La exdiputada de la CUP Mireia Boya ha interpelado al juez instructor del caso 1-O, Pablo Llarena, en plena declaración para recordarle sus declaraciones acerca de que el conflicto territorial en Catalunya debe tener “una solución política”. El magistrado, según fuentes presentes en la declaración, ha matizado a Boya el contenido de aquella afirmacón, en el sentido de que dijo que la solución debería ser “esencialmente” política.
Este episodio describe el cambio en el tono y la forma de la declaración de Boya respecto de los otros investigados que han pasado por el Tribunal Supremo, según fuentes presentes este martes y entonces en la sala de declaración de aforados del Alto Tribunal. El interrogatorio del juez –Boya se ha negado a contestar a la Fiscalía y a Vox– se ha producido en un tono cordial, coinciden varias fuentes, y en ese clima se ha producido la referencia a las declaraciones de Llarena.
El magistrado Llarena declaró a El Mundo en octubre de 2012: “Lo que no se puede pretender es que toda la cuestión relativa a atribuir un espacio significativo a la individualidad catalana y toda esta cuestión relativa a la integración de Cataluña en España se vaya a resolver judicialmente, porque no tiene que ser así”.
Llarena, en aquel momento presidente de la Audiencia Provincial de Barcelona, añadió que “existen sentimientos generalizados de la ciudadanía” que necesitan una respuesta política. “Los jueces no tienen ninguna capacidad ni ningún instrumento de solución”, dijo el magistrado. En aquel momento, el proceso soberanista ya había tomado impulso, pero no se encontraba en la situación de desafío legal que se precipitó cinco años después.
En un momento de la declaración de este martes, Boya se ha dirigido a Llarena -“usted, señoría”- para recordarle su posicionamiento a favor de una solución “política”. Llarena, recuperan las fuentes consultadas, ha contestado que eso no era exactamente así y que él dijo “esencialmente” y “fundamentalmente” políticas.