El mundo empresarial ha advertido a Italia de que la incertidumbre derivada del bloqueo político no gusta a los mercados y ha urgido a los partidos a formar lo antes posible un Gobierno que ataje la elevada deuda pública.
“El problema no es en cuánto tiempo iremos a elecciones, aunque también, sino qué hacer hasta las próximas elecciones, sean a corto o a medio plazo”, ha declarado a Efe el presidente de la Confederación General de la Industria en Italia, Vincenzo Boccia.
“Hablando sobre la hipótesis de ir de nuevo a unas elecciones sin reformar la ley electoral, el resultado, muy verosímilmente, puede que sea similar, y ¿qué hacemos entonces?”, ha añadido.
En su opinión, el país necesita de inmediato un Gobierno que actúe para acabar con las principales lacras que frenan el crecimiento económico, empezando por la elevada deuda pública, que supera el 130 %.
Por ello, la patronal italiana reflexiona que es primordial que el país salga de la parálisis en la que se encuentra desde las elecciones generales del pasado 4 de marzo, cuando ningún grupo político obtuvo la mayoría suficiente para gobernar.
Desde entonces, los partidos han permanecido en sus posiciones inamovibles y el jefe del Estado, Sergio Mattarella, ha mantenido tres rondas de consultas y ha encargado dos mandatos exploratorios a los presidentes de la Cámara de los Diputados, Roberto Fico, y del Senado, Maria Elisabetta Aberti Castellati, ambos sin éxito.
El presidente de la República ha sugerido la formación de un “Gobierno neutral” hasta diciembre o la celebración de elecciones anticipadas en verano o en otoño para salir de este impás, pero hoy la ultraderechista Liga Norte y el Movimiento Cinco Estrellas (M5S) pidieron a Mattarella que les conceda un plazo de 24 horas más para intentar pactar un Ejecutivo.
La Liga acudió en coalición con Forza Italia y Hermanos de Italia, y juntos ganaron los comicios con el 37 % de los votos. El M5S, que fue el partido más votado en solitario con el 32,7 % de los sufragios, ha dicho en estos meses que está dispuesto a gobernar con la Liga pero no con Forza Italia.
“No tenemos miedo ni al M5S ni a la Liga (...), pero reivindicamos la importancia de ciertas cuestiones”, ha comentado el presidente de la patronal italiana de forma paralela en un encuentro con la prensa extranjera en Roma.
Boccia dijo que los empresarios mandan un mensaje claro a la Liga y al M5S si finalmente se unen para liderar el país: “Es necesario hablar claro, pero a veces la verdad no es electoralista. La verdad es que tenemos una deuda pública muy alta y debemos hacer en los próximos años esfuerzos comunes para reducir esta deuda”.
“Pero claro, si dices la verdad, por desgracia no te vota nadie”, añadió.
Les advirtió también sobre los mensajes de tinte antieuropeísta que han empleado en el pasado para decirles que no tiene sentido “hablar de la Unión Europea en términos populistas y decir que es el problema de todo”, porque “la deuda pública italiana” no es culpa de la Unión sino de la gestión política italiana.
También les aconsejó si finalmente se unen para gobernar que no eliminen la reforma laboral que aprobó la administración de Matteo Renzi, porque ha tenido “efectos positivos sobre la economía real”, y consideró que les va a resultar difícil compatibilizar dos medidas estrella que llevaban en sus programas en campaña.
El M5S ha prometido a sus electores aprobar una renta mínima para las personas con dificultades que ascendería hasta los 780 euros, mientras que la Liga propuso implantar una tasa impositiva única para todas las rentas del 15 %.
“Ambas medidas no son compatibles (...), ¿de dónde se saca el dinero?”, expuso.
“El electorado ha percibido que el M5S y la Liga eran los partidos del cambio. Nosotros respetamos el resultado y nos limitamos a indicar qué políticas no ayudan a consolidar el crecimiento del país”, sostuvo.
Por el contrario, opinó que el próximo Gobierno debería incentivar el crecimiento, aprobar incentivos fiscales para las empresas que favorezcan las contrataciones, fomentar el empleo juvenil y también preocuparse del estado de las infraestructuras nacionales.
También el subdirector general del Banco de Italia, Federico Signorini, consideró hoy que reducir la deuda pública tiene que ser una prioridad junto con la lucha contra la evasión fiscal.
Los inversores están inquietos por conocer qué ocurrirá a corto plazo en el país y ayer lo reflejaron en la Bolsa de Milán, que mantuvo durante toda la sesión un rumbo negativo y acabó perdiendo más de un 1,5 %.
Hoy la plaza lombarda está más calmada y a las 14.40 horas locales (12.40 GMT) el selectivo FTSE MIB subía un 0,72 %.