El Partido Popular presiona para cerrar los presupuestos mientras la corrupción le arrincona

Pocas horas después de que trascendiera la detención del expresidente madrileño, Ignacio González, el PP compareció en rueda de prensa para hablar de presupuestos. El encargado fue el portavoz parlamentario, Rafael Hernando. Durante su intervención inicial no hizo ni una sola referencia a la detención del que fue presidente del Gobierno madrileño con el PP ni a la decisión de la Audiencia Nacional de requerir la presencia de Rajoy ante el tribunal para que preste testimonio sobre los manejos de la trama Gürtel.

En el breve turno de preguntas la situación fue la opuesta: nadie preguntó por presupuestos y todas las cuestiones tuvieron el hilo conductor de la corrupción.

El portavoz parlamentario se entregó a la tarea de exigir, con premura, “responsabilidad” a las principales formaciones del Congreso para que las cuentas de Rajoy puedan salvar con éxito el trámite parlamentario. En Génova saben que un fracaso en el debate de presupuestos supone un golpe a un Rajoy debilitado por los casos que acorralan a su partido, máxime en el momento histórico en el que un tribunal se ha decidido a llamar a declarar a un presidente del Gobierno.

Hernando no dudó en dirigir ese requerimiento al Partido Socialista en la misma comparecencia en la que acusó a esa formación de estar detrás de una conspiración de “presiones espúreas” para manchar el nombre del presidente en los tribunales.

“Existen conversaciones que espero que lleguen a buen fin”, aseguró Hernando. El PP, por ahora, cuenta con el apoyo seguro de Ciudadanos y Coalición Canaria. Los socialistas insisten en que presentarán enmienda a la totalidad. La clave, sin embargo, está una vez más en el PNV: la formación nacionalista sigue sin aclarar la posibilidad de un apoyo que a los de Rajoy se les hace imprescindible.

Un fracaso en el debate presupuestario llevaría a Rajoy a una situación de extrema debilidad política. En la actual situación, los conservadores han perdido la carta de adelanto electoral como elemento de presión en las negociaciones. “Con un candidato pendiente de declarar ante la Audiencia Nacional por un caso de corrupción, ir a elecciones sería un suicidio”, aseguran fuentes parlamentarias. 

A los problemas ya señalados, los populares suman el de su debilidad en el Parlamento. Con su número de diputados, Hernando no tiene las armas necesarias para evitar que Rajoy sea citado también para declarar en el Congreso sobre los casos de corrupción que afectan a su partido.

El PP se ha visto inmerso en una situación de bloqueo en la que la aprobación de presupuestos se ha convertido en la única llave para encontrar un aire que los tribunales le han quitado a Rajoy de repente.