Pablo Iglesias ha vuelto este miércoles a la Facultad de Políticas de la Universidad Complutense de Madrid. El lugar en el que se forjó en buena parte el nacimiento de Podemos le ha visto impartir su primera conferencia académica desde que asumiera el pasado mes de enero la Vicepresidencia Segunda del Gobierno. Seis años después del alumbramiento del partido, Iglesias ha compartido el salón de actos con el derrocado vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, y con cientos de estudiantes, que han hecho cola desde mucho antes del inicio de la charla, titulada Reaccionarismo y fascismo en el siglo XXI.
Iglesias ha ahondado durante su conferencia en una idea que ya ha desgranado en los últimos meses: las políticas sociales son la mejor receta contra el auge del neofascismo que abanderan Vox, Salvini, Le Pen o Bolsonaro. Lo expuso el pasado mes de noviembre en otra charla en la Facultad de Derecho. Pero ahora lo hace como miembro del Gobierno de España y al frente de la Vicepresidencia Social y la coordinación de los ministerios de Trabajo, Igualdad, Consumo y Universidades. A su departamento se le ha asignado también la llamada Agenda 2030, muy relacionados con las materias sociales.
El secretario general de Podemos ha planteado los dos ejes que, en su opinión, tendrán utilidad en el freno de la extrema derecha: la protección de los derechos sociales y del cuarto pilar del Estado del bienestar, es decir la ayuda para el cuidado de personas dependientes; y la aplicación de políticas feministas.
La referencia al feminismo no es baladí en la semana del 8M y después de la gran bronca interna que se ha producido en el Gobierno de coalición con la aprobación del anteproyecto de Ley de Libertad Sexual.
Iglesias ha defendido que “Europa tiene que ser un referente del feminismo a nivel mundial” y ha sostenido que “el feminismo, como movimiento histórico de las mujeres, es comparable a lo que significó el movimiento obrero en el siglo XIX y el XX. Significa redistribución, poner los cuidados, determinantes en la actual fase de producción capitalista, y poner los derechos de la gente y la vida, en primer lugar”. “Europa será feminista o no será”, ha zanjado.
Intento de boicot de Frente Obrero
Nada más arrancar su charla, Pablo Iglesias ha visto como un grupo de jóvenes comenzaba a gritar consignas contra él. El vicepresidente del Gobierno ha pedido que se les entregara un micrófono para escuchar sus protestas. “Cuando estudiantes vienen a protestar a la universidad, la obligación es escuchar y yo quiero escucharos”, ha dicho en medio del griterío.
Los jóvenes, identificados por algunos asistentes como miembros de la organización de izquierda Frente Obrero, han criticado a Iglesias por “reformista” y “traicionar a la clase obrera”. “Sois iguales que Carmena y Errejón”, le han increpado, para señalar que no han paralizado los desahucios, por ejemplo.
El resto de los asistentes al acto también ha respondido un lema, el de 'Fuera fascistas de la Universidad' y, como el alboroto no cesaba, el grupo contrario a Iglesias ha terminado fuera de la sala entre gritos de “fuera vende obreros de la universidad”. Una vez recuperada la calma, Iglesias ha zanjado: “La radicalidad no está en lo que se dice, sino en lo que se consigue”.
Iglesias ha señalado que el principal, que no único, grupo reaccionario en España es Vox. Para el líder de Podemos, el partido de Abascal, quien aplaudió en su día otro escrache de Frente Obrero a Íñigo Errejón, “hace el reparte simbólico de posiciones que condiciona e incluso destruye al resto de fuerzas”. “La reducción de Ciudadanos tiene que ver con la emergencia de un partido de extrema derecha”, ha continuado.
“Vox está condicionando todos y cada uno de los pasos políticos que da el PP. No digo ninguna barbaridad si señalo que si Vox no existiera, Cayetana Álvarez de Toledo no sería la portavoz ni generaría las contradicciones que genera en la derecha. Impone los términos de la batalla cultura e ideológica, se construye una polémica que no existe, como la del PIN parental, y sirve para que la derecha dé la batalla cultural en los términos que le interesa”, ha concluido.
La “dimensión mediática” y “las cloacas”
“Ese reaccionarismo tiene una dimensión mediática, que muchas veces se ignora”, ha proseguido Iglesias, quien ha advertido contra la “normalización de la mentira” y cuando esta “no es la excepción y se convierte en la norma”. Fue la forma en la que Bolsonaro alcanzó la Presidencia de Brasil, ha recordado.
Trasladado a España, Iglesias ha sostenido que “hay páginas web como OkDiario que son especialistas en esto. Sin pudor. Y da igual que todas las páginas de verificación verifiquen. Da exactamente igual. Se ha normalizado. Es un arma política. Eso es reaccionarismo de extrema derecha. Lo importante es que puedas hacer daño al adversario político. Mentir es legítimo para estas web de extrema derecha”, ha zanjado.
En este sentido, Iglesias ha relacionado el fenómeno de las fake news con “las cloacas del Estado” que organizó el PP en la Policía Nacional. “Usan a policías para proteger al PP o inventar noticias falsas. Se llaman 'patriotas' porque entienden que es un deber poner límites a la democracia, que la decisión de los ciudadanos se pueda traducir en un Gobierno diferente. Y lo dicen abiertamente”, ha indicado.
La derecha española, ha proseguido, “está empezando a entender cómo se mueven las organizaciones de extrema derecha en Europa y se mueven a temas más salvinianos para construir la disputa política en otros terrenos. Este es un fenómeno peligroso: la mayor amenaza para la democracia en Europa es la extrema derecha reaccionaria”.
“Tiene que haber una respuesta política”, ha apuntado. “Una apuesta por un acuerdo europeo frente a la extrema derecha y en defensa de la democracia” como ocurrió, ha recordado, en Alemania, donde la CDU de Merkel optó por perder el Gobierno de Turingia con tal de no pactar con la ultraderecha de AfD.
García Linera: “El fascismo interpela a las clases pobres”
La conferencia la ha arrancado el exvicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, derrocado por un golpe junto a Evo Morales. García Linera ha hablado del neofascismo centrado en el caso de América Latina. Según su tesis, las nuevas formas de fascismo que recorren su continente son una reacción a las políticas y los procesos de igualdad que han sido exitosos o al estancamiento de dichos procesos en las capas más bajas.
“Parece ser que la política contemporánea [tanto en América Latina como en Europa] de las siguientes épocas va a estar marcada por esto, por formas modificadas o mutadas de algún tipo de neofascismo que es una manera de entender el proceso de igualdad”, ha asegurado García Linera.
“Asistimos al nacimiento del neofascismo, del postfascismo, que evocan a una repetición en nuevas condiciones”, ha dicho. García Linera se refiere a “la intolerancia ante el diferente”, “la división de los roles de las personas”, “el racismo” y “la violencia”.
La forma de contrarrestarlo, según el exdirigente, será generar también movilidad social dentro de los sectores medios, que será mucho más lento, y “crear mecanismos de interpelación y diálogo de los sectores medios con los gobiernos”, ha explicado. Este diálogo con las capas medias será más difícil “porque no están organizados” en sindicatos o gremios.
García Linera considera que esta fue la clave del triunfo de Trump frente a Clinton. Mientras ella estaba más preocupada por la globalización, “Trump tuvo la habilidad de interpelar a los trabajadores”. “El fascismo interpela a las clases pobres ofreciendo una salida ilusoria”, ha concluido.