José Antonio Monago insiste en que es posible que PP y PSOE lleguen a un acuerdo para reformar la ley del aborto y ha vuelto a ofrecer a los socialistas diálogo en favor del consenso. Mientras el Gobierno de Mariano Rajoy ha sometido el anteproyecto para que diversos organismos elaboren un informe, el presidente de Extremadura sigue adelante en su empeño de acercar posturas y ha ofrecido a los socialistas pactar una moción conjunta. Según los conservadores, el plan persigue conseguir “una voz única” en este asunto.
Caso de conseguirlo, el texto buscará ser una “combinación racional de los plazos con la regulación específica de supuestos como las malformaciones del feto, los casos de violación o de embarazo en menores de edad”. Para que los socialistas se avengan a partir de cero y acordar una postura común, el PP ofrece retirar su iniciativa parlamentaria anterior. Los socialistas, a cambio, deberán hacer lo mismo. La primera iniciativa del PP extremeño contra la reforma se materializó a mitad de enero, cuando se presentó en el Parlamento autonómico una propuesta que instaba al Gobierno a paralizarla.
De entre los barones del PP que no ven con buenos ojos el texto de Alberto Ruiz Gallardón, Monago ha sido el que con más franqueza ha expresado su oposición. En su mensaje de Navidad a los extremeños, el presidente insistió en que “nadie puede obligar a una mujer a ser madre” y que la reforma de la ley no puede acordarse de forma unilateral. Las llamadas al silencio por parte de Rajoy no han conseguido hasta ahora que Monago dé su brazo a torcer.
La iniciativa de Monago se produce un día antes de que el asunto vuelva al Congreso de los Diputados, donde el martes sus señorías deberán votar en urna y con voto secreto la proposición no de ley del PSOE que busca la retirada del anteproyecto de ley. Para conseguirlo, el grupo parlamentario socialista se dirigió a la Mesa del Congreso para pedir la votación secreta y forzar así la ruptura de la unidad del PP en torno al asunto.