Naciones Unidas, 21 jun (EFE).- La Organización de Naciones Unidas (ONU) tiene “planes muy detallados de protección” de sus cascos azules desplegados en el sur del Líbano “en caso de una explosión total”, dijo hoy el secretario general, António Guterres, en una rueda de prensa.
La misión de la ONU en el sur del Líbano, UNIFIL, tiene a 10.147 cascos azules de 49 países.
“Tenemos reglas que seguir para garantizar la seguridad de la fuerza de paz, pase lo que pase”, explicó Guterres, aunque reiteró que la preocupación principal es “evitar una escalada dramática que sería un desastre para la región”.
El secretario general convocó esa rueda de prensa específicamente para leer una declaración sobre las tensiones actuales en la Línea Azul, como se conoce a la frontera entre Israel y Líbano, que carece de reconocimiento oficial de ambos países.
En los últimos meses, y coincidiendo con la guerra de Gaza, la guerrilla libanesa de Hizbulá ha lanzado numerosos ataques contra Israel, respondidos a su vez por el ejército hebreo, en unos combates que se han cobrado la vida de unas 500 personas, la mayoría en el lado libanés y en las filas de Hizbulá, que ha confirmado unas 320 bajas de milicianos.
Además, los combates han provocado el desplazamiento de 93.000 vecinos en el lado libanés y de otros 60.000 en el israelí.
Con respecto al repunte de tensión, que hoy parece en cierto modo mitigada con respecto a los pasados días, Guterres recordó que el riesgo de un conflicto abierto en todo Oriente Medio “es real y debe ser evitado”, pues un movimiento en falso puede ocasionar una catástrofe que va más allá de la frontera y más allá de la imaginación“.
“Los pueblos de la región y los pueblos del mundo no pueden permitirse que Líbano se convierta en otra Gaza”, dijo Guterres, en referencia (aunque no lo citó) a la última guerra abierta en 2006 entre Hizbulá e Israel.