La austeridad del gasto de la campaña electoral vuelve a estar sobre la mesa. Esta vez en un escenario inédito: Zarzuela. El rey compartió con algunos de los portavoces que acudieron este lunes a la tercera ronda de consultas la preocupación por el coste que supondrá para las arcas públicas la repetición de los comicios el próximo 26 de junio. Los partidos coinciden en que deben rebajar lo que cuesta la propaganda de los quince días que dura la campaña y se emplazan para llegar a un acuerdo que se antoja complicado porque cada uno plantea distintas reducciones.
A pesar de que en los últimos dos meses las declaraciones públicas de los líderes políticos sostenían que debían llegar a un pacto para formar Gobierno, la vista ha estado puesta en el 26J. Hace un par de semanas, el propio ministro de Justicia, Rafael Catalá, planteó que se acortara el tiempo de campaña, que está establecido en la ley orgánica de régimen electoral. “Sería una buena noticia para no atormentar a los ciudadanos con dos semanas de mítines y no dar tanto la lata”, expresó. Para acortarlo “haría falta un gran acuerdo”, agregó la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría.
Los partidos afearon al titular de Justicia su planteamiento porque conllevaría una modificación que no se puede llevar a cabo en el periodo de interinidad en el que no tiene plenas competencias por estar en funciones. Pero todos se vieron obligados a decir 'sí' a una reducción del gasto, que para el 20D ascendió a 130 millones de euros sin contar con lo que se fue en la campaña de cada formación. A esa cifra hay que sumar, por tanto, los doce millones que se gastó el PP; nueve, del PSOE; cuatro, Ciudadanos; 3,6, Podemos y sus confluencias; y 2,5, IU-Unidad Popular. Los de Alberto Garzón son los únicos que no han recuperado el dinero del buzoneo al no tener grupo parlamentario propio.
Para el mailing, el Estado subvenciona con 0,18 euros por cada elector en cada una de las circunscripciones siempre que el resultado les permita formar grupo parlamentario propio. Además, por cada escaño conseguido en las Cortes, los partidos reciben 21.167 euros y 0,81 euros por cada voto obtenido para las candidaturas del Congreso y 0,32, para las del Senado.
El debate se ha vuelto a reabrir ahora que los partidos dan por hecho la repetición de los comicios y tras las primeras visitas de los portavoces a Felipe VI. “Ha expresado su deseo de que los partidos no cansemos a los electores y no hagamos una campaña especialmente gravosa para la economía del país”, dijo el portavoz de Foro Asturias, Isidro Martínez, tras su encuentro con el monarca.
Más concreta ha sido la petición del rey en su conversación con el portavoz de UPN, Javier Esparza, quien ha revelado que Felipe VI ha valorado como “muy positiva” su propuesta de reducir en un 30% los gastos electorales, lo que supondría un ahorro de 45 millones de euros.
La revelación de ese comentario ha obligado al resto de formaciones a sumarse de nuevo con entusiasmo a la iniciativa, aunque ninguna ha sido capaz de comprometerse en los detalles. Además, sus planteamientos difieren por lo que parece complicado que puedan ponerse de acuerdo antes de que arranque la campaña. Mientras que el PSOE propone, por ejemplo, que “no se pague el buzoneo electoral”, Ciudadanos lo rechaza. Frente al planteamiento de Nueva Canarias de eliminar las cuñas radiofónicas, su principal rival regional, Coalición Canaria, lo defiende.
“Habrá que ver qué se puede hacer”, ha dicho el vicesecretario del PP Pablo Casado, que ha contestado que ve “positivo lo de reducir los gastos”. “Podemos plantearnos qué tipo de campaña se hace, ya que todos tienen muy claras las propuestas programáticas”, ha expresado el dirigente conservador, que deja en el aire la toma de decisión tanto de la dirección del PP como el posible acuerdo con el resto de fuerzas.
“Hemos apoyado que haya una campaña más austera”, ha afirmado Alberto Garzón, que aboga por enviar un “mensaje a la ciudadanía de que este fracaso” de los líderes políticos ante la imposibilidad de formar Gobierno no revierta en un mayor gasto público. No obstante, el portavoz de IU-Unidad Popular ha avisado de que la reducción puede encontrarse “dificultades técnicas” porque supondría hacer cambios legislativos en un periodo de interinidad del Ejecutivo y ante la inminente disolución de las Cortes.
En Podemos, que hicieron la campaña más austera de las cuatro principales formaciones, volverán a confiar en los microcréditos y mantienen su intención de no recurrir a las entidades bancarias para que les presten dinero. El portavoz de Democracia y Libertad, Francesc Homs, también ha dicho que su formación pretende reducir los gastos, aunque no ha desvelado cómo: “Me parece sorprendente la pregunta. Entiendo que haya debate pero evidentemente íbamos a limitar el gasto porque no está el horno para bollos”, ha contestado.