La vuelta del verano traerá cambios sustanciales en la vida interna de Podemos. La Secretaría de Organización que dirige Pablo Echenique se trasladará de Zaragoza a Madrid a la vuelta del verano, junto con sus trabajadores y su máximo responsable, según ha confirmado eldiario.es de fuentes oficiales. 18 meses después de la designación de Echenique como número dos orgánico del partido, la secretaría más relevante hacia el interior de la formación regresa al centro de poder del partido.
En declaraciones a eldiario.es, Echenique recuerda que ha optado por abandonar la Secretaría General de Aragón y considera que en esta fase de Podemos es “más eficaz” que la Secretaría de Organización se traslade a Madrid. “Ya no hay que asentar un partido, sino dedicarnos al nivel municipal y comarcal”, asegura.
Una de las misiones fundamentales, señala, será la de unificar los círculos y órganos del partido en miles de localidades de tamaño pequeño, tal y como se decidió en Vistalegre 2. “Es una dedicación de gran escala y es a lo que estamos dedicando nuestros esfuerzos, para conseguir la organización engorde por abajo con más militantes e inscritos y afrontar con garantías las elecciones municipales y autonómicas de 2019”.
En la primavera de 2016 Podemos vivió una de sus crisis más importantes. El secretario general, Pablo Iglesias, destituyó de forma fulminante al secretario de Organización, Sergio Pascual. Los motivos del cese se fueron conociendo con cuentagotas y la verdadera razón por las que Iglesias descabalgó a una de las personas que más relevantes había sido desde la fundación del partido salieron a la luz en los días previos a Vistalegre 2: su participación en las dimisiones de Podemos Madrid en pleno proceso negociador de un Gobierno con el PSOE.
Iglesias y su equipo fueron conscientes de lo delicado del momento y llamaron a la persona que en aquel momento podía generar más consenso: el que fuera uno de sus principales rivales en la I Asamblea Ciudadana de otoño de 2014.
Echenique había logrado una gran ascendencia no solo entre las bases, sino entre los otros líderes regionales del partido. Además, su demostrada independencia del círculo de poder de Podemos en Madrid, las diferencias políticas que por entonces mantenía con la dirección estatal y, también, la distancia física que separaba la capital española de la aragonesa, lo convirtieron en el candidato ideal para pacificar una organización aquejada ya de problemas internos derivados de una maratoniana carrera electoral y un centralismo que se denunciaba desde Andalucía hasta Galicia, pasando por Aragón.
La “descentralización” de Podemos fue el principal motivo que justificó entonces que la Secretaría de Organización se trasladara a Zaragoza, donde Echenique era, además de secretario general en la región, líder del grupo parlamentario en las Cortes de Aragón.
El segundo más votado en Vistalegre 2
En declaraciones a eldiario.es, Echenique recuerda que los dos cargos orgánicos que desarrolla ahora mismo son incompatibles, tal y como fijaban los documentos que ganaron en Vistalegre 2. “He optado por no presentarme a la reelección en Aragón”, recuerda Echenique. “Es más eficaz, dado que voy a aumentar mi dedicación a Organización, que trabaje más tiempo desde Madrid”.
Echenique puso en marcha dos proyectos al llegar a Organización: un traspaso de poderes a las direcciones regionales y la ruta #Atarseloscordones, que le llevó a recorrerse círculos y a mantener reuniones con dirigentes autonómicos y municipales de Podemos por toda España.
El dirigente de Podemos cree que no peligra ese proceso de descentralización aunque Organización vuelva a Madrid. “Seguimos trabajando con los secretarios generales autonómicos como equipo base de Organización”. Echenique zanja: “Aunque esté en Madrid yo seguiré teniendo mi casa en Zaragoza. Y sigo siendo aragonés”.
El secretario de Organización amplió desde su nombramiento en abril de 2016 su contacto con las bases mientras ganaba peso en Consejo de Coordinación, la ejecutiva del partido. Pablo Iglesias y su número dos ganaron en confianza. El secretario general ha repetido en no pocas ocasiones que el enfrentamiento político entre ambos había sido positivo para su relación personal y para generar confianza entre ellos.
Pablo Echenique se convirtió así en una pieza fundamental para el líder de Podemos. Negoció con su por entonces homólogo en IU, Adolfo Barreda, la alianza electoral que dio lugar a la candidatura Unidos Podemos en las elecciones del 26 de junio de 2016. Un año después es quien encabeza las habituales reuniones con la coalición de izquierdas para testar y avanzar en esa alianza, aunque en las últimas fechas la salud de Unidos Podemos se ha resentido.
El siguiente momento crítico para Podemos, la II Asamblea Ciudadana de Podemos, también tuvo a Echenique como uno de sus principales protagonistas. El secretario de Organización se sumó al equipo de Pablo Iglesias y fue el encargado de diseñar el sistema de votación para Vistalegre 2, un proceso en el que se dejó parte de su imagen tanto dentro como fuera del partido.
Aún así, Echenique sorprendió en febrero de 2017 y se situó como la segunda persona más votada en las primarias que determinaron la actual dirección estatal. Solo por detrás de Pablo Iglesias y con Íñigo Errejón muy cerca.
Este es el principal motivo de la decisión adoptada ahora. Echenique debía elegir entre mantener su cargo como líder de Podemos en Aragón o dedicarse en pleno a la Secretaría de Organización. Y optó por lo segundo.
Aragón celebrará entre el 24 de septiembre y el 3 de octubre sus primarias, donde será elegida la persona que le relevará como secretario general autonómico. Para entonces, la Secretaría de Organización ya estará en Madrid. Mientras, Echenique y su equipo trabajarán a caballo entre la capital de España y Zaragoza, como ha venido haciendo en los últimos meses. Y también para entonces tendrá que tener clara una decisión que de momento está pendiente: mantenerse como diputado en las Cortes regionales o no.