Naciones Unidas, 7 sep (EFE).- La ONU pidió este martes casi 200 millones de dólares adicionales para facilitar de forma urgente ayuda a la población de Afganistán, donde la crisis humanitaria que ya se vivía se ha complicado aún más con la toma del poder por parte de los talibanes.
En total, la oficina humanitaria de Naciones Unidas (OCHA) dijo que necesita 606 millones de dólares para financiar sus operaciones en Afganistán hasta final de año, de los que 413 millones ya habían sido solicitados previamente en el marco del plan anual para el país.
De esa petición, sin embargo, hasta ahora se han cubierto únicamente un 39 % de los fondos, según indicó la OCHA, que insistió en que la vida de millones de afganos depende de que se financien plenamente estas operaciones de ayuda.
Según su análisis, a mediados de este año, unos 18,4 millones de personas -casi la mitad de la población del país- ya necesitaba asistencia humanitaria, con uno de cada tres afganos en situación de grave inseguridad alimentaria.
“Cuarenta años de guerra, repetidos desastres naturales, pobreza crónica, sequía y la pandemia de la covid-19 han devastado a los afganos. La reciente escalada del conflicto y la conmoción resultante solo han exacerbado las necesidades y complicado aún más un contexto operativo extremadamente difícil”, señaló la agencia.
El rápido avance de los talibanes durante los últimos meses ha disparado además el número de desplazados, que ha superado ya el medio millón en lo que va de año, con grandes movimientos de población entre mayo y julio, a medida que se retiraban las tropas internacionales y los insurgentes ganaban terreno.
Este fin de semana, el jefe humanitario de la ONU, Martin Griffiths, se reunió en Kabul con líderes talibanes para tratar de asegurar que las operaciones de ayuda a la población puedan continuar.
Según Naciones Unidas, los talibanes prometieron que garantizarán la seguridad de su personal humanitario y facilitarán su trabajo, asegurando su libertad de movimiento y su protección.
La organización, que ha avisado repetidamente de una posible “catástrofe humanitaria” en Afganistán, ha convocado para el próximo 13 de septiembre una conferencia ministerial en Ginebra en la que buscará fondos de los donantes para reforzar las operaciones de ayuda.