A Pablo Casado le han “extrañado mucho las vacaciones que se ha tomado el Gobierno” este verano, motivo por el cual les ha acusado de “irresponsabilidad”. Ese ha sido el primer reproche del presidente del Partido Popular al Ejecutivo de Pedro Sánchez en la apertura del curso político de este sábado en Pontevedra. “Yo valoro mucho que la gente se coja vacaciones, pero permitidme que diga que sobre todo aquellos que han trabajado todo el año”, ha dicho.
“De lo que hablo es de la responsabilidad; de, si hay un problema, estés o no de vacaciones, asumas ese problema, salgas del festival en el que estés o de la cuestión que tengas que hacer y estés ahí para dar la cara. Que no tenga que venir el Partido Popular a decirte, ”oye, que yo también voy a ir“, y ya de paso te arrimes y aparezcas”, ha aseverado Casado en el acto celebrado en el municipio de Cerdedo-Cotobade, donde también ha estado presente el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez-Feijóo.
El líder de los populares ha reprochado al Gobierno su “irresponsabilidad” por tomarse vacaciones en las semanas previas a la celebración del juicio por la demanda presentada contra el juez Llarena por parte del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont.
“No podemos coger vacaciones en este agosto porque sería una irresponsabilidad cuando hay un juez del Tribunal Supremo al que están dejando abandonado ante una demanda absolutamente inaceptable de un fugado de la Justicia como Puigdemont”, ha afirmado.
También ha aprovechado para echar en cara al Ejecutivo su cambio de postura respecto a la defensa de Llarena en dicho juicio. Pese a afirmar en un primer momento que España no iba a pagar la defensa del magistrado en Bélgica por sus “actos privados”, finalmente el gobierno de Sánchez ha decidido contratar un bufete de abogados para encargarse de la defensa de Llarena.
“No puede ser que haya tenido que venir el Partido Popular a pedir la comparecencia de la ministra, a pedir a la Fiscalía que actúe de oficio e incluso que investigue si se puede demandar, querellar al propio juez belga que está inmiscuyéndose en la integridad y en la inmunidad de la Justicia española para que entonces la ministra de Justicia se tenga que descoordinar en Quintos de Mora y el señor presidente del Gobierno tenga que decir desde Colombia que no era cierto lo que habían dicho durante los anteriores días, sino que el juez Llarena tenía la protección” ha apuntado.
“Lo grave no es que el Partido Socialista solo acierte cuando rectifica; lo grave para ellos es que solo acierte cuando nos hace caso en la petición de rectificación que exigimos”, ha añadido.
Bruselas “ha hecho caso al PP”
Casado también ha hablado de la propuesta de la Comisión Europea de eliminar el cambio de hora. “Parece que la Comisión Europea hace caso al Partido Popular al aceptar lo que proponíamos en el programa electoral, que no hiciera falta un cambio de hora con el cambio de estación”, ha dicho.
El presidente de los populares ha explicado también que durante la mañana del sábado se ha reunido con su predecesor en el cargo, Mariano Rajoy para “hablar” y “despachar alguna cuestión”. Casado, ha expresado su deseo de que en 2019 Rajoy esté en la apertura del curso político, y ha señalado que se ha sido “muy injusto con él”, puesto que el “filibusterismo” sacó del Gobierno de España a un “gran patriota”.
La convención nacional será el 1 y 2 de diciembre
Por otra parte, Pablo Casado ha anunciado que el partido celebrará los próximos 1 y 2 de diciembre su convención nacional extraordinaria, que será “liderada y coordinada” por el presidente del partido en Galicia y presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.
Casado ha subrayado que esa cita de diciembre será “el punto de partida” para la elaboración de los programas electorales y para abordar la “actualización” de la Constitución. “Le voy a proponer (a Feijóo) que verse sobre la apertura del partido a la sociedad, que la reflexión se centre también en actualizar, que no reformar nuestra Constitución”, ha afirmado.
Casado ha abogado porque la convención sirva para fortalecer la defensa que el PP hace de España como “estado social y democrático de derecho”, ante los “falsos demócratas”, y ha apostado por trabajar para que la gente “vuelva a reconectar” con ese marco constitucional.