Estados Unidos recordará mañana lunes a las 49 víctimas de la peor matanza por arma de fuego en la historia reciente del país, ocurrida hace un año durante una fiesta latina en el club gay Pulse de Orlando, en el centro de Florida.
Con una vigilia, un concierto y una variada programación, la comunidad, los sobrevivientes y los familiares de las 49 víctimas rendirán tributo a sus seres queridos, masacrados la madrugada del domingo 12 de junio de 2016 a manos de Omar Mateen.
La alcaldía de Orlando y el condado Orange, donde se asienta la ciudad, proclamaron esta fecha como “El Día de Unidad en Orlando - El Día de Amor y Bondad” como parte de una ley para honrar a las víctimas de la matanza, que en su gran mayoría fueron hispanos, principalmente puertorriqueños.
El gobernador de Florida, Rick Scott, declaró la fecha como el “Día de Conmemoración de Pulse” y ordenó ondear a media asta las banderas del estado y de EE.UU. en las oficinas gubernamentales.
“Fue un ataque contra Orlando, contra nuestro estado, contra la comunidad hispana y la comunidad LGBTQ”, expresó Scott.
Hace un año, Mateen, un estadounidense de origen afgano, sembró el terror entre los asistentes a Pulse tras irrumpir armado con un fusil de asalto y una pistola automática y comenzar a disparar indiscriminadamente contra los participantes de una fiesta latina.
Durante unas tres horas, en las que permaneció dentro del club con una treintena de rehenes, Mateen dijo por teléfono a los negociadores policiales que actuaba en nombre del Estado Islámico (EI), grupo terrorista al que juró lealtad.
Mateen también murió en el bar durante el posterior enfrentamiento contra las autoridades, que tuvieron derribar una pared para rescatar a algunos de los rehenes, varios de ellos escondidos en un baño.
Además de las 49 personas muertas, la mayoría de ellas fallecidas dentro del bar y una decena en centros hospitalarios, Mateen, un vigilante privado de 29 años, hirió a otras 53 personas, muchas de gravedad.
Con una fuerte presencia policial estatal y federal, y unos 750 periodistas de medios nacionales e internacionales, la ciudad de Orlando ha estado ultimando este fin de semana los detalles de la que será una jornada de duelo.
El lunes están programadas, además de la vigilia nocturna, una reunión comunitaria matutina en el bar Pulse, en la que se leerán los nombres de las víctimas y habrá discursos de familiares y sobrevivientes.
“Es maravilloso ver a nuestra comunidad unirse en tantas y diferentes maneras para honrar la memoria de las 49 inocentes víctimas de Pulse”, ha señalado el alcalde de Orlando, Buddy Dyer.
El alcalde tiene por estos días en su cuenta de Twitter una foto con los nombres de los muertos y la leyenda “el amor vence el odio, la luz vence la oscuridad”.
“No dejaremos que el odio gane”, es el mensaje de Barbara Poma, la dueña del bar Pulse, que hace parte importante del aniversario.
Poma recuperó la custodia del club, que durante un mes fue centro de investigaciones estatales y federales, y ha anunciado que será un lugar de permanente tributo de aquellos que perdieron allí sus vidas.
Durante este primer año de la tragedia, además de la solidaridad de la comunidad, que alimentó un millonario fondo común para ayudar a los sobrevivientes y familiares de las víctimas, fueron presentadas demandas contra la esposa de Mateen y la empresa de seguridad donde trabajaba el agresor.
La viuda de Mateen, Noor Salman, fue arrestada y acusada de colaboración con su marido y obstrucción de justicia al entorpecer la investigación, cargos que ha desmentido al señalar que desconocía sus planes criminales.
La mujer, de 31 años, que se había trasladado a California tras la masacre, está detenida en Florida, sin libertad bajo fianza y será sometida a juicio en marzo de 2018.
Noor Salman también aparece en una demanda presentada por sobrevivientes contra la empresa de seguridad en la que trabajaba Mateen, al considerar que ambos sabían por sus antecedentes y comportamiento del peligro que él representaba y pudieron haber evitado la matanza.