La firma de abogados panameña Mossack Fonseca está en el ojo de la tormenta tras la filtración de millones de documentos de su base de datos que revelan la creación de miles de empresas “offshore” para que cientos de políticos, celebridades y personajes reconocidos gestionaran su patrimonio.
Según los documentos publicados hoy por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), los clientes de la compañía se apoyaron en dichas empresas para desviar su patrimonio a paraísos fiscales.
Nacido en 1977, el Grupo Mossack Fonseca, “con oficinas en cada continente”, según su portal web, se especializa en gestión patrimonial, fiscal, estructuras internacionales y derecho comercial.
Ofrece sus servicios en las jurisdicciones de Reino Unido, Malta, Hong Kong, Chipre, Islas Vírgenes Británicas, Bahamas, Anguila Británica, Seychelles, Samoa, Nevada y Wyoming (Estados Unidos), y Panamá.
Uno de sus socios, Ramón Fonseca Mora, ministro consejero de la Presidencia de Panamá y presidente del oficialista Partido Panameñista, pidió el pasado 11 de marzo al presidente, Juan Carlos Varela, una licencia por un año para defenderse de las acusaciones que lo ligan a la trama de corrupción en la estatal brasileña Petrobras por medio de la firma de abogados.
Las autoridades brasileñas dijeron a finales de enero pasado que sospechaban que Mossack Fonseca, del ministro Consejero de Varela, facilitó a varios implicados en la trama corrupta de Petrobras la apertura de empresas “offshore” en Panamá, que pudieron servir para blanquear dinero desviado de Petrobras mediante operaciones inmobiliarias.
La firma Mossack Fonseca rechazó en enero alguna vinculación con el caso brasileño, sobre el que la Fiscalía Auxiliar de Panamá dijo el pasado 29 de enero que abriría una “investigación de oficio”.
En enero pasado, uno de los fiscales brasileños responsables del caso, Carlos Fernando Dos Santos Lima, tildó a la firma de abogados panameña como “una gran lavadora de dinero”, por lo que el Ministerio Público brasileño pidió la cooperación de autoridades policiales de otros países, sin que precisara cuáles.
“Nuestra firma está siendo erróneamente involucrada con temas en los que no tenemos injerencia alguna”, aseveró entonces en una “aclaración” pública Mossack Fonseca, que tiene representación en 40 países.
También expresó su disposición “a cooperar con las autoridades que soliciten información por los canales legalmente establecidos y cumpliendo con los requerimientos de la legislación respectiva”
De acuerdo con la información judicial brasileña, uno de los ejes de la investigación es un edificio construido en el balneario de Guarujá, en el litoral del estado de Sao Paulo, por una cooperativa sindical vinculada al gobernante Partido de los Trabajadores (PT) y en el cual la propia Mossack Fonseca posee un apartamento de tres pisos.
En 2009, en medio de una severa crisis financiera, la cooperativa vendió esa propiedad a la constructora OAS, que está salpicada por el escándalo en Petrobras, y varios dirigentes del PT adquirieron apartamentos en ese edificio.
Uno de ellos fue el extesorero del partido Joao Vaccari Neto, ya condenado a 15 años de prisión por su participación en las corruptelas en Petrobras, que incluyeron negocios ilícitos con la constructora OAS.
Pero el caso de Brasil es solo uno de los tantos que salpica a partir de ahora a esta firma. La filtración de sus archivos revela que Mossack Fonseca ha prestado su servicios a clientes de destinos tan diversos como Rusia, Siria, Nigeria y Argentina.
El presidente argentino, Mauricio Macri, el primer ministro islandés, Sigmundur Davíð Gunnlaugsson, un asistente del presidente ruso Vladimir Putin, primos del presidente sirio Bashar al-Assad, entre otros, aparecen en una lista de 140 políticos de 50 países del mundo, vinculados a 21 paraísos fiscales, según la información del citado consorcio de periodistas que recibió la filtración.
En la lista aparecen también personajes como el futbolista Lionel Messi, directores de cine como Pedro Almodóvar y la hermana mayor del rey Don Juan Carlos I, Doña Pilar de Borbón.