Pablo Iglesias ha ofrecido ante un público entregado su primer discurso como secretario general de Podemos. Un discurso plagado de referencias emotivas a la corta aunque intensa existencia del partido que lidera, pero que se ha centrado en ofrecer un esbozo de cuáles serán las políticas que pondrán en marcha cuando, como ha anticipado, “ganemos en noviembre del próximo año”. Entonces, ha advertido, “empezarán las dificultades de verdad”.
Iglesias ha arrancado con un largo agradecimiento a las personalidades españolas y extranjeras que han acudido este domingo al teatro Nuevo Apolo de Madrid. Entre los asistentes, la portavoz de Guanyem Barcelona, Ada Colau, la diputada valenciana de Compromís Mónica Oltra o un representante del Gobierno palestino se han llevado las mayores ovaciones de los asistentes.
Antes, el líder de Syriza, Alexis Tsipras, ha ofrecido un largo discurso en el que ha llamado a todos los países del sur a tener esperanza en que las cosas van a cambiar. “Antes nos preguntaban a nosotros qué íbamos a hacer con Merkel cuando lleguemos al poder; ahora, le preguntan a Merkel qué va a hacer cuando lleguemos nosotros”, ha asegurado Tsipras entre aplausos del público.
Iglesias ha ofrecido un discurso lejos del tono mitinero propio de actos de proclamación como el que se celebraba hoy en el teatro Nuevo Apolo de Madrid. “Agitar el miedo es una mala estrategia”, ha aconsejado el secretario general de Podemos a sus rivales desde un escenario donde ha vuelto a sonar L'estaca de Lluís Llach como cierre de fiesta. “No es el que el miedo esté cambiando de bando, es que la sonrisa también está cambiando de bando. Cuando os insulten y difamen, sonreíd, porque vamos a ganar”, ha pedido Iglesias a sus seguidores.
El líder de Podemos ha asegurado que nadie debería tener miedo a su partido, ya que Podemos no es el culpable del alto índice de paro, de la pobreza infantil, del desmantelamiento de los servicios o de que la deuda haya sobrepasado el 100% del PIB. Y ha reiterado la que será una de las propuestas estrella de su programa electoral y quizá la que ha sido más contestada por sus adversarios: una auditoría que permita determinar qué parte de la deuda es legítima para negociar una reestructuración, porque “es la mejor solución”.
Inmediatamente, Iglesias ha saltado al segundo gran eje de su propuesta. “Nos dicen que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, y decimos que no. Nos dicen que hay que hacer más recortes para ser competitivos, pero eso va a crear más deflación y menos inversión interna”, ha expuesto Iglesias, para explicar la solución que propone Podemos: “El problema no es reducir los gastos, sino aumentar los ingresos”.
Iglesias ha prometido modificar el sistema tributario español. “Hace falta dinero”, ha reconocido. “Vamos a proponer una reforma fiscal para que paguen los que más tienen y para dejar de depender de la financiación de los mercados internacionales”. El líder de Podemos ha relacionado directamente su inequidad con la corrupción: “La corrupción no tiene que ver con manzanas podridas; tiene que ver con no pagar impuestos y democratizar la economía”.
Como tercer eje, un nuevo sistema productivo: “Un modelo precario e improductivo no lo cambiaremos sin un plan de desarrollo integral que nos saque del ladrillo”.
Estas medidas son, en opinión de Iglesias, las que asustan a los poderosos, “a los oligarcas del régimen y sus partidos”. “¿Quién tiene que tener miedo? Los que no pagan impuestos”, ha zanjado entre aplausos.
En su primer discurso como secretario general, Pablo Iglesias ha entrado también en dos asuntos en los que Podemos ha sido acusado de ponerse de perfil: el aborto y el encaje de Cataluña en el Estado. El primer asunto lo ha zanjado con una frase concluyente: “Defendemos que la mujer pueda elegir cuándo tiene sus hijos”.
En el segundo se ha detenido más tiempo. “No somos tan diferentes”, ha asegurado Iglesias mientras desgranaba el número de multimillonarios que hay en Cataluña y en Madrid. En opinión del líder de Podemos, PP y CiU comparten una defensa de las minorías poderosas en contra de la mayoría social y ha advertido también contra la 'esquerdovergencia', en referencia a una posible coalición entre Convergència y ERC.
Sobre el futuro de Cataluña, Iglesias lo ha dejado muy claro: “España es un país de naciones. Por eso defendemos el derecho a decidir y apostamos por un proceso constituyente”.
Por último, Iglesias se ha referido a la UE. “Han convertido Europa en una pesadilla oligárquica”, ha espetado, para prometer “recuperar Europa para los ciudadanos, para los trabajadores y trabajadoras. Y recuperar aquello de lo que somos hijos: libertad, igualdad y fraternidad”.