares tardaron varias horas en reaccionar, pero este martes al mediodía, unas horas antes de que comenzara el segundo debate, organizado por Atresmedia, convocaban una rueda de prensa para dejar claro el cambio de estrategia que después, ya durante el coloquio en televisión, Casado escenificó lanzándose al contraataque frente a Rivera.
Iñigo Aduriz analiza el mensaje de Pablo Casado en este segundo debate.
Pedro Sánchez se ha ido a Ferraz para animar a los suyos tras el debate en Atresmedia, del que ha salido vivo. “Estamos muy cerca”, ha dicho con el que es el lema del PSOE para la recta final de la campaña. Aunque ha pronosticado que el domingo por la noche se dibujará una “sonrisa” en los votantes, ha avisado de que hay un “riesgo real” de que PP, Ciudadanos y Vox sumen. Informa Irene Castro.
En el capítulo anterior habíamos dejado a Albert Rivera con su foto enmarcada de Pedro Sánchez y Quim Torra sobre su atril, a Pablo Casado, estrenando tono moderado y ataques desde la derecha, al candidato Sánchez haciendo de presidente Sánchez, y a Pablo Iglesias en pleno recital de la Constitución, leyendo esos artículos que garantizan derechos sociales y no suelen tener éxito en las tertulias televisivas.
Las redes sociales todavía estaban exprimiendo los silencios de Rivera en el minuto de oro del lunes cuando llegaron otros moderadores, otro plató y otro debate. “El decisivo”, según se encargó de anunciar toda la semana Atresmedia en su particular pugna con TVE. Los populares, hundidos en las encuestas y sabedores de que les quedaba una sola bala, habían caldeado las horas previas acusando a Rivera de “hacer el trabajo sucio al Gobierno” mientras la fontanería del partido auguraba otras dos horas de moderación de su candidato.
Puedes leer aquí la crónica completa de José Precedo, redactor jefe de política de eldiario.es, del segundo y último debate de la campaña.
“¿En una relación sexual un silencio es un sí?” La pregunta de la periodista y moderadora del segundo debate electoral Ana Pastor buscaba que el líder del Partido Popular, Pablo Casado, se pronunciara sobre las polémicas palabras de su candidata por Barcelona. Cayetana Álvarez de Toledo dijo la semana pasada : “¿Si no es sí, también es no? ¿El silencio también es no?”. Casado ha negado que un silencio equivalga a un sí en una relación sexual: “No, ni para mí ni para el Código Penal, eso tiene que ser explícito y figura en el Código Penal desde 1822”.
La referencia a esa norma de comienzos del siglo XIX no ya obsoleta, sino incorrecta. La catedrática de Derecho Penal María Acale señala que el consentimiento está regulado en los delitos de lesiones pero no en los delitos contra la libertad sexual. “La libertad sexual no ha estado reconocida en el Código Penal hasta 1989. Antes se consideraban atentados contra la honestidad”, explica.
Es una información de Ana Requena.
Una imagen que ha dejado el presidente Pedro Sánchez ha sido que ha calcado la primera parte, palabra por palabra, de su último minuto respecto al debate del lunes.