“Yo no hablo de ningún contribuyente”. Así ha replicado el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, a eldiario.es al preguntarle por la situación del exvicepresidente económico de Aznar, Rodrigo Rato, que se acogió en 2012 a la amnistía fiscal promovida por el Gobierno de Rajoy. Montoro ha sido este miércoles el principal protagonista de la larga jornada parlamentaria pese a la comparecencia del presidente Mariano Rajoy sobre la cumbre europea.
El ministro ha salido del pleno sobre las cuatro y media de la tarde visiblemente irritado tras el rifirrafe que había mantenido momentos antes con el diputado del PSOE, Pedro Saura, durante la pregunta que le hizo el diputado en la sesión de control al Gobierno y en la interpelación que protagonizaron ambos posteriormente.
El ministro ha hecho unas breves declaraciones a los periodistas en los pasillos antes de abandonar el Congreso, donde se le ha preguntado si Rato se encuentra entre los 705 contribuyentes que el Servicio Ejecutivo de Prevención de Blanqueo de Capitales (Sepblac) está investigando por posible blanqueo de capitales. Montoro tampoco ha querido concretar este extremo.
“Lo que puedo y debo decir es que, como se comprueba, las investigaciones se realizan a todos, con independencia de quién es hoy o lo que haya sido en el día de ayer. Esa es la seguridad que tienen que tener los ciudadanos. Las instituciones están funcionando y hay un eficaz seguimiento de todos, sean quienes sean”, se ha limitado a afirmar el ministro.
Durante la interpelación de la tarde, el titular de Hacienda ha hecho una encendida defensa de la Agencia Tributaria y de los funcionarios que trabajan en este organismo público, afeando al PSOE que ponga en duda su independencia y profesionalidad. Montoro se ha mostrado indignado porque, según ha dicho, no entiende que los socialistas estén sembrando dudas sobre el trabajo de unos profesionales pertenecientes a una institución que trabaja al servicio “de todos los españoles”, como ocurrió –aseguró Montoro– en el anterior Gobierno del PSOE. Saura, a su vez, ha recriminado a Montoro las injerencias que, a su juicio, está realizando su departamento en temas judiciales que afectan al PP.
La prudencia y el silencio de Montoro con respecto a Rato contrastan con la actitud que demostró frente al dirigente de Podemos Juan Carlos Monedero y las supuestas irregularidades fiscales en las que incurrió su empresa por unos trabajos realizados para Latinoamérica.
El ministro afirmó entonces en sede parlamentaria: “Yo no tengo que meter miedo a nadie a no ser que sea un defraudador, y si lo es, tiene problemas con la Hacienda pública porque tiene problemas con todos los españoles. No sé qué otro miedo tiene”, dijo a los periodistas en los pasillos del Congreso, al ser preguntado por el malestar que habría provocado en los inspectores de Hacienda la publicación de datos fiscales del dirigente de Podemos, que se sumaban a otros episodios similares.