Ginebra/Nueva York, 9 nov (EFE).- El gobierno etíope tiene detenidos a 16 miembros del personal local de la ONU en el país africano, después de arrestar a 22 de ellos en los pasados días en Addis Abeba y liberar posteriormente a seis, confirmaron hoy portavoces de la organización.
Miembros de los equipos de seguridad de la ONU han visitado a los detenidos, indicó a Efe el portavoz de la ONU en Ginebra, Rhéal Le Blanc, sin poder ofrecer detalles del estado en el que se encuentran.
En Nueva York, el portavoz de la Secretaría General, Stéphan Dujarric, confirmó que “no se les ha imputado cargos” y se desconoce por tanto la razón de su detención, y que pertenecen a distintas agencias de la ONU.
El Secretario General se ha puesto en contacto “en varias ocasiones” con el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, para interceder por su liberación
La organización, que suministra ayuda humanitaria en la región etíope de Tigray que sufre desde hace años un conflicto armado interno, ha transmitido una nota verbal al Ministerio de Asuntos Exteriores pidiendo la liberación de todos sus colaboradores.
El total de miembros de la ONU trabajando en Etiopía es de 2.398 miembros de personal local más 1.077 del internacional , precisó Dujarric.
Este grave incidente se produce dos días después de que el jefe humanitario de la ONU, Martin Giffiths, visitase Mekelle, la capital de Tigray para pedir a las autoridades de facto en esa zona que permitan la entrada de la ayuda destinada a la población, que se encuentra en una situación crítica de inseguridad alimentaria.
La ONU viene desde hace semanas criticando insistemente al gobierno etíope por las trabas que pone al acceso de ayuda humanitaria hacia Tigray.
La guerra estalló hace un año, cuando el primer ministro etíope ordenó una ofensiva contra el Frente Popular de Liberación Tigray (FPLT), partido que gobernaba entonces la región, en represalia por un ataque a una base militar federal y después de una escalada de tensiones políticas.
Hasta la fecha, dos millones de personas han sido desplazadas internamente en Tigray y al menos 75.000 etíopes han huido al vecino Sudán.