Michael Brown, el padre del joven afroamericano de 18 años que falleció hoy hace cinco años por disparos de un policía blanco en Ferguson (EE.UU.), aseguró este viernes que no se ha hecho aún justicia en este caso, convertido en símbolo de la lucha contra la violencia policial hacia los negros.
“No se ha hecho justicia”, afirmó Brown en una rueda de prensa frente al Centro Judicial Buzz Westfall del condado de San Luis (Misuri).
El padre recordó que su hijo, Michael “Mike Mike” Brown, fue asesinado “a sangre fría” por “un cobarde con una placa”, en referencia al policía Darren Wilson, que abrió fuego contra el joven: “Mi hijo merecía vivir una vida plena”, lamentó.
Tras su muerte, un gran jurado revisó las pruebas durante tres meses antes de rechazar imputar a Wilson en noviembre de 2014.
Brown padre agregó hoy que ha pedido que algunas pruebas vuelvan a ser analizadas para que pueda haber una rendición de cuentas.
“Como padre prometí proteger a mis hijos, y el 9 de agosto de 2014 no fue ese el caso. No pude protegerlo ese día y se me rompe el corazón. Seguiré y lucharé hasta el día de mi muerte (en busca de) justicia”, dijo.
El caso encendió un movimiento de protesta en todo Estados Unidos contra los abusos policiales.
En una confrontación callejera en un suburbio de mayoría afroamericana, el agente Darren Wilson disparó doce veces contra Brown. Tres autopsias del cuerpo encontraron seis heridas de bala, incluidas dos en la cabeza.
Cuando meses después un jurado investigador decidió que no había razones para enjuiciar a Wilson, estallaron manifestaciones de protesta en unas 170 ciudades del país, desde Seattle a Nueva York, Atlanta, Chicago y Los Ángeles.
Las manifestaciones pronto tomaron como distintivos los carteles con el texto “Manos arriba, no disparen” y pusieron en el centro de la atención pública -al menos por unas semanas- el uso desproporcionado de fuerza policial cuando se trata de sospechosos negros.
La muerte de Brown, pocos meses después de la del también afroamericano Eric Garner a manos de la policía de Nueva York, dio ímpetu al movimiento “Black Lives Matter” (“Las vidas de los negros importan”) , iniciado un año antes después de la absolución en Florida de George Zimmerman quien había dado a muerte al adolescente negro Trayvon Martin.
El uso de la fuerza policial se ha convertido en una causa importante de la muerte de hombres jóvenes en Estados Unidos, donde los negros corren un riesgo 2,5 veces mayor que los blancos de ser muertos por la policía, según un estudio que publicó esta semana la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences.