Macarena Olona ha decidido acabar con la intriga que ha rodeado los planes políticos que lleva semanas anunciando pero que hasta ahora se ha resistido a desvelar y concretar. La presentación de su proyecto y, por tanto, de algunas de las líneas maestras de su estrategia, las dará a conocer finalmente el próximo viernes en Madrid, en el Palacio de Linares, sede de la Casa América. La excandidata de Vox a la Junta de Andalucía, que dejó el partido de Santiago Abascal en julio por discrepancias con la dirección, desgranará allí sus planes que, según ella misma ha adelantado, no supondrán la creación de un partido político al uso, sino la de una fundación que servirá para “el debate” y para dar “la batalla cultural” por sus ideas. El proyecto, no obstante, sí podría culminar en el futuro con el lanzamiento de una plataforma electoral con la que se presentaría a las elecciones generales y que competiría con Vox, su expartido, en el caso de que, como ella misma advirtió, la formación de extrema derecha deje de ser una “alternativa” para los españoles después de las elecciones municipales y autonómicas. Si finalmente da el paso, estará en juego la hegemonía de la ultraderecha que ahora es la tercera formación en escaños en el Congreso de los Diputados.
Olona ha vaticinado que ese proyecto, que ya está en marcha y para el que asegura tener hasta financiación –no ha aclarado de dónde le llegan esos fondos–, “va a trasladar gran tranquilidad en algunos casos e inquietud en otros”, en alusión velada al que ha sido su partido hasta hace muy poco. La exdiputada lanzó las primeras advertencias sobre sus intenciones este verano, cuando decidió realizar el Camino de Santiago después de darse de baja de la formación de extrema derecha. “Estoy como un toro deseando salir a la plaza”, se jactó. Desde entonces, ha estado jugando con los tiempos creando una gran expectación en todas las conferencias que ha ido programando en distintas provincias españolas: en Murcia –donde tuvo que ser escoltada–, Granada, Sevilla y posteriormente en Málaga, donde muchos esperaban que lanzara la noticia. Pero no lo hizo. Allí solo dio algunas pistas. “Me gustaría dejar claro que aquí nadie está hablando ahora de un partido político”, dijo. “Es un proyecto que me va a permitir estar al lado de los españoles, que es donde tengo claro que quiero estar. Solo puedo decir que va a trasladar gran tranquilidad en algunos casos e inquietud en otros”, añadió.
Tanta inquietud ha empezado a levantar que aquella conferencia de Málaga fue contraprogramada por la dirección provincial de Vox con un acto interno organizado con el fin de que los militantes que tuvieran la tentación de asistir al acto de Olona se lo pensaran dos veces, sobre todo en un momento en el que el partido está elaborando las candidaturas municipales y autonómicas de cara a las elecciones del próximo mes de mayo.
Conferencia en Washington sobre “errores en campaña”
Después de que desvele en Madrid sus propósitos, ese mismo viernes viajará a Jaén para disertar sobre “la batalla ideológica en defensa de la igualdad”, un tema que será uno de los ejes de su nuevo proyecto. Pero antes, este jueves, 3 de noviembre, Olona ha cerrado otra conferencia en EEUU y, en concreto, en el Christian Center de Washington, con el fin de participar en el “Programa de Liderazgo. Latinoamérica 2022”. Su conferencia versará sobre la “campaña electoral” y los “errores que no deben cometerse”. Y la “primera lección” que apunta en su anuncio en Twitter es la siguiente: “Si eres candidato, exige ser parte del equipo de campaña”.
Se da la circunstancia de que la campaña que ella protagonizó en Andalucía, que estuvo permanentemente tutelada por el mismísimo Santiago Abascal, fue después muy cuestionada. Se la acusó de ir por libre y de no ceñirse a las indicaciones del partido. Ahí ya comenzaron sus problemas internos, especialmente con el entonces secretario general Javier Ortega-Smith –destituido después precisamente por el descontento interno con su gestión–, contra el que terminó explotando. Poco después, tras no poder cumplir con su deseo de ser vicepresidenta de la Junta, decidió dejar el escaño aunque aseguró que dejaba la política “por motivos de salud”. En la dirección Vox nunca creyeron esos argumentos, algo que indignó a Olona, que terminó desvelando que padecía un problema de tiroides.
Fuentes cercanas a la exdiputada adelantan que los pilares en los que quiere dar su particular “batalla cultural” no estarán muy en disonancia con lo que promovía y defendía cuando estaba en Vox, y estarán centrados en la “defensa a ultranza de la familia”; en “la unidad de España”, y en la “igualdad real”, desmontando la “falsa igualdad de género” que proclama la izquierda, un tema en el que siempre ha sido sumamente beligerante. “La violencia no tiene género”, siempre ha sostenido. “El hombre no mata, mata un asesino”, “el hombre no viola, viola un violador” o “el hombre no maltrata, maltrata un maltratador”, suele repetir.
La exdirigente de Vox ha viajado recientemente a Panamá, donde falleció su padre y donde inauguró lo que será una de las sedes en Latinoamérica de su fundación. Ese día, precisamente, dio una conferencia sobre “La batalla ideológica femenina”. “La sede la inauguro en Panamá porque es el centro de todo”, explicó Olona en una entrevista que concedió a una radio argentina para remarcar sus lazos con ese país y ese continente.
El equipo de la exdirigente de Vox le ha creado un canal de Telegram, “Caminando con Olona”, desde donde publicitan todos sus actos y amplifican sus diatribas a sus seguidores y cuyos hashtag son #fuerzayhonor y #soyolona, esloganes que figuran en las pulseras que lucen tanto ella como sus simpatizantes.
La presentación en Madrid de los planes de Olona coincide con el declive electoral que la mayoría de las encuestas pronostican para la formación de Santiago Abascal. Un escenario que ha provocado que los dirigentes de Vox eleven el tono de sus críticas contra el Gobierno de Pedro Sánchez y la izquierda en general hasta sobrepasar los límites del insulto.