“No quiero ser muy buen político a costa de dejar de ser persona”, ha argumentado García-Page, que se ha pronunciado al respecto de esta propuesta durante una ronda de visitas por la provincia de Albacete.
Dice el presidente del Gobierno autonómico que no le desea “nada malo” a nadie. “Ni siquiera a los que han sido mis adversarios políticos, a pesar de que me estoy dedicando a hacer exactamente lo contrario de lo que hacían mis antecesores”. “Yo no quiero que se confunda la acción política con el talante personal”, ha zanjado.