En uno de los vagones del metro que recorre la línea 2, en Madrid, entre las estaciones de Las Rosas y Cuatro Caminos, dos mujeres repasan en un móvil la oferta inmobiliaria:
- Habitación, cocina y baño por 500 euros - dice una de ellas.
- ¿Una habitación, 500 euros? - responde su acompañante, que bufa.
Las dos vienen de una asamblea de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) en la plaza de Alonso Martínez, cerca de la sede del Partido Popular en la calle Génova. Una asamblea que tenía previsto realizarse en las puertas de la propia sede, pero que la Policía, que identificó a la mayoría de participantes, impidió al cortar completamente la vía.
El objetivo de la acción, presentada bajo el nombre de “ILP o a la calle” y enmarcada en la campaña de escrache a los diputados que rechazan la ILP hipotecaria, era el de acercar el problema de las personas afectadas por la hipoteca al PP.
Si esta mañana Ada Colau, en una rueda de prensa para valorar el final del proceso de la Iniciativa Legislativa Popular, aseguraba que en los últimos años “la ciudadanía se ha convertido en pionera en la detención del problema su visibilización y ha sido la que ha propuesto soluciones, no las administraciones ni el Gobierno”, esta tarde un afectado lo ha confirmado: “Hemos conseguido varias daciones en pago, alquileres sociales, etcétera”.
Quedó demostrado también cuando una afectada, que apenas lleva dos días en la plataforma, afirmó, llorando, que ya no le quedaba nada excepto la PAH, que le acogió al grito de “no estás sola”.
Varias de las personas afectadas hicieron hincapié en el abuso bancario al asegurar que, aún dispuestas a hacer frente al pago de la hipoteca, se quedaron sin hogar: “Nosotros queremos pagar la hipoteca, la cantidad que podamos al mes, como si son primero 20 y luego más euros al mes, pero la deuda es monstruosa”, dijo una. “Estoy desahuciado, parado y tengo una deuda de 200.000 euros. ¿Cómo quieren que pague la deuda?”, intervino otro.
Asimismo, hubo referencias a las acusaciones por parte de varios políticos y medios de comunicación, que hablan de violencia por parte de la PAH. Iván Ramírez, el activista de la PAH detenido en el Congreso tras la sesión en la que se aceptó la admisión a trámite de la ILP hipotecaria, se preguntó de forma retórica: “¿No es escrache también la persecución policial a los movimientos sociales? ¿No son escrache las multas que nos llegan? ¿No es escrache la propaganda que cada cuatro años nos meten en los buzones los partidos?” Siguió otra afectada: “Yo la única violencia que conozco es la de los policías que entran armados en nuestras casas”.
La asamblea se dio por concluida alrededor de las 20.30 horas, momento en el que se anunció el siguiente escrache programado: el jueves, a las 18.00 horas, en el depósito de agua de plaza Castilla, en Madrid.